*Voy a adelantar unos años.*
Ahora, tengo cincuenta y dos años, y mi pequeña hija seis añitos.
Mi hija se llama Natalí (apodo Naty). Su físico es como el mío, pero con los ojos, mejillas, nariz de Tomas.
No se sabe como es que Naty nació pero supongo que Tomas es el padre por su gran parecido.
Hasta el día de hoy, nadie sabe de la existencia de mi hijita, excepto yo, Alejo y Josefina. Vivo en Madrid (España) junto a mi hijita. Josefina es mi vecina de al frente. Todos los que me conocen y no saben el gran secreto que oculto, creen que desaparecí y aun que me han buscado por cielo, tierra, agua y todas las dimensiones, no me encuentran.
Son las 8AM.
Levanté a mi hija y ella se cambió, mientras preparo el desayuno.
-Hola mami- me saludó, al llegar al comedor.
-Hola pequeña- saludé, abrazándola-. Vamos a desayunar. Hoy tenes que ir a la escuela.
Ella sonrió, alzando sus brazos, para que la cargue.
Senté a Naty en su lugar y le serví el desayuno.
Desayunamos juntas y me preparé. Peiné a Naty y la llevé a la escuela, que empieza a las 8:30AM hasta las 12:30PM.
Dejé a mi pequeña y luego fui a trabajar a la oficina de uno de los edificios más importantes de la ciudad donde Josefina es un puesto inferior al mio (soy la sub-jefa).
.-.-.
A las 10AM me llamaron de la escuela, diciendo que los padres y las madres, tienen que retirar a sus hijos e hijas, ya que hubo un grabe accidente. No sentí el olor de la sangre de Naty, pero si escuché su grito silencioso y sus llantos.
Salí de mi trabajo y fui a buscar a mi pequeña niña.
En la entrada de la escuela están varias ambulancias y autos de policías.
Busqué a mi hija y la encontré, llorando en una esquina del baño.
-¡Natalí!- grité y ella me vio.
Corrí hacia ella y la abracé.
-Mami, tengo miedo- dijo la pequeña.
-No pasa nada. Estás conmigo, nadie te hará daño- dije, con mi hija en brazos.
La pequeña miró detrás de mi, con mucho miedo.
-¿Qué pasa?- le pregunté.
-Está... Él... ¡Cuidado!- gritó la pequeña.
Me giré dejando a mi hija, detrás mio, donde alguien que no me gustaría ver está detrás mio, clavándome su cuchillo en las costillas.
-¡Mamá!- gritó Naty, llorando.
-Tranquila- le dije, mientras me saco el cuchillo y me sano-. No pasa nada.
-¿Juliana?- me llamó la criatura que me apuñaló.
Su voz me fue muy conocida.
Agarré a mi hija y miré a quien me llama.
-¡JULIANA!- gritó y se lanzó para abrazarme, pero lo esquivé.
-Naty, vayámonos a casa- le dije a mi hija quien lloraba.
Fuimos hasta la entrada y caminé hasta casa con mi hija en brazos, mientras llora y yo la abrazo.
Al llegar a casa, entramos y me bañé junto a mi hija, para luego hacerla dormir.
Acosté a Naty en su cama y alguien tocó la puerta.
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La Princesa Híbrida
FantasyEsta es la historia de una chica llamada Juliana Martinez. Sus padres solo estuvieron con ella el primer mes de su vida y luego la dejaron en un orfanato, ya que ellos murieron. Esta chica tuvo una infancia no muy feliz. Es una niña especial en much...