Capítulo 16.

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-Día 13-

Jimin había entrado en mi casa con una maleta sobre los hombros. Guardé todos los sombreros en un cajón, Jungkook me llamó para que fuera al salón, que tenía que hablar conmigo, ya sabía de lo que me iba a hablar, ya sabía que acababa de meter en mi casa a un sospechoso que había herido a Jugnkook, ya sabía que estaba haciendo una locura que yo acabaría aceptando para tenerlo contento.

-Jimin déjanos a solas.

Jimin se marchó al baño y Jungkook se sentó en el sofá, yo no tenía ganas de sentarme cuando sabía que me cabrearía y me levantaría a dar vueltas por el salón.

-Quiero que se quede aquí un tiempo, me aburro porque tú y yo últimamente no hacemos nada.
-Ya, pero es que yo estoy en un caso evitando que te vuelvan a coger y él es un posible sospechoso.
-Eso es mentira porque no tienes pruebas. ¿Le vas a echar cuenta a una mujer que se pasa en un karaoke día y noche, seguro que no lo vio bien. Además como Jimin hay miles mal.
-No, Jungkook, no me parece lógico que yo te esté poniendo a salvo y tú te estés trayendo el peligro. -Miré hacia mi despacho.
-¿Ves? Ya estás pensando en el trabajo. Tranquilo, Jimin no es más peligroso que la cuerda en la que está nuestra relación.

Jungkook sacó a Jimin del baño y se metieron en nuestra habitación. Yo no quería estar ahí mientras ellos reían, no porque la impotencia de querer coger a Jimin y meterlo en la cárcel no me dejaría pensar. Así que cogí mis cosas y me fui a la comisaría, seguía suspendido, pero Luhan seguro que me dejaría estar allí un rato mirando las cámaras, quería ver si encontraba movimientos extraños de la secta de paranoicos.

Pero cuando llegué allí habían cosas nuevas. Todos estaban de un sitio a otro, las caras eran un poema, daba miedo hablar con cualquiera, en mi mesa había una caja, pero me faltaba algo, algo que siempre viene con la caja, algo que no escuché cuando entré. Me faltaba Jongin siendo un pesado, impaciente. Jongin.

-¿Dónde está Jongin, Luhan?
-Ha desaparecido, por eso está toda la comisaría así. Fue a por café y no ha vuelto.
-¿Desde cuándo?
-Desde hace más de tres horas, la cafetería está a diez minutos...

Me acerqué a mi mesa, nadie se había atrevido a abrir la caja, y estaba seguro de que ahí podrían haber encontrado la solución mucho antes. La abrí, esta vez era un pobre conejo blanco. El mismo que Alicia seguía antes de caer al agujero. Este sombrero era realmente bonito, pero ese no era lo importante. Había una nota, la nota.

"Pobre Jongin, ¿verdad? Aunque no sé si tu prioridad debería ser él o tu querido Jungkook. Y no lo intentéis buscar. El tiempo se acaba, tic tac, tic tac."

-Lo tiene el sombrerero.
-¿Y cuándo lo piensas capturar?
-No es tan fácil cuando me tenéis suspendido por arrestar a un sospechoso. A uno que está ahora mismo viviendo en mi casa, que ya se ha llevado a mi pareja y ahora a Jongin. Dije que no os ayudaría, y no creo que lo haga. Sería inútil.
-Taehyung...
-¿Qué?
-Puedes volver cuando quieras... La caja lleva aquí desde antes de que Jongin saliera, pero no la quisimos abrir...
-Con dos cojones.

Cogí el sombrero del conejo blanco y dejé el resto de cosas en mi mesa. Advertí de que volvería, pero que necesitaba ir a casa de nuevo a vestirme, ya que venía como una persona normal, solo quería saludar. De camino a casa encontré un gato que muy amablemente se acercó a mí para que le acariciase. Era el primer gato que se acercaba a mí, siempre les he caído algo mal y me rehuían. Cuando me levanté a seguir mi camino, el gato empezó a seguirme y a rozar mis piernas pidiendo más caricias. No dudé en cogerlo y llevarlo a casa, parecía abandonado o de la calle, le pondría un bonito collar y lo tendría en casa. Jungkook lo cuidaría muy bien. Y yo estaría entretenido cuando no tuviera nada que hacer.

Una vez en casa llamé a Jungkook para que viera al gato, el cual se acomodó en el sofá sin preguntar. Jungkook no contestaba y me temía lo peor. Fui a la habitación y Jimin preguntaba qué pasaba. Jungkook tenía la cara descompuesta y no paraba de toser. Cuando me acerqué a él preocupado me enseñó la mano llena de sangre después de toser. Había un vaso de café de una cafetería de cerca encima de la cama.

Mad Hatter. ; VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora