- ¿¡Qué!? - Dije sin dar crédito a lo que había oído - ¿cómo que soy tu hermana? - Mi primer día en el Claro y ya me sueltan que soy hermana de uno.
- Pues eso, que eres mi hermana... - Me contestó Gally con una sonrisa.
Me quedé mirádole fijamente, seria, sin decir nada y me di la vuelta. Me dirigí hacia el bosque. Según Alby, allí estaba el cementerio, pero me daba igual. Oí que alguien se acercaba a mí.
- ¡Ni se os ocurra seguirme! - Les grité.
Llegué junto a un árbol y me senté, apoyé la cabeza en el tronco y cerré los ojos.
- Tengo un hermano... - Susurré casi para mis adentros. No es lo que una se espera cuando llegas a un lugar lleno de tíos sin acordarte de nada. <<¿Y cómo me podía recordar él? Había mencionado algo de Cambio o algo así... ¿Qué es eso?>> Tenía la cabeza llena de preguntas, pero una era la que más me molestaba al no saber la respuesta, y parecía que nadie me la quería decir. << ¿Qué coño hay detrás de esos muros?>> Volví a abrir los ojos, mirando hacia el cielo, y escuché pasos acercarse.- Pensaba que no te encontraría. - Dijo Chuck sentándose en frente de mí y mirándome con esa sonrisa que tenía siempre.
- Chuck, dime una cosa. ¿Cómo Gally puede recordarme?
- Pasó por el Cambio. Los que pasan por eso recuperan algunos de sus recuerdos, pero nunca quieren decir cuáles. Y por lo visto Gally te recordó. Aunque creo que tienes suerte de ser su hermana, así no será igual que con nosotros.
- No sé si reír o llorar.
- O mejor vamos a buscarte un sitio para dormir esta noche. Y hay una caja para ti. Supongo que necesitas más cosas que nosotros.
Tardé en entender lo que me decía. Y me daba vergüenza que hubiesen visto eso.
- Pues vamos a por la caja y a ver dónde puedo dormir. - Me levanté y regresé al Claro. Todos habían vuelto a sus trabajos, y Chuck y yo fuimos a coger mi caja.
- Donde yo duermo hay un sitio al lado, si no te molesta dormir conmigo...
- No, no me molesta. A lo mejor incluso me siento más cómoda contigo, ya que te conozco. - Le encontré doble sentido a esa frase, y Chuck parecía que también, por la leve risilla que soltó. - No era mi intención que sonara tan mal. - Nos reímos a la vez.
Llegamos a un lugar donde había muchas hamacas. Chuck me llevó a un sitio donde había tres hamacas juntas.- ¿Quién duerme en esa?
- Thomas. Si prefieres dormir sola...
- No, da igual.
Dejé la caja en el suelo y me senté para ver lo que había dentro.
- Interesante, ¿verdad? - preguntó Chuck irónicamente.
- A ti no te lo parecerá, pero a mí sí, me hace mucha falta, querido Chuck. - Le contesté y cerré la caja. Me levanté y me extrañó no ver a muchos de los clarianos, incluyendo Gally.
- Qué extraño, no están por aquí. - Murmuró Chuck.
En ese momento salieron algunos de la Hacienda. Entre ellos Gally, que se acercó corriendo hasta mí.- ¡Buenas noticias, pingaja! Vamos a construirte una pequeña cabaña para ti y para la otra chica, si despierta. Así no tendrás que dormir con estos cara fucos y nos aseguramos de que a nadie se le descontrolen las hormonas.
- Eh... Vale... Bien.
- Cualquier cosa que necesites, me avisas. - Y se fue.
- Sigo sin poder creerme que Gally sea así de bueno contigo, no es normal en él.
- Bueno, soy su hermana, es normal, ¿no?
- Sí, pero estamos acostumbrados a aguantar sus malos tratos... En fin, vamos a comer, todos están ya allí.
Fuimos a comer y nos sentamos apartados de los demás.
- Oye, ¿Thomas dónde está? No le he visto en todo el día. - Pregunté con intriga.
- Está fuera, en el laberinto, es corredor. Esos tíos son los mejores. Me encantaría ser un corredor.
<< Así que lo que hay detrás de esos muros es un laberinto.>>
La tardé se pasó rápida. Chuck y yo estuvimos hablando la mayor parte del tiempo. Cuando oscureció un poco, varios chicos entraron al Claro desde el interior de los muros de piedra, llevando a otro chico que se retorcía. Varios clarianos se acercaron a ellos y se llevaron al que se retorcía. Al rato se empezaron a escuchar gritos.
- Le han picado. - me explicó Chuck. - Cuando te pican te inyectan el suero y esperan a que te mejores. Y ahí es cuando pasas por el Cambio.
- O sea que a Gally le picaron y por eso me recordó.
- Exacto.
Lo que quedaba de tarde se me pasó rápido. Anocheció y los clarianos encendieron una hoguera enorme. También dibujaron un círculo en el suelo, y peleban contra Gally, que los derribaba a todos. Yo no tenía ganas de estar en la fiesta esa y me alejé. Me senté en el suelo, con la espalda apoyada en un tronco que había caído. Allí me quedé jugando con una ramita que había en el suelo durante un rato y después escuché a alguien acercarse. Supuse que era Chuck.
- Hola querido Chuck. - dije sin apartar la vista de la ramita.
- No soy Chuck. - Me contestó una voz amable y dulce. No sabía quién era.
- ¿Quién eres? - Esta vez sí me di la vuelta para ver quién era. Era un chico alto, delgado, rubio y con los ojos marrones. Se sentó a mi lado.
- Soy Newt. Encantado, verducha. - Me respondió con tono de burla.
- Igualmente... ¿Soléis hacer esta especie de fiesta cuando viene alguien nuevo?
- No, pero esta vez ha sido una chica la que ha venido.
- Ah...
Hubo un silencio en el que me sentí muy incómoda. La ramita no podía destrozarla más, así que cogí otra e hice lo mismo que con la anterior.
- ¿Por qué has venido? - Le pregunté para romper este incómodo silencio.
- Para hablar contigo, pero no das mucha conversación.
- Porque estoy cansada... - Susurré.
Apoyé mi cabeza en el hombro de Newt, que pareció no molestarle. Me fijé en que los muros se habían cerrado. No pregunté nada porque estaba demasiado cansada. Y al final me dormí.
ESTÁS LEYENDO
EL CLARO | [Newt y tú]
FanfictionNo veo nada, sólo oscuridad. Hay un olor húmedo. Escucho el sonido metálico de algo subiendo. Algo como un ascensor. A mi lado distingo una figura humana, por las curvas de su cuerpo supongo que es una chica. El ascensor se para, se abren unas pue...