-¡Esta era negra!- Se defendía Marinette ante las burlas de su amiga.
-Admito que el color es extraño, pero sigue siendo una mariposa, no es una amenaza, más bien, una maravilla de la naturaleza, me hubiera encantado haberla visto.
-¡Estaba más clara que el agua!- Argumento, no comprendía por qué Alya no pudo verla, paso sobre ellas a una altura no más de seis metros, era imposible que pasara inadvertida.
-Lo siento, Marinette, pero no fue el caso, será para la próxima ocasión- dijo colocando su mano sobre el hombro de la azabache.- Mejor deberíamos terminar con los siguientes pedidos o nunca terminaremos a tiempo.
Marinette, solo se limitó a asentir, no podía quedarse a seguir discutiendo con algo que ya había pasado, sobre todo si aún tenía trabajo. Las dos chicas se colocaron de nuevo el delantal y prosiguieron con su labor.
La hora de la comida estaba cerca, en poco tiempo la panadería estaría lista para recibir a la clientela de las tres de la tarde. Una alta variedad de panes yacían colocados delicadamente en las vitrinas del establecimiento. La campanilla de la puerta sonó, anunciando a un cliente.
-Bienvenido señora, - Marinette había salido a recibir a su futura compradora- ¡Oh por dios! ¿Se encuentra usted bien?- Sin pensarlo, la azabache ofrecía su ayuda a la dama de mediana edad, que se hallaba frente a ella cubierta de hollín.
-No debes preocuparte, lo peor ya ha paso. - contesto la dama tratando de tranquilizarla.- Hubo un incendio en mi aldea hace poco, por suerte él estaba allí, y termino con el demonio.
-¿Él?- Marinette preguntaba extrañada.
-Creo que ya entendí- Interrumpió Alya saliendo de la cocina- Usted se refiere a Chat noir, ¿no es cierto?
-Exactamente.- asentía la mujer.
-¿Quién es Chat noir?
-Veras, - explico Alya- desde hace tres años que algo extraño ocurre en este reino, ya han sido demasiadas aldeas víctimas de los demonios.
- ¿Demonios?- este tema empezaba a asustar a la joven panadera.
- Nadie sabe cómo es que surgen, últimamente he escuchado que son personas poseídas. Hacen daño por todos lados, aparentemente sin objetivo alguno. Chat noir, es nuestro justiciero, siempre arriesga su vida para acabar con los demonios.
-Es un héroe- halago la mujer.- Se quemaron algunas casas, pero nadie salió herido. Así que decidimos festejar, es por eso que he venido por algunos bocadillos.
- Por supuesto, tome los que guste están recién hechos.
-¿Chat estará allí?- La cara de Alya tomo un semblante de emoción, no podía ocultar que estos temas le interesaban demasiado.
- Lamento decírtelo querida, se marchó apenas termino. Pensándolo bien-dijo haciendo una pausa- me sorprende que no conocieras acerca de Chat.- comento dirigiéndose a Marinette.
-Bueno eso se debe a que Marinette solo lleva tres meses aquí, -La morena había tomado la palabra-ella viene del reino del norte, me hace pensar que esta clase de problemas no son comunes para ellos, además, pasa tanto tiempo en la panadería que ni siquiera tiene idea sobre quiénes son sus vecinos, de no haber entrado por mi cuenta seguro y ahora le estaría doliendo la espalda por trabajar ella sola.
-Es una suerte que no haiga pasado nada por esta parte, después de todo mi aldea queda a menos de dos kilómetros de aquí.- La revelación de la señora alarmo a las jóvenes, inconscientemente volvieron la vista hacia la ventana, donde algunos residuos de humo se esparcían por el aire. Habían estado tan concentradas con lo que hacían, que, se olvidaron completamente de que existía más después de la puerta de madera que correspondía a la entrada.

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Akuma
FanfictionMarinette es una chica normal que trabaja como panadera a las afueras del reino. Nunca se explico el porque le temía a las mariposas, hasta que conoció a Adrien, un joven que se dedica a cazar esas mariposas, o mejor dicho, akumas.