Me corté las penas y emanó nostalgia, no obstante era ya frecuente.
Ciego por momentos fui preso de la neurosis
Dando trompicones tropecé con mi neuralgia, aunque lo que más reflejo es la rabia contenida.
Me voy a partir la lengua si me la muerdo.
Y hoy no estoy para saborear la desventura.
De tu ira, de tu parte oscura, me duele la mandíbula de tanto apretar. Siento que me dejas a solas con mi negrura, como si mañana no supiese despertar.
Harto de esperar lo que no regalan, será mejor desaparecer, creo que ya empieza a olerse el cadaver, y ya sabes a quien van a señalar.
Con sus trucos te convierten cabeza de turco, basta con que salgas del perfil determinado,
huye en cuanto puedas porque todo se complica,
ya me llamarás cuando te hayas escapdo.
Y agradecerás que te aleje de la fría sensación de esconderte bajo tierra hasta que quien tú y yo hablamos tapa el nicho y ya no volvemos a vernos, o hasta que otro ruido en la ventana me despierta.
