Más de cien mentiras
Capítulo XX "Una cucharada... la misma medicina"
- No tengo nada que hablar contigo
- No me vengas con eso – le dije, aburrido.
Bra me miró desafiante.
- Mira – le dije, con calma – sé que las cosas no han ido muy bien, pero eres mi hija
- ¿Y eso qué tiene? – preguntó con indiferencia
- No me gusta pelear contigo, eres mi princesa y lo sabes.
- Y a mí no me gusta que engañes a mi mamá – contestó molesta
- Y ya no la engaño más. Ella me dejó.
Bra se sorprendió tanto que se quedó callada. Y yo, al decir esas palabras, por fin asimilé lo que había ocurrido: ¡Bulma me había dejado!
- Bulma me dejó – balbuceé - me dejó, ella me dejó...
Creo que entré en una especie de estado de shock, porque no podía parar de repetir que Bulma me había dejado.
No sé cuántos minutos estuve diciendo lo mismo, pero de pronto me vi sentado en la cama de mi hija con un vaso de agua en la mano, y ella sentada junto a mí con cara de preocupación.
- Papá, reacciona – dijo, dándome una pequeña bofetada en la mejilla
- Estoy bien, Bra – dije, poniéndome de pie – creo que debo irme
- ¿Y no piensas hacer nada para recuperar a mi mamá?
- No lo sé, hija, cuando lo sepa te lo diré – contesté, mientras me marchaba de su habitación.
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Me fui a ver a Mika. Al llegar, Leah me dijo que podía encontrarla cerca del lago, en un pequeño bosque, a unos pocos kilómetros de ahí. Finalmente la encontré.
- Mika – le dije sonriendo
- Hola Gokú – saludó desanimada
- ¿Qué te ocurre? – pregunté al notarla extraña
- Me voy de este planeta – contestó de sopetón
- ¿pero por qué? – exclamé, sorprendido
- Hay cosas que no te he dicho. Desde que se acabó el imperio de Freezer que todos los que trabajábamos para él tuvimos que buscar otras opciones de vida. Yo me fui a un planeta pequeño, donde me hice muy cercana con los aldeanos, quienes vieron que yo sabía mucho de medicinas, y me pidieron que me encargara de curar a los animales heridos. Así que a eso me dedico ahora, y no puedo tenerlos abandonados tanto tiempo. – contestó
- Pero... ¿Qué pasará conmigo? – pregunté triste
- Me gustas, Gokú, eso está claro. Es muy probable que me haya enamorado de ti. Pero tienes esposa, hijos, hasta una nieta. Creo que es demasiado tarde para nosotros – habló, con una sonrisa de resignación
- Claro que no – dije, tomando su mano – Mika... quiero ir contigo
- ¿Qué? – exclamó confundida
- Lo que oyes. Quiero irme contigo y que juntos curemos muchos animales, y que seamos felices – dije, con alegría
- ¡Gokú! – gritó y me abrazó con fuerza – pero... ¿Y tu familia?
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Más de cien mentiras
Hayran KurguDespués de un fin de semana de entrenamiento que deciden tener juntos y completamente solos, Gokú y Vegeta regresan más unidos que nunca. Comportamientos extraños, intrigas y dudas es lo que conlleva esta situación; ambos saiyan, declarados rivales...