Capítulo 21 (Editado).

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**El sueño:*

Estoy en mi verdadera casa, sentada en el sillón, esperando que los cupcakes que acabo de preparar se cocinen.

-Hola mamá- la saludé, al verla entrar a casa.

-Hola hija mía- me saludó mi madre, besando mi frente-. ¿Cómo has estado?

-Muy bien- respondí-. ¿Y tu?

-Muy feliz de poder volver a verte- respondió y nos abrazamos.

Luego charlamos sobre mi vida (en general). Ella me contó sobre lo que estuvo haciendo todo el tiempo, mientras no estaba conmigo.

A los quince minutos, llegó mi papá y charlamos sobre que hemos hecho cada uno. Mi padre dijo que jamás se había volvió a enamorar. Mi madre no estuvo con ningún otro hombre, ya que no les gustaba. Y yo que ningún chico se me ha acercado, ya que no se lo he permitido.

Mi padre me dijo que están decidiendo la fecha en la que me van a contar mi pasado.

-¿Cuándo?- pregunté emocionada.

-El día de tu cumpleaños número diecisiete- respondió mi madre y sonreí.

-O quizá a los dieciocho- respondió mi padre.

-Pero para esa fecha falta mucho- me quejé.

-Tranquila, vas a vivir- dijo mi madre-. Si quieres puedes pedirle a Luis que te acompañe a casa, pero no creo que quiera viajar sin saber a donde va a ir.

-Ok- dije, con tristeza.

-Bueno, ahora nos tenemos que ir- dijo mi madre-. Buena suerte hija.

-Pero no quiero que se vayan- me quejé-. No quiero.

-Juli, te veo más tarde- dijo mi padre, con un tono amable-. Te voy a volver a ver cuando te acuestes a dormir.

-Hasta pronto, hija mía- se despidió mi madre-. Y no te olvides que dejaste cupcakes en el horno.

Ella dijo eso, me dio un beso en la frente y se fue, seguida de mi padre, que me abrazó y luego se fue.

Saqué los cupcakes del horno, los metí en la heladera y crucé la puerta, sabiendo que esta es una manera directa de despertarme.

*Fin del Sueño.**

Me desperté a las 5:30AM. Hoy voy a ir a la escuela y vamos a tener toda una jornada escolar de educación física, para compensar los tres días que faltamos. Como hoy hace muchísimo calor, nos permitieron llevar shorts deportivos y musculosas o tops pero que tapen (sí o sí) ciertas zonas esenciales.

Me puse un corpiño deportivo blanco, una musculosa blanca, un pantalón negro, unas zapatillas negras deportivas (son cómodas, pero no me gusta usarlas) y una campera negra con detalles en blanco.

Luego de cambiarme preparé mi desayuno y el de Luis, quien acaba de entrar al baño. Agarré una mochila, donde puse mi celular, mi billetera, pañuelos descartables y un espacio para una botella con agua, que voy a comprar más tarde. Terminamos de cambiarnos y fuimos a la escuela.

Antes de entrar, Luis compró dos botellas de agua, una para él y una para mí.

Entré justo para cuando tocó el timbre. Formamos, saludamos a la bandera y entramos a el aula, donde las chicas me hicieron un montón de preguntas.

-¿Por qué faltaste?- preguntó una de las chicas.

-¿Estás bien?- preguntó otra.

-¿Cómo anda el entrenador?- preguntó una tercera chica.

La Princesa HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora