Capítulo 35 (Editado).

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**En el sueño:*

Estoy en una habitación muy grande y espaciosa, con ningún color en particular.

Empecé a recorrer el lugar, pero no encontré nada que me indique en donde estoy.

De la nada empezaron a aparecer animales heridos y acaricié sus heridas, logrando sanarlos.

Sentí que alguien me persigue y comencé a correr, chocándome con algo. Me levanté y vi un espejo, la extraña sensación volvió a mi y dejé de verme. Otra vez ocurrió y logré ver mi reflejo.

El reflejo desapareció en una lluvia de brillos y escuché algo caer desde lejos. Miré hacia arriba y una parte del techo se estaba cayendo. Coloqué mis manos hacia arriba, queriendo detenerlo. En cuanto impactó contra mi, se rompió y no me hice ningún daño.

El espejo volvió a aparecer con la palabra "gatito" en el borde superior del marco. Me quedé pensando a qué se refería y de un un segundo a otro, mi cuerpo se transformo en un gatito de color negro, con una mancha en forma de corazón en el pecho en blanco. Me moví un poco y volví a forma humana tras sentir un escalofrío.

Ahora el espejo dice "infante". Creo saber a qué se refiere. Pensé en como era cuando tenía unos seis años y de un segundo a otro, soy una niña pequeña. Quise ser de mi edad y volvía la normalidad.

El espejo desapareció y caminé un paso hacia adelante, deteniéndome al ver que algo me impide avanzar. Frente a mi, aparecieron unas gotas de agua flotando en el aire, las cuales se multiplicaron, evaporaron, congelaron, moldearon y eliminaron.

Caminé otro en cuanto pude moverme y me detuve. Frente a mi apreció una pequeña llama de fuego flotando en la nada, la creció y disminuyó, cambiando de formato, haciendo pequeños garabatos y al final, se extinguió.

Caminé otro paso más y me detuve. Muchas piedras se juntaron, armando una pared, para luego moverse por donde iba mirando y al final derrumbarse cuando di un paso. 

Di otro paso paso más y me detuve. Una ráfaga de viento me movió hacia adelante, se concentró, absorbiendo hojas que aparecieron de la nada, siendo más fuerte y luego más suave, hasta desaparecer, empujando con tal fuerza que me tiró al suelo.

*Fin del sueño.**

.-.-. 

Para cuando la directora anunció la hora de desayunar, fui a mi habitación para cambiarme, ya que no llegué a cambiarme por ir a desayunar primero.

Mientras me cambio, me quedé pensando en lo complicado que es todo ahora y recordé era pequeña, que paseaba por la casa (donde estaba), con una hoja de dibujo y un lápiz en mis manos para poder dibujar lo que encontraba. En ese tiempo, no importaba nada, aparte de que no pintar fuera de la linea.

-Quisiera tener seis años otra vez- dije en voz alta y suspiré-. Sería divertido revivir esos momentos.

Me levanté de la cama y el uniforme se deslizó por mi piel, cayéndose al suelo. Toda mi ropa me queda enorme.

Corrí hasta el espejo y me miré.

-¿Qué me está pasando?- me pregunté a mi misma.

Ahora en vez de tener un físico de una chica de diecisiete años, tengo el cuerpo de una niña de seis años (foto de Juli pequeña en multimedia).

-¿Que...?- dije y me asusté por lo que escuché.

Mi voz es la que tenía a los seis años... Mi voz es de una inocente y dulce niña.

Intenté volver a la normalidad, pero no lo logré. Me asusté. 

Volví a intentar, pero bajo presión no lo logro hacer. 

La Princesa HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora