Mad Hatter. ; Vkook

Capítulo 8.

-Día 9-

Trabajo como todos los días. El único día que tenía libre también estoy en comisaría y encima siendo yo una posible víctima. Dejé a Jungkook durmiendo y con una bandeja llena de comida para cuando despertase, al menos le daría una alegría.

Una caja nueva, un animal muerto nuevo, en este caso una liebre y un precioso sombrero nuevo. Y una nota nueva. Una jodida nota del sombrerero.

"¿Tienes miedo? Porque deberías. Eres un sucio trabajador que va a comisaría para recoger mi nueva obra de arte y luego, después de malgastar el tiempo, vuelve a casa para no hacer nada. No todos trabajan tan duro como yo, por lo que puedo ver. Eso es lo que te llevará a tu perdición, no mantenerte cerca."

Parece que le gusta provocar y meterse en la vida y trabajo de los demás, como si su "trabajo" fuera digno de mención. ¿No mantenerme cerca? ¿De qué cojones estaba hablando? No tenía ningún sentido esa frase ahí, no a menos que me lo explicara.

Hice las fotos rápidamente y saqué el cadáver de allí. Cuando entré de nuevo en comisaría, Jongin me esperaba con un café en la mano.

-Yo no tomo café, pero toma. -Me lo dio.- Quería hablar contigo de algo.
-¿Del sombrerero? No tengo el día, tío. Ya me hablas cuando haya asimilado todo esto.
-¿Cuándo te mate? Porque te recuerdo que te ha amenazado, y esa nota no es nada parecido a una disculpa. -Me agarró el brazo para que no me fuese.
-Mira, Jongin. Me parece muy bien que no tengas en lo que trabajar, pero yo si. Adiós.

Me senté en mi silla y Jongin siguió mirándome. Pasé de él toda la mañana.

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Después de colocar el sombrero con su respectivo nombre me senté en el sofá y me volví a poner Alicia en el país de las Maravillas. Jungkook llegó media hora antes que siempre y con Jimin, ese amigo suyo.

-Espera aquí, Jiminie.
-Hola. -Saludó él quedándose en la entrada.
-Hola Jimin. -Saludé.
-Aquí está. -Jungkook le dio un cuaderno.
-Gracias, adiós. -Jimin le dio un abrazo y se fue.

Jungkook se sentó a mi lado y apoyó su cabeza en mi hombro.

-¿Otra vez Alicia? Estas obsesionado.
-Ay, Jungkook, es trabajo.
-El trabajo te va a matar. -Se levantó y sin mirarme se dirigió a la cocina.
-Y es el trabajo de mi vida.
-¿Qué quieres de cenar? -Preguntó abriendo la nevera.
-Nada si vas a estar así conmigo.
-¿Cómo quieres que esté, Taehyung? Estás en peligro de muerte y tú no dejas de pensar en el asesino. Veo que hoy has recibido otra caja. Yo no puedo más con esto. -Empezó a llorar, miró al suelo.- No puedo seguir pensando que mañana podrás estar muerto. No puedo seguir de acuerdo con que tengas este trabajo.
-Jungkook...
-No, no te voy a hacer elegir entre el trabajo y yo. Esto no es un drama ni una película americana. Pero no quiero que esto te afecte, quitando el hecho de que podrías morir.
-Jungkook.
-Cállate, joder. -Vino junto a mí.- Cállate. -Me abrazó, seguía llorando.
-Te quiero, Jungkook. Estaré bien, te lo prometo.
-Cállate.

Sonreí.

-Día 10-

Me levanté y fui a preparar el desayuno de Jungkook. Fui un idiota cuando al volver con la bandeja no lo vi. ¿Cómo cojones uno se levanta de la cama y no ve que no tiene a nadie al lado, al que debería estar ahí? Dejé la bandeja en la mesita y llamé a su móvil. Sonaba en mi despacho. ¿Qué hacía allí este chico? Que le gusta torturarse con lo del sombrerero, de verdad.

Llegué, pero allí no estaba. Como colgué volví a llamar. Seguía sonando allí, encima de la mesa estaba su teléfono y otra nota. No, no era ninguna de las que ya tenía, pero la letra era la misma que las otras. El Sombrerero.

"¿Le echas de menos?"

Mierda, mierda, mierda, mierda. ¿Qué cojones? ¿Por qué él? ¿Por qué no yo? Él no tenía que meterse en esto, él no tenía que saber que yo tenía a alguien, no podía saberlo. Jimin. Jimin puede ser el sombrero. ¡NO JODER! Taehyung, piensa, joder. El Sombrero no se presentaría delante de ti. Es precavido. Quizás Jimin sea un ayudante, no lo descarto. Pero que sea directamente el asesino me choca bastante. Jungkook por favor, no hagas ninguna locura y haz lo que te digan. No mueras, Jungkook. No mueras por lo que más quieras.

Llamé a la comisaría y le conté a Jongin que pasaba. Le dije que hoy no iría, pero me obligó porque había una caja. Después de denunciar su desaparición me metí en la ducha. Jungkook joder...