Capítulo 109 (Editado).

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*Voy a adelantar VARIOS AÑOS.*

Ahora, tengo cien años. Tomas ciento un años. Los creepypastas, mis padres y yo, seguimos aparentando la edad de siempre. Para mi cumple número noventa y nueve, Tomas me pidió que nos casemos y simplemente, le respondí con un gran y largo beso. Por ahora, nadie sabe de esto, ya que Tomas, quiere que sea secreto hasta que cumpla un siglo.

Hace un mes exacto había sido mi cumpleaños y Tomas, se declaró (otra vez) en público. Mi padre casi lo mata pero le dije que si hacía eso, no le hablaba nunca más en el resto de mi vida. Gracias a mi advertencia, Tomas sigue vivo.

Hasta el día que Tomas se volvió a declarar estuve en "huelga de hambre" lo que significa que ya no comía, por extrañar tanto a Josefina y a Natalí. El día que Tomas se volvió a declarar, le prometí que me cuidaría, por él, ya que si yo muero, él sufre y no quiero que sufra.

*****Nota de la Autora: Utilicen su hermosa imaginación para imaginar como fue la boda, porque tengo flojera de escribir como fue todo el casamiento, la fiesta y la "luna de miel" (no la escribiré, ya que no quiero terminar traumada con mi propia historia).******

Al final de la boda fuimos a nuestra "luna de miel" a una isla privada, que había reservado un año antes. Tomas me propuso que formemos una familia (otra vez) y yo acepté.

Al volver a casa, mi padre, nos interrogatorio al estilo de la CÍA y la FBI, todo junto y por poco me vuelvo loca.

.-.-.

Me levanté de la cama y me bañé. Al terminar, me cambié y peiné.

Estoy en mi casa que compré junto a Tomas. Mis padres viven en la casa de al frente, ya que no me quiero ir muy lejos de mis padres y como encontré esta casa a la venta, con mi pareja la compramos y la remodelamos.

Fui a la cocina, que allí se encuentra Tomas, preparando el desayuno.

*****(Nota 2 de la Autora: Imagínense como quieran la casa. Datos de la casa: Es grande, de dos pisos, con pileta climatizada en el patio interno, con sótano y balcón)*****.

-Hola amor- le dije, sonriendo.

-Hola mi reina- dijo él, abrazándome.

Mis padres me dicen "pequeña princesa", aunque de pequeña no tengo nada. Tomas me llama "mi reina". Si cualquier otra criatura, me dice "princesa" o "reina" me enojo demasiado, ya que no me gusta que los demás me llamen así, solo mis padres y Tomas, pueden utilizar esos apodos.

-Ya preparé el desayuno- dijo. 

-Okis- dije y preparé la mesa.

Tomas sirvió el desayuno y comimos.

Al terminar de comer, salí corriendo al baño y vomité... Eso es una buena señal.

Tomas corrió detrás de mi y me agarró el pelo, mientras vomito todo.

-¡Juliana! ¿Mi reina, estás bien?- dijo Tomas, cuando terminé de vomitar.

Me lavé los dientes y Tomas me dio jugo (de manzana), para que me saque el mal sabor de boca.

Tomé el jugo y dejé el vaso sobre la mesa.

Tomas me agarró en brazos y me llevó a la cama, donde me acostó.

-¿Estás bien?- dijo Tomas, abrazándome, sentando al lado mio.

Miré mi panza. Tengo esa pequeña luz, que apareció cuando estaba embarazada de Natalí.

La Princesa HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora