-Día 5-
Tenía que volver al trabajo, anoche fue una gran noche, pero nada. No conseguí nada. Jungkook pidió y pidió hasta la hora de la verdad, que el miedo se apoderó de él y acabó apartándome y yendose a dormir. No me importa la verdad, no es que yo fuera a dar mucho de mí. Todo lo contrario. Pero al menos, podría calentar un poco la cosa.
Me levanté con cuidado para no despertar a jungkook, quien dormía placidamente a mi lado con un pie fuera de la sábana y con los pelos un poco alborotados. Tenía una mancha de baba en la almohada, no pude no sonreír al ver eso.
Me vestí con el "uniforme", ya sabeis, eso. Y luego fui a hacerme el desayuno. No tenía ganas de nada así que decidí comprar un café de estos de película y bebermelo por el camino o cuando llegara al trabajo. No estaba malo, sabía bien, el que yo preparo sabe mucho mejor, pero no puedo pedir más en un bar de mala calidad de la esquina de enfrente a mi pisito de mierda.
Pero el café no me duró mucho cuando al llegar al trabajo un jovencito con muchos papeles tropezó conmigo y dejó caer mi café en todos sus preciosos papeles blancos. Me pidió perdón con cara de miedo. Todos me miraban con esa extraña cara con la que ya me miraron una vez y gracias a eso, sabía que me había llegado otra de las cajas de mi querido criminal.
Fui a mi escritorio pero no había nada. Bueno, parcialmente. No había ninguna caja, pero si una nota. ¿Una nota? ¿De mi criminal? Esto si que es raro.
"Un largo camino por recorrer, un nuevo sitio donde poner aquella caja nueva, ven y resuélveme."
¿Un acertijo? Eso si que era de extrañar, más que la propia nota. No era difícil de resolver, parece que piensa que soy más tonto de lo que realmente soy. Un laberinto, a ser posible el más largo, y el sitio donde está la caja es o en un cartel que tenga otro acertijo o en el final de este. Y apuesto a que está en el final, porque si no el acertijo estaría equívoco.
-Oye, Jongin. -Llamé a uno de mis compañeros.
-Dime, ¿qué necesitas ahora, mamonazo? -Siempre contestaba igual, cosas de policías.
-¿Dónde hay un laberinto en esta ciudad?
-A ver, hay tres.Se sentó en un escritorio y buscó por internet, luego apuntó algo en un papel que me dio. Los nombres de los sitios.
-¿Vas a ir solo? Quizás es una trampa.
-No es una trampa, lo tengo claro. Aún no se ha cansado de jugar conmigo.
-Tu verás, si te mueres me da igual, no te he cogido cariño todavía. -Se rió.Me coloqué la pistola y salí de allí. Llegué al primer laberinto y la señorita que me atendió me llevó hasta el final de este por un atajo. Y no, ahí no estaba. Fui al siguiente. Sí, no miré en las señales de acertijos porque, como ya dije, mi criminal no se equivocaría tan facilmente. En el siguiente, uno bastante lúgubre. Y ahí, ahí si estaba. Mi preciosa caja. no la abrí allí por no herir los sentimientos de la jovencita que me atendía. Corrí a la comisaría y me recibieron bastante bien, aplausos y gritos de aprobación que, verdaderamente, no me esperaba para nada. Sobretodo, no de Jongin.
Celebraban que había resuelto la adivinanza y que tenía razón con lo de que no era una trampa. Sinceramente, no me hace ilusión que me traten así, pero bueno, mejor que no creerme...
La caja tenía una gran cantidad de orugas muertas. ¿Orugas? ¿Qué cojones tenían que ver ahora las orugas? Bueno, había cambiado su forma de hacerse notar. Bastante. La nota, orugas y sin sombreros, solo había un sombrero en la esquina. Las orugas tampoco estaban abiertas en canal. Pero si estaba ese jodido 10/6. Seguía con el jueguecito. Pero a mi riminal se le ha escapado algo. La tinta. Sigue fresca. Ya sé que lo dibuja y encima sé que no se puede dejar ver por comisaría mientras yo esté en ella. Por eso trajo la nota antes de ue llegara, y puso la caja en otro lugar donde yo no pudiera verle. Esto me lleva a si quizás lo conociera. Quizás por eso no puede venir aquí mientras yo estoy. Si que es cierto que si alguien pasa por comisaría y deja una caja en el suelo de la entrada, sin siquiera entrar, mucho no podría reconocerlo. Hay algo, Taehyung. Algo se te escapa.
---
Acabé mi turno y me fui contento con mi nuevo sombrero a mi pisito de mierda. Este no tenía decoración, el estampado era liso, pero mantenía el mismo color de la cinta. Morado. Que gran color.
Pero alguien me tenía que joder. Alguien tenía que estropear mi preciosa mañana tan jodidamente productiva. Jungkook.
Vale, no, no odio a Jungkook, pero si odio a ese amiguito suyo tan absolutamente gilipollas. Jimin, sí, Jimin. Estaban yendo a las clases por lo que se ve, muy juntitos. Muy habladores. No me gusta ser tan celoso, pero conmigo no es tan así. Sé que le doy aún un poco de miedo, pero joder, soy yo, Taehyung. Su novio. Da igual, mejor será ir a casa a colocar en mi colección el nuevo sombrerito.
Cuando llegué vi una diferencia entre los sombreritos, este último era un poco más alto. Quizás fuera por la gran cantidad de orugas, no sé. Tampoco miré si los demás encajaban con la cabeza de los animales con los que venían. Lo veía absurdo. Quizá se me escapaba eso. No, no puede ser algo tan simple.
Me puse cómodo y seguí con el gran trabajo de encontrar el significado del 10/6. Y después de visitar miles de páginas lo encontré, encontré el jodido significado de esa fracción. Encontré la ginda del pastel. Ya te conozco, criminal mío. Ya no te me escapas.
ESTÁS LEYENDO
Mad Hatter. ; Vkook
FanfictionTaehyung y Jungkook siempre han sido mejores amigos, pero el tiempo que han pasado separados les ha despertado algo más. Él único problema es que Taehyung ahora tiene trabajo, está investigando un caso menor, un asesino que se hace llamar Mad Hatter...