Cuando los ángeles lloran 3: "Entre el cielo y el infierno"

Capitulo 3:

Capítulo 3:

*Usó su olvido,

Una de sus mejores armas,

La cual no hizo daño a mi cuerpo... (Solo me destrozó el alma)*

POV GEMMA:

Toc Toc

El sonido de alguien anunciando su llegada hace que me sobresalte y vuelva a mi sitio; agachada detrás del sofá, para que nadie pueda verme. Encojo las piernas y las abrazo con fuerza, procurando no hacer demasiado ruido y delatarme en la habitación donde se supone no estoy.

-Adelante- murmura la mujer que se hace llamar mi abuela. Su voz es plana y sin ninguna emoción que delate su estado de ánimo.

Desde que llegué aquí; después de que ella fuera a recogerme a casa del señor Alex, me he preguntado un montón de cosas.

Como por ejemplo; ¿Por qué nunca fue por mí y por mi hermano? ¿Por qué nunca habla de papá o de mamá si ella los conoció? Por qué si los conoció, ¿no? ¿Por qué intenta llenarme de regalos y cosas caras, enviándome a escuelas que no me gustan para nada? Pero la más importante, ¿Por qué Harry no está aquí? ¿Dónde está? ¿Por que no lo trae?

No le he hecho todas estas preguntas a ella. Nunca me lo ha dicho pero me parece que esta triste y sufriendo cada vez que me mira, así que evito estar frente a ella más tiempo del que sea necesario. Claro que me sonríe cuando ambas estamos comiendo o cuando nos encontramos de casualidad en el recibidor por la mañana y ella me desea suerte en la escuela, pero la he observado cuando ella no está mirando. Sus ojos son tan tristes como los de Harry cuando se peleó con Louis.

Escucho la puerta abrirse y posteriormente unos pasos entrando. El piso de azulejos blanquecinos; a los cuales el mayordomo llama "Mármol", hace un ruido terrible cada que alguna chica de las que sirven en la casa o el mayordomo pisa en él. Me pregunto por qué tocan la puerta cada que van a entrar a una habitación... Una vez Harry me dijo que era por educación, para avisar y preguntar si puedes entrar, pero honestamente, si la abuela no escucha el terrible sonido que hacen los zapatos al pisar en el suelo desde tres habitaciones, debe estar sorda.

-Mi señora- escucho unos pasos más después de que el mayordomo entra- Lamento molestarla, pero la comida ya está lista.

-¿Gemma ha llegado ya de su paseo?

-Así es Señora...

-Dile que baje a cenar, en un momento me uniré a ella- El señor Kim hizo guardo silencio unos segundos antes de contestar.

-La jovencita dejó claro que no desea cenar en este momento mi señora, ¿quiere que se sirva un solo plato?

Escucho un suspiro que estoy seguro es de mi abuela y luego nada. Tal vez ha negado con la cabeza o ha dicho algo tan bajito que no pude escucharla.

-Al parecer la navidad continuará sin cambios para mi... ¿Hay noticias?- pregunta mi abuela después de lo que me parece una eternidad.

-El detective viene de camino para acá, tal vez llegue mañana o pasado, pero por las fiestas es posible que se presente hasta la siguiente semana

-Seguramente quiere su último pago- Escucho los pasos del mayordomo Kim moviéndose por la habitación y siento como si mi corazón quisiera salir de mi pecho y correr hasta un lugar lejos.

-Los abogados saldrán a Londres dentro de unos días- Escucho el tintinar de unos cristales y luego el sonido que se crea cuando estás sirviendo agua. Mi abuela tiene la mala costumbre de beber cuando está sola. Nunca la he visto pasada de copas, pero tampoco creo que sea bueno para su salud beber diario- No harán nada sin su consentimiento.