- Mira el lado positivo, así estarás en casa - Opina Nia ayudándome a subir las escaleras de mi casa.
Al parecer mi pierna no está bien, tendré que estar en reposo durante 1 semana al menos, o por lo menos moverme lo menos posible.
- ¿Eso significa que no iré a la doble cita de hoy? - Pregunto cuando mis brazos.
- Claro que no. He hablado con tu pade y me ha dejado que la tengamos aquí. ¡Será por la noche!
- ¿Mi padre te ha dejado? - Cuestiono atónita.
- ¡Es genial!
- Claro - Susurro sarcástica.
- ¿Preparada para una tarde de chicas?
Hago un puchero en respuesta pero me ignora.
(...)
- ¡Nia! - Me quejo al sentir el pinta labios en mis finos labios.
- Si casi no se nota - Se escusa sonriendo.
- Entonces no me lo pongas - Replico ladeando la cabeza.
- Sólo un último retoque.
- Dios Nia, es una cita y en mi casa, tampoco tengo que parecer una modelo.
- No seas negativa y confía en mí.
- La última vez que lo hice terminé con una pierna vendada.
- Exagerada - Bufa rodando los ojos.
- Si, justo lo que pensaba - Digo sarcásticamente.
El timbre interrumpe nuestra conversación.
- ¡Ya están aquí! - Exclama mi padre desde abajo. - Y yo me tengo que ir.
- ¿A dónde? - Pregunto bajando las escaleras una por una. Nia había salido corriendo en cuanto escuchó el timbre.
- Tengo una cita - Explica poniéndose la chaqueta.
- ¿Quieres reemplazar a mamá? - Pregunto atónita.
- Cariño... Hablaremos más tarde. Cuidaros y no queméis la casa - Cierro los ojos enfadada al sentir su beso en mi frente. - Te quiero - Y segundos después la puerta principal es cerrada.
Me giro a los invitados que han estado mirando toda nuestra conversación y suspiro.
- Cuánto antes empecemos, antes terminamos - Susurro pasando por al lado de los 3.
HOLAA.
¿Estáis leyendo algún libro actualmente? Si es así ¿cuál?Yo ahora estoy leyendo La Élite y Landon. Todo por ti.
Me gustaría saber cuál estáis leyendo.