Capítulo 10.

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-Día 10-

Llegué a la comisaría, no tenía ganas de nada más que de encontrar a Jungkook, de saber que está bien. Pero eso no era posible, Jongin nada más yo llegué a mi mesa me obligó a abrir la caja para saber que es lo que tenía dentro.

-Si tan impaciente estabas haberla abierto tú. -Le dije soltando las cosas.
-Es tu caso.

Decidí no prestar atención a su comentario y abrí la caja. Al abrirla saqué el sombrero y la volví a cerrar, caí como si nada en mi silla y me quedé mirando al infinito, con el sombrero en la mano. Jongin que me estaba mirando, siguió mirando, como si yo fuese a decir algo. No tenía que decir nada, solo tenía ganas de morirme, de desaparecer, de mandarlo todo a la mierda y suicidarme, pues no puedo estar sin Jungkook.

-¿Taehyung? ¿Qué hay? -Preguntó impaciente, en cierta parte le entiendo.
-Pues, -no me había movido de mi anterior posición ni punto fijo al que mirar- la caja está llena de huesos humanos, incluido el cráneo y una nota que pone "Adiós". -Miré a Jongin.- Esto es personal, ya que los huesos no salen en la película. Ahora es un asesino, se ha salido del personaje.

Jongin me miraba sorprendido, se había levantado para, supongo, darme un abrazo, consolarme, decirme que todo acabaría y que cogeríamos a ese capullo que había matado a mi Jungkook. Pero yo no quería escuchar nada, ni sentir el contacto de nadie, no quería hacer nada. Solo quería estar solo. El asesino me ha dado donde más dolía y no me veo capaz de continuar. Un buen detective debería haber examinado los huesos para saber más del sujeto, pero yo... Yo estoy ignorando a toda la comisaría para meterme dentro del cuarto de baño a aislarme del mundo.

Jongin estaba contando lo sucedido a todo el mundo, escuchaba el nombre de Jungkook y del sombrerero, un nudo se había formado en mi estómago, me faltaba el aire. Había cerrado los ojos, estaba pensando en la sonrisa de Jungkook, en sus ojos y su pelo revuelto en la mañana, de lo guapo que era, de lo que me encantaría besarle y demostrarle todo mi amor. Pensando en lo que podía haberle dado que no le di. Pensando que le amo más que a nada.

En la comisaría se hizo el silencio y eso me alertó, escuché que alguien decía mi nombre, el nombre de Jungkook, algún que otro "pero" y después Jongin entró en el baño sacándome de allí a patadas.

Jungkook había entrado en la comisaría, herido en el brazo, tenía una raja algo profunda y sangraba bastante, venía desconcertado, en shock. Corrí hacia él y conociendo la situación en la que estaba, solo agarré su mano y lo senté en una silla, alguien trajo agua, toda la comisaría prestaba atención a la escena.

-Jungkook. -Dije con calma aunque me moría de ganas de besarle. -¿Sabes quien soy?
-Taehyung, no soy idiota, bésame.

No dude y lo hice, seguía siendo el mismo, aunque se veía en el algo de miedo. El beso supuse que lo calmaría y no me importaba dárselo, como si me pedía miles.

-Quiero saber que es lo que ha pasado.
-No lo sé, Tae, solo recuerdo haberme despertado ya herido en una habitación del karaoke de aquí cerca. No he visto caras, ni nada.
-Tengo que irme, curadle esto a Jungkook, Jongin quédate con él y que no le falte nada. Yo tengo que seguir con el trabajo. -Le di otro beso a Jungkook y me dispuse a salir.
-Taehyung, ¿no será mejor que te quedes con él? -Preguntó Jongin apretando la mano de Jungkook que se retorcía de dolor mientras limpiaban su herida.
-¿Tú sabes observar mejor que yo? -Sonreí a Jungkook.- Él es fuerte, solo estaré fuera un rato. Te quiero.

La comisaría sonrió y se escuchó algún que otro "oh~". Yo salí para poder llegar aquí lo más rápido posible.

No me dejaron entrar en la sala donde Jungkook estuvo pues ya estaba ocupada y limpia desde la última vez. Me aseguró que ella misma la limpió y que no había nada, solo un par de vasos de refresco. Pregunté por la persona que había entrado a esa habitación. La descripción fue; no muy alto, moreno de cabello y nada más. Podía ser cualquiera, pero teniendo en cuenta las opciones Jimin era quien más se acercaba, además que lo que había hecho esta vez era algo personal, me tiene que conocer a la fuerza, no puede ser algo ajeno a mí. No al menos como un desconocido cualquiera. Pero Jimin fue eliminado de los sospechosos por mi supuesta teoría de que no se dejaría ver. Joder, no tengo ni idea, esto se está complicado cada vez más y encima Jungkook está en peligro.

Ya llevaba demasiado tiempo fuera, unos tres cuartos de hora, así que volví a la comisaría con la esperanza de llevarme a Jungkook a casa para que descansara, pero eso no parece ser algo que se pudiera hacer cuando al entrar en ésta vi al maldito Jimin agarrando la mano de Jungkook, con la mejor cara de preocupación que sabía poner. Entré corriendo, sacando las esposas rápidamente y poniendo a Jimin contra la mesa mientras se las ponía.

-¡¿Qué cojones, Taehyung?! -Gritó Jongin.

Mad Hatter. ; VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora