Me desperté intenté abrir mis ojos o moverme, pero me resultó imposible. Lo único que puedo hacer, es escuchar.
-¿Seguro que solo está dormida?- preguntó una voz masculina-. ¿Seguro que ella está bien?
-Si- dijo una segunda voz masculina-. Como le han aplicado tanto calmante, solo está inconsciente, pero pronto se despertará más calmada... O eso es lo que esperamos.
-Espero que tengas razón, o vas a morir- dijo la primera voz.
-No nos adelantemos a los hechos- dijo la segunda voz, con un tono de miedo-. Mejor nos vamos y la dejamos dormir. Seguramente gastó demasiada energía y tiene que recuperarla.
Volví a intentar moverme y lo logré.
-¡Hijita! ¿Cómo te sientes, mi pequeña?- dijo mi padre, abrazándome.
Recordé lo que sucedió andes de que me desmaye.
-¿Dónde está Lucy?-pregunté, muy enojada-. Aún no terminé con ella.
-Ella está en su habitación con un doctor- dijo la segunda voz, que es de Alejo, el doctor de la escuela inhumana-. ¿Cómo te sientes?
Me enojé al saber que sigue viva. Si la muy **** sigue con vida, va a volver con Tomas y no lograré terminar mi venganza. Ella me hizo sufrir de la peor forma y pienso devolverle el favor.
-Hija, cálmate- dijo mi padre.
-No estoy enojada- mentí.
-En tus ojos se ve la ira que sientes, no nos puedes mentir- dijo mi padre.
Me dieron un espejo y logré ver mis ojos, que no tienen su color habitual, sino, que son grises en donde debería estar blanco y violetas en donde debería estar el azul que me carazcteriza.
-Pequeña, ya no pienses en Lucy- dijo mi padre-. Tengo chocolate.
Lo miré, sonriendo.
-Ten- dijo mi padre y me dio el chocolate.
Comí el chocolate, estando sonriendo, pero cuando se acabó, volví a enojarme.
-¿Tienes más chocolate?- le dijo Alejo a mi padre.
-En el mundo humano si, acá no- dijo mi padre-. Ya vuelvo con más chocolate.
-Vuelve rápido- dijo Alejo y mi padre se fue corriendo.
-Quiero ver a Lucy y a Tomas- dije, muy enojada.
-En el estado que estás, va a ser imposible- dijo Alejo.
-Si tu no me dejas, yo misma iré- dije.
-No tienes ni idea de donde están. No puedes irte- dijo Alejo, sonriendo victorioso.
-No se donde están, pero se como encontrarlos- dije, mirando la sangre de Lucy, que está en mi mano, que cayó cuando golpeaba a la *****.
-¡Ni te atre...!- gritó Alejo, pero yo ya me había teletransportado a la habitación donde Tomas está abrazando a Lucy.
-Hola parejita feliz. Vengo a darles un regalo, del que se acordarán para el resto de sus vidas- dije, mostrando los colmillos.
Me lancé sobre Lucy. Tomas intentó detenerme, pero lo lancé contra la pared y cayó desmallado al suelo.
-¡Ayuda!- gritó Lucy.
-Nadie te va a salvar, pequeña princesa- dije.
-¡Vete de aquí! ¡Fuera!- gritó Lucy, mientras la golpeo.
-Ni siquiera sabes defenderte- dije-. Qué patética eres.
-Por lo menos fui educada por mis padres, no como otras a las que su familia la abandonó por que es una farsante y nadie la quiere- dijo Lucy, tocando un tema muy delicado.
Empecé a llorar y a gritar.
-¡NO TIENES NI IDEA DE CUANTO HE SUFRIDO EN MI VIDA ENTERA, ASÍ QUE CÁLLATE!- grité.
-¡Juliana!- gritó mi padre, entrando a la habitación.
-¡¿QUÉ?!- grité, mientras golpeo a Lucy.
-¡Deja a Lucy ahora mismo!- gritó mi padre.
-Ok. Tu lo pediste- dije, lanzando a Lucy al aire de un gran golpe en el estómago, para que luego caiga en el suelo, inconsciente y sangrando-. Eso le pasa por ****.
Sentí varios pinchazos por todos lados de mi cuerpo y vi todo negro.
Antes de llegar al suelo inconsciente, alguien me agarró.
.-.-.
Me desperté. Estoy en una habitación totalmente negra, acostada en una cama.
Me teletransporté al lado de Lucy y desconectó todo los aparatos que rodean a Lucy y la mantienen viva.
Lucy despertó y la miré de mala forma.
-Hola querida. Al fin tenemos tiempo de terminar, lo que quedó pendiente- dije-. Y esta vez, no zafarás tan fácilmente.
-Aléjate de mi- dijo Lucy, con un hilo de voz.
-Estás tan débil, que ni siquiera hablar te sale bien- dije-. Qué bueno, que eso no durará tanto tiempo.
Me transformé en lobo y Lucy me miró sorprendida.
-¿Eres... Eres una.. licántropo Alpha?- dijo Lucy, muy impresionada-. Aléjate de mi, monstruo.
-Aquí el único monstruo, eres tu- ladré, pero Lucy no me entendió.
Me lancé sobre Lucy y empecé a desgarrar su piel, con mis garras, mientras sonrío feliz y victoriosa, mientras escucho sus gritos, que para mi, es una hermosa melodía.
Dibujé sobre el estómago de Lucy, un corazón tachado y destrocé todo a su alrededor.
-¡¿JULIANA?!- gritó Tomas y lo miré.
-Así me llamo yo- ladré, pero no me entendieron.
-¡¿Eres un... Licántropo?!- dijo Tomas, muy asustado.
Asentí con la cabeza.
-No es que tenga algo en contra tuya, pero, te odio por haberle hecho daño a Lucy- dijo Tomas, muy asustado, apuntándome con su cuchillo.
-No me lograrás hacer daño con eso- ladré, pero por tercera vez, nadie me entendió.
Seguí haciéndole daño a Lucy y disfruté eso.
Tomas me empezó a cortar la espalda, pero no me importó que tan profunda sea las heridas, yo seguí desfigurándole el rosto a Lucy.
-¡JULIANA SOFÍA LAURA PAULINA LUCIFER ANGELA DE LA ROSA SALVATORI BLACK WHITE!- gritó mi padre y lo miré, dejando de atacar a Lucy-. ¡Deja a tu prima en paz!
-¡No quiero!- ladré y volví a atacar a Lucy.
-Lo siento mi pequeña- susurró mi padre y sentí varios pinchazos.
Dejé de atacar a Lucy y me fui debilitando de a poco.
Me senté al lado de la cama donde está Lucy y caí dormida, sintiendo mucho dolor por todas partes e intentando mantenerme en mi forma de lobo, ya que no quiero que me vean sin ropa, pero fue un esfuerzo en vano.
Lo último que vi, fue a Tomas abrazando a Lucy, mientras es llevada por unos doctores vestidos de bata negra y mi padre, cubriéndome con algo, para que no me vean sin ropa, ya que regresé a mi forma humana.
Editado: 22/11/2019
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La Princesa Híbrida
FantasíaEsta es la historia de una chica llamada Juliana Martinez. Sus padres solo estuvieron con ella el primer mes de su vida y luego la dejaron en un orfanato, ya que ellos murieron. Esta chica tuvo una infancia no muy feliz. Es una niña especial en much...