Epílogo

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Quede mirando a Jane como jugaba en la arena. Tomaba arena con sus pequeñas manitos y la vaciaba a su balde rosa.



Han sido meses duros, meses en que me he tenido que ganar su cariño. La primera vez que me vio fue en una plaza, justo el día después de cumplir los cinco años. Ella me había mirado detenidamente y luego siguió jugando junto a su hermano.



Marcel llama mi atención, es un niño de dos años, cabello rubio y ojos mieles como los de su madre. Le sonrió y me entrega una pequeña palita para ayudarlo a escavar.



-Jane al mar no vayas sola- dije sin quitar la vista de ella. Comencé a ayudar a Marcel. No hablaba mucho. Solo pequeños gestos y eso hace para comunicarse.



-Le, agua- escucho a mi hija decir. Para ella he sido Le desde que escucho mi nombre. Mi hermana se levanta y la lleva.



Los niños amaban la playa, era la forma para acercarme más a mi hija y recuperar el tiempo perdido.



(...)



El viaje a casa había sido largo. Debía pasar a dejar a los niños a casa de Derek. No había tenido problema en llevarme a los dos. Pilar estaba en la cárcel junto la madre de Derek. Hamilton había conseguido cumplir su sentencia en su casa, por no estar ligado directamente. Dimitri fue el más que perdió con todo esto. Le dieron una pena de por vida, por considerarlo un peligro para la sociedad. Han pasado siete meses desde que supe la verdad. Verdad que aún me cuesta asimilar y creer



Baje a los pequeños del auto y llame a la puerta. Un Derek con anteojos y ropa causal abrió la puerta. Sonrió cuando vio a Jane en mis brazos dormida. Beso su cabello y tomo a Marcel.



-Bajare las cosas- dice Sindi volviendo al auto.



Camine dentro. Miles de veces había estado en esta casa. Siempre que me llevaba a los niños los traía de noche y directo a sus habitaciones. Por tema que aun son pequeños duermen los dos en la misma habitación.



Deje a mi hija en su cama.


Recuerdo la primera vez que la llame así, ella abrió sus ojos y me quedo mirando detenidamente con esos ojos cafés intensos que tiene. Comenzó a reír y salió corriendo a esconderse tras su padre.



-Gracias por cuidarlos, he tenido mucho trabajo-



-Sabes que siempre puedo estar con ellos, es son que me llames y listo- le digo sonriendo. Voy a la cama de Marcel y beso su cabello. Me había enamorado de ese niño desde que lo conocí. Se dio conmigo antes de que lo hiciera Jane. Siempre con sus abrazos efusivos o sus besos de la nada.



-Me gustaría que te pudieras quedar- giro y lo quedo mirando -A los niños les encantará verte aquí cuando despierten-



-Sabes que eso es imposible- dije mirando a mi hija -Los lleve a la playa-



-Pensé que odiabas el mar-



-Creo que le estoy tomando cariño- respondí golpeando su hombro.



-Lenna ruda- dice apagando la luz y encendiendo la lámpara -Son tan felices- dice mirándolos -Nunca los había visto reír tanto-



-¿Los créditos van para mi?- dije apuntándome.



-Cada uno de ellos- pasa su dedo índice por mi mejilla y luego se da cuenta que lo hizo -Perdona, solo que es la costumbre a Jane le encanta que lo haga- trago saliva.



Lo quedo mirando detenidamente. Solo ha cambiado en que esta mas grande, mas musculoso. Pasa su dedo por mi labio. Solo hace un mes decidí volver a verlo. Tenía que perdonar. Sabia que eso era lo apropiado para poder seguir.



El dolor seguía pero con cada beso y caricia de mi hija iba disminuyendo. Mire a ese hombre que me ayudo en el primer instante en el que me vio. A pesar que tomó malas decisiones ahí estuvo para decirme la verdad.



Cerré mis ojos al sentir sus caricias. Necesitaba que una luz alumbrara esa parte oscura mi alma. Paso las manos por mi hombro y yo por su cintura. Me apretó contra él y yo lo apreté contra mí.



-Se que no es él momento Len, pero le pedí a Margaret que se casara conmigo- besa mi cabello.



-Era lo que tenias que hacer- dije mirando a otro lado y tratando de no...



-Pero su respuesta fue negativa- se separó de mí y me miro divertido, estalle en carcajadas. -Dice que los años de diferencia eran notables y que nuestra relación no llegaría a nada-



-Muy sabía su respuesta, claro restando que es la persona que te crio- golpeo su hombro y salgo de la habitación ya estábamos haciendo mucho ruido por los niños.



-También me dijo que me buscará a una niña hermosa, de ojos cafés oscuro, con ese cabello negro ondulado y que también es la madre de mi hija- me detuve a mitad de la escalera.



-Derek...-



-¡Len relájate sabes que siempre bromeó con eso!- nuestras miradas se encontraron.



-Lo hablamos el otro día- me senté en uno de los escalones y me siguió -Creo que aún me falta tiempo, no puedo dejar a Milla sola- No contuve la risa.



-¡Oh mujer me matas del susto!-



Hace solo unos días habíamos hablado de intentarlo, de dejar todo atrás y formar la familia que soñamos. Ya seríamos cuatro integrantes, cinco contando a mi hermana. Me tomo del mentón y beso mis labios con cuidado.



-Prométeme que no me arrepentiré de darte otra oportunidad-



-No lo harás-



-Prométeme que esperaras a que todas mis heridas se curen-



-Hay mucho tiempo para eso y estaré a tu lado siempre-



-Prométeme que hablaremos de todo lo que nos pasa y pensamos-



-Seré un libro abierto para ti- besa mi nariz.



-Prométeme que me harás seguir dándote hijos guapos- comenzó a reír.



-Prometo que esta casa estará llena de niños- besa mi frente.



Me lanzó a sus brazos y el se levanta haciéndome poner mis pierna en su cintura.



-Siempre quiero que estemos así-



-Amor, prometo cada una de las cosas que estés pensando, prometo ser el mejor hombre para ti y prometo callar a besos cada una de tus inseguridades-



Me apreté más contra él. Cada historia tiene su locura. Cada historia es única. Cada historia de amor no tiene su final feliz.



Los finales felices se pueden dar meses o años después. No porque en su momento dos personas se alejan, eso quiere decir que es para siempre.



Hay miles de mitos sobre el amor, pero en lo único que hay que creer es en el amor propio. Creer que todo se supera y que el daño pasa. Que la vida siempre da la oportunidad de ser feliz. Claro que su manera.



Si alguien te destrozó o hizo daño. No bajes la cabeza, sigue adelante con todo ese dolor interno. Las cosas se dan cuando menos de esperan. La felicidad llega después de cuando se piensa que una situación es completamente una locura.




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Termino de otro proyecto que emoción...

Les cuento que ha sido la historia que más me ha costado escribir. La comencé por una idea estúpida pero luego dice hay que terminarla y aquí está.

Muchas gracias por acompañarme en esto.

Besos para cada persona que la lea y este leyendo esto.

Espero haber cumplido con otro epílogo...no habrá segunda parte o algo que se le parezca es una hstoria que se deja a la imaginación de cada uno...

GariSmile...



Completamente una Locura  #AmantesDeLasLetrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora