Me desperté a las 5:30AM.
Agarré mi celular y revisé los mensajes. La mayoría son de Josefina y Tomas preguntando dónde y cómo estoy, pero no tienen respuesta de parte mía. Tengo diez mensajes de cada uno de mis amigos cazadores. Tengo treinta mensajes y llamadas perdidas de cada uno de mis amigos inhumanos. También, tengo muchas invitaciones a fiestas.
Agarré un libro y me quedé leyendo, esperando a que llegue Pablo o Alejo y me dejen ser libres.
.-.-.
A las 8:35AM luego del desayuno, llegaron Alejo y Pablo.
"Hoy te dejaremos ser libre"- pensó Alejo.
-¡Voy a ser libre!- grité, con mucha alegría.
Alejo me sacó el último cable.
Me saqué las vendas de mis muñecas y me curé todas las heridas. Ahora puedo mostrar mis brazos sin pinchazos.
-Ahora, solo esperemos a que te traigan rop...- dijo Pablo, pero lo interrumpí.
-Ayer Josefina me trajo ropa- interrumpí.
Me bajé de la cama y agarré la bolsa que me dio ayer Josefina.
Entré al baño con la bolsa en la mano.
Me cambié de ropa y me acomodé mi pelo.
Salí del baño, a los diez minutos de haber entrado.
-¡Qué rápida!- dijo Alejo.
-Tardé un montón- me quejé-. Habitualmente, tardo como máximo cinco minutos.
-Otra observación- dijo Pablo, anotando en su cuaderno.
-Bien. Gracias por mantenerme encerrada por tanto tiempo- dije con sarcasmo, acercándome a la puerta-. Pero yo siempre voy a ser libre.
-Juli- dijo Alejo y lo miré-. Te olvidas de esto.
Me dio un papel que autoriza mi salida del hospital.
-Gracias por todo chicos- dije-. Los veo en la escuela.
Dicho eso, empecé a caminar hacia la puerta.
-¿Sabes donde queda la salida?- preguntó Alejo.
-No, pero lo averiguaré dentro de muy poco- dicho eso, me subí al ascensor.
Bajé a la planta baja y fui a la entrada, donde le mostré mi permiso al guardia de seguridad y salí.
Agarré mi celular y le envié un mensaje a Josefina.
Yo: ¡Soy libre! ¡Ya salí de la prisión/hospital!
Josefina: Ve hacia el estacionamiento y búscame.
Yo: Ok.
Fui al estacionamiento y encontré el auto de Josefina.
Rápidamente, fui y Josefina salió del auto.
Nos abrazamos, como si fuera a primera vez que nos vemos después de un largo tiempo.
-¡Soy libre!- grité.
-Ven- dijo Josefina-. Es hora de regresar a casa.
-Por favor- dije.
Subimos al auto y fuimos empezamos a ir a la casa de Luis.
Pusimos la música a un volumen muy alto, mientras cantamos las canciones que van apareciendo en el momento. Me estoy rompiendo los oídos, pero no me importa.
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La Princesa Híbrida
FantasyEsta es la historia de una chica llamada Juliana Martinez. Sus padres solo estuvieron con ella el primer mes de su vida y luego la dejaron en un orfanato, ya que ellos murieron. Esta chica tuvo una infancia no muy feliz. Es una niña especial en much...