Capítulo 3

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Los días pasan con rapidez aquí. Hace cinco días llegue a este regimiento, no hay tiempo para aburrirse en realidad, nos hacen levantar muy temprano para hacer ejercicio, mi cuerpo ya está tomando forma aun que me cuesta mucho hacerlos. Ahora estamos en cena. Hablo con una niña que es un año mayor que yo, decidió ingresar aquí por un mal amor.

-¿Qué quieres hacer esta noche?- me pregunto Fátima.

-Conocer un poco- dije comiendo de mi bandeja –No hemos tenido tiempo para eso, esta noche y mañana es nuestro primer día libre-

-Estoy muy cansada como para salir, dormiré todo el día- comenzamos a reír. -¿Crees que nos dejen con los mismos grupos?- la mire poniendo la cuchara en mi boca.

-¡No!- dije divertida –Moriría si tuviera que verle la cara nuevamente a ese imbécil-

-Por llevarle la contraria ganaste la prueba Lenna-

-Lo tengo claro, pero lo odio, lo tomaría del cuello y lo doblaría hasta que suene, luego lo tiraría al mar-

-Aquí no hay mar- dice mirándome fijamente.

-Lo arrastro hasta uno- estallamos en carcajadas.

Nos levantamos para dejar nuestras bandejas, salimos del casino hasta el patio. Como Fati fumaba teníamos que ir detrás de unos árboles, según ella así no molestaba a nadie. Nos sentamos en un tronco caído, me quede mirando las nubes y las formas en ellas. Se me vinieron a la cabeza esos grandes ojos cafés y esa hermosa sonrisa.

-¿Piensas en él verdad?-

-¡No!- dije mirándola alarmada –Me ayudó mucho lo reconozco, pero de ahí nada mas-

-Te gusta- abrí mis ojos como platos. –Ven acompáñame-

-Sabes que tenemos prohibido ir a ese lado Fátima- dije jalándola para el otro lado.

-Tú piensas en él, es momento de que lo veas- me tiro y me obligo a caminar junto a ella.

Llegamos a una parte que había un reja, se veían hombres hablando y riendo. Otros jugando a pelear, de un momento a otro mi corazón se apretó. Ahí estaba el junto a una niña más o menos de mi edad, hablaban animadamente, ella pasaba las manos por su cabello y el acariciaba su mejilla.

-¿Desde cuándo Hamilton puede estar ahí?- dice Fati en voz baja.

-No lo sé, vámonos- en el momento en que estamos a punto de girar ella toma su mentón y une sus labios con los de él.

Trague saliva y salí corriendo antes de que Fátima me dijera algo.

¡Tenia novia!

Era más que seguro que pasaría algo así, alguien tan lindo como él no podía estar solo. Para mi mala suerte es hija del comandante Hamilton, jefe de nuestra sección. Llegamos al mismo árbol y me senté.

-Puta perra, la mataría- llego Fátima gritando.

-No tienes porque, entre Derek y yo no hay nada- dije levantándome –Vámonos estoy cansada-

Volvimos a nuestro camarote, Fátima estaba junto a mí en la parte de abajo. Podíamos hablar tranquilamente. Llegue a mi cama y me deje caer. Choque con algo que me pincho mi mejilla. Me levante rápidamente y vi que era una rosa roja con un papel envuelto. La tome y desdoble el papel.

"Me gusta recordarte por las noches, no he podido verte, pero esta vez me escape y supe que esta era tu cama solo por reconocer tu olor pequeña princesa, nos veremos pronto"

Completamente una Locura  #AmantesDeLasLetrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora