Capítulo XXIII
"Todo a su lugar"
Bulma y yo entramos a toda prisa en nuestra habitación. A tirones intentaba quitarle la ropa, enloquecido al sentir su cuerpo contra mi cuerpo.
- ¿No crees que vamos demasiado rápido? – me dijo ella, quitándose la blusa
- No te preocupes, me tendrás disponible toda la noche
Ella se abalanzó sobre mí, quitándome la camisa e intentando desabrocharme el cinturón. Entonces...
- Mamá, papá, los busca el tío Gokú – dijo Bra, golpeando la puerta
- Demonios – dije, dando un puñetazo en la pared - ¿Qué diablos querrá el imbécil de Kakarotto?
- No soy yo el que quiere algo – dijo Kakarotto, apareciendo tele transportado
- Kakarotto ¿no podías esperar? – le grité
- Ay, lo siento – se disculpó, tapándose los ojos
- Ya dime qué es lo que quieres...
- Yo no quiero nada, fue Enma Daio Sama quien me envió a buscarte
- ¿A mí? ¿Y para qué?
Para qué más podía ser: los muertos esos que había sacado del infierno se habían instalado en los bares de la ciudad, llevaban muchísimo dinero bebido a mi cuenta y se dedicaban a hacer disturbios los muy escandalosos.
- ¿y qué se supone que debo hacer?
- Quiere que te lleve a hablar con él. Deben encontrar una manera de solucionar esto.
- Pues los matamos y punto – dije, muy confiado
- Vegeta, ya están muertos – me corrigió Bulma
- Está bien – suspiré, resignado – ya vamos, Kakarotto.
Kakarotto y yo nos dirigimos gracias a la tele transportación hacia donde estaba Enma Daio Sama. Él nos esperaba, bastante harto de la situación.
- Muy bien, Vegeta, sólo porque eres amigo de Gokú te daré una oportunidad. Si no lo fueras, ya estarías destinado a pasarte la eternidad en el infierno
- Bah, no exageres – dije, restándole importancia
- Gracias Enma Daio – agradeció Kakarotto – ahora dinos ¿Qué debemos hacer?
- Tú nada – respondió el gigante ogro – pero Vegeta tendrá que regresar a todos y cada uno de los villanos sin usar la violencia. Esto pudo ser mucho más grave, por suerte esos sujetos decidieron dedicarse a hacer tonterías en lugar de tomarse las cosas en serio y destruir la tierra
- ¿Qué? – exclamé - ¡Pero eso es imposible! Es evidente que sin violencia no los llevaré a ningún sitio...
- Pues tendrás que hacerlo posible si cuando mueras no quieres ir al infierno – sentenció
- Está bien – dijo Kakarotto – encontraremos la forma de lograrlo ¿verdad? – me sonrió
Lo observé serio; definitivamente eso no sería una tarea sencilla.
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Lo primero que decidimos hacer fue reunirnos en un bar con todos los malvados seres que conformaban mi ejército de destrucción, para contarles del problema que se había armado e informarles que debía regresar cada quien a su lugar. Pero una vez juntos, la situación se volvió cada vez más tensa.
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Más de cien mentiras
FanfictionDespués de un fin de semana de entrenamiento que deciden tener juntos y completamente solos, Gokú y Vegeta regresan más unidos que nunca. Comportamientos extraños, intrigas y dudas es lo que conlleva esta situación; ambos saiyan, declarados rivales...