-Día 17-
Jungkook había estado todo el día llorando mientras yo intentaba completar el puzzle, encontrar la pieza que me faltaba de este y colocarla triunfante. Meter entre rejas a ese psicópata. Pero no podía con Jungkook, sabía que me necesitaba, pero si no me concentraba mi cabeza no servía para nada y sus llantos ocupaban todos mis pensamientos. Llamé a Jimin, necesitaba estar solo y conseguir acabar con todo.
Antes de que llegara me quedé con él, le abracé y traté de consolarle, aunque era imposible. Seguía llamándose asesino, seguía pensando que la había cagado mucho, que todo estaba perdido y que no había nada que hacer.
-Está todo mal –decía entre sollozos.- He acabado con toda la ciudad sin darme cuenta, por culpa de ese… de ese maldito…
-Gato.
-Taehyung…Besé a Jungkook, tenía la necesidad de hacerlo, me daba miedo perderlo en algún momento, y sentía que podía ser la última vez que lo viera. Un momento después llegó Jimin y ambos se fueron. No quería saber dónde, confiaba en Jimin, confiaba en que lo llevaría a algún sitio donde pudiera evadirse de lo que se le acababa de caer encima. Yo seguí pensando, tirado en el sofá, qué está pasando.
Era imposible que se me olvidara el gato, dejó un animal para el final cuando todos los animales murieron antes que los humanos. No sabía que tenía que ver con la historia, no importaba, no tenía ningún sentido, lo hizo para molestar. El gato lo acogí yo, ese gato no venía conmigo, hice algo bueno con ese gato y ese cabrón lo mató. Ahora las culpas caerían sobre mí porque gracias a que yo recogí al gato de la calle pudo matarlo el asesino que está obsesionado conmigo. “No es obsesión, Taehyung”. Miré a mis alrededores, estaba solo pero seguía escuchando su voz modificada a través del teléfono y ahora en mi cabeza, como si me estuviera volviendo loco, como si fuese ese su único objetivo. Transformarme en él.
-Día 18-
Hoy sería el peor día de mi vida, pero no lo supe hasta que llegué a la comisaría. Fue la primera vez que la caja estaba abierta, la primera vez que alguien de la comisaría la había abierto sin miedo porque según mis hipótesis en esa caja se encontraría el cuerpo del asesino. Pero eso nunca pasó, ni pasaría nunca más. Me había equivocado por completo. En la caja estaba Jungkook.
*Narra Jungkook*
(Aclaración, esto es lo que hizo Jungkook cuando Taehyung estaba en la otra ciudad, está narrado en presente por lo mismo, pero es una especie de flashback)Hace una semana que Taehyung se ha ido y estoy un poco perdido, tengo una entrevista de trabajo hoy, explotar los dotes de costura y confección que me dejó mi madre. Jimin está últimamente más amigable, hemos quedado para después de la entrevista a celebrar que me han cogido, o que no. Me alegra saber que puedo contar con él ahora que no está Tae, le echo tanto de menos.
Me visto y salgo a la calle, hoy hace bastante frío, pero no cojo una chaqueta pues porque después tengo que cargarla dentro de los sitios, meto mis manos en el bolsillo del pantalón y se mantendrán calientes. Tengo un don secreto que nadie sabe, sé hacer sombreros de copa a medida. No se lo conté nunca a Tae porque se reiría de mí, él es tan serio e inteligente que a su lado yo parezco una niñita que hace sombreritos.
El hombre que me miraba desde la oscuridad de esa nave casi vacía, con luces titilantes y aspecto sombrío, puede tener unos 30 años. Viste ropa elegante, refinada, supongo que tiene dinero para lucirla, aunque no para decorar este sitio. No dijo ni una palabra, estuvo callado un rato, cuando vio que quería decir algo levantó la mano y chasqueó los dedos, una jovencita de unos 25 años salió, vestida de traje, con una falda por las rodillas, el sonido de los tacones llena toda la habitación.
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Mad Hatter. ; Vkook
FanfictionTaehyung y Jungkook siempre han sido mejores amigos, pero el tiempo que han pasado separados les ha despertado algo más. Él único problema es que Taehyung ahora tiene trabajo, está investigando un caso menor, un asesino que se hace llamar Mad Hatter...