Mad Hatter. ; Vkook

Capítulo 11.

-Día 10.-

Llevé a Jimin a la sala de interrogatorios, no entraba en mis planes que estuviera cerca de Jungkook ahora que era un sospechoso.

-Jimin, no hagas tonterías por los celos. -Me dijo Jongin enfadado.
-¿Qué? Acabo de venir del karaoke donde fue encontrado Jungkook, dónde me han dado la descripción de Jimin. ¿Necesitas algo más?
-Pues que él no es. -Dijo Jungkook entrando, se quedó mirando al cristal que daba a Jimin, aunque este no le viera.

Me senté en la silla, miré a Jungkook, otro de mis compañeros, Yifan, entró dónde Jimin y yo solo me limité a escuchar.

-¿Dónde estabas la noche de ayer hasta esta mañana? -Preguntó Yifan.
-Acompañé a mi madre a recoger a mi hermana pequeña de estar con mi abuela, habíamos estado todo el día en el médico porque mi madre está enferma del pulmón. Luego volvimos los tres a casa y fuimos a dormir. Esta mañana llamé a Jungkook y cómo Jongin, el policía, podrá afirmar, me dijo que estaba aquí y vine a verle. Pueden llamar a mi madre y hablar con mi hermana, tiene nueve años, sabe lo que dice.
-Lo haremos, espera aquí. -Yifan salió después de haber cogido el teléfono de Jimin, quién se había ofrecido a dárselo.

Yifan permaneció en el pasillo mientras llamaba a la madre, por lo que pude escuchar, les haría venir, puesto que la madre de Jimin prefería hacerlo. No hubo problema con traer a la hermana.

-Te estas equivocando, Taehyung... -Jungkook tenía la frente contra el cristal, su voz sonaba triste, seria, rota.
-Es un sospechoso.
-Cualquiera lo sería... Conozco a Jimin desde hace años. -Jungkook se dio la vuelta y se sentó en el suelo.
-Y yo sé comportarme ante un sospechoso de asesinato.
-Jimin no mataría ni a una mosca. Además solo mata animales, dijiste que eso no era asesinato.
-Cuando aún estabas desaparecido llegó una caja con huesos humanos dentro, los llevamos a analizar, pero por mi mente se me pasó lo peor, que esos huesos eran tuyos, que el sombrerero me había destrozado la vida. -No me atreví a mirarle.
-Y por eso tú piensas destrozársela a Jimin. Justicia, ¿no? -Jungkook se levantó y salió de allí, yo debía seguir escuchando las conversaciones que se mantenían con Jimin.

La madre y la hermana de Jimin no tardaron mucho en llegar, la madre estaba muy sería, pero la hermana tenía cara de haber llorado aunque aguantaba para no volver a hacerlo. Jimin puso su mejor sonrisa para, supongo, calmar a su hermana. Yifan les informó que estarían siendo grabados, que debían decir su nombre y edad y que parentesco tienen con Jimin. Y así hicieron.

-Jiyeong, 9 años, hermana de Jimin.
-¿Dónde estuvo Jimin anoche?
-En casa, con nosotros, me trajo mi vaso de leche a la cama y luego se fue a dormir.
-¿Y esta mañana?
-No sé, cuando yo me desperté estaba ya aquí.
-¿Cuándo te has despertado? -Preguntó Yifan con un tono dulce.
-Cuando mamá me avisó de que teníamos que salir.
-Señora Park... si es tan amable.
-Park Sohyung, 42 años, madre de Jimin. Después de estar en el hospital fuimos a recoger a la chica, juntos. Volvimos a casa los tres juntos y nos fuimos a dormir. Cuando me desperté, Jimin estaba preparando el desayuno para él y para mí, pero le dije que parara que yo seguiría. Aprovechó para llamar a Jungkook y luego dijo que tenía que irse a comisaría, que a Jungkook le había pasado algo.

El jefe estaba conmigo desde que llegó la familia de Jimin. Yifan miró al espejo, como esperando una respuesta. Sacó a la familia fuera de allí a que esperaran en el pasillo. Yifan entró y se unió al silencio entre el jefe y yo.

-Yifan, suéltalo. Su coartada es buena y factible. No se puede considerar sospechoso, por mucho que Taehyung lo diga. Si no hay pruebas me atengo a lo que digan los testigos.
-Pero...
-Ve y búscame pruebas, Taehyung, así funciona. Lo sabes de sobra.

Salí de allí, Yifan estaba soltando a Jimin y vi como Jungkook lo abrazaba con lágrimas en los ojos. Me fui a mi despacho sin decir una sola palabra. Jongin me miró como si quisiera decirme algo, me vio sentarme y se fue hacia no sé dónde.

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Volví con Jungkook a casa, no iría a las clases porque su brazo no mejoraba. Mañana llegaría el ADN de los huesos de la casa. De camino a casa Jungkook de repente rompió el silencio y se avecinaba tormenta.

-¿Cuántos más sombreros piensas llevarte del gilipollas que casi me mata?
-Forma parte de mi investigación. -Yo miraba el sombrero que tenía en las manos.
-No, no me mientas. Si formaran parte de la investigación no los tendrías en casa, no los tratarías tan bien, los tendrías en bolsas, como pruebas, en fotos como lo que había dentro de las cajas. -Hizo una pausa.- Pero no es eso. Los tienes porque te gustan, parece que necesitas más la existencia de un sombrero como ese que el propio interior de la caja.
-Son muy importantes. -Dije intentando excusarme.
-Yo también lo soy, ¿no? Solo te has preocupado de mi cuando no me he levantado junto a ti. Antes solo te centrabas en lo que el sombrerero te enviaba, en lo que te decía, en las pistas que te dejaba.
-No es verdad.
-Taehyung, joder, nada ha cambiado. Sigues centrado de pleno en tu maldito trabajo, me arriesgo, pensando que estarías conmigo, y me levanto una mañana herido en otro lugar de la ciudad. Ya podría haberme matado el sombrerero tuyo para que me tuvieras más en cuenta.

Esas palabras atravesaron mi corazón, él siguió andando y yo me paré, me caí al suelo, olvidé por completo el sombrero. Miré como él se iba, como no miraba hacia atrás, como de su herida caía aún un poco de sangre. Como mi corazón se había roto en millones de piezas que nadie podría reconstruir.

(Me ha dado problemas al editarlo, si sale algo descuadrado o diferente, lo siento)