Horrorizada fui corriendo junto a Newt.
- ¿¡Qué ha pasado?! - la voz se me agudizó debido al horror que tenía al verle sangrando.- Un... Pequeño... Accidente - me contestó con un intento de sonrisa torcida y la voz entrecortada.
- Ayúdame, ______ - me ordenó Clint, cogiendo un brazo de Newt y pasándolo por detrás de sus hombros, para ayudarle a andar. Con cuidado, cogí el otro brazo y lo pasé también detrás de mis hombros. Entre los dos le ayudamos a sentarse en la cama. Clint fue a buscar las cosas necesarias para cerrar esa herida.
- ______, ayúdale a quitarse la camiseta.
- De acuerdo - noté cómo mis mejillas se ruborizaban, pero aún así hice lo que me ordenó Clint. Despegando la tela de la sangre que se había secado un poco y procurando que no tirase de ningún jirón de piel, fue sacándole la camiseta.
- Newt, túmbate, va a ser mejor - dijo Clint detrás de nosotros. Con mi ayuda Newt se tumbó en la cama, la sangre seguía saliendo de la herida y resbalaba por su abdomen y cadera hasta las sábanas. Clint se acercó hasta Newt con varias gasas impregnadas en alcohol. Le pasó por la herida lentamente las gasas, que se empapaban muy rápido con la sangre. Newt dejó escapar un leve gemido de dolor.
- ¿Es profunda la herida? - pregunté preocupada.
- No, no mucho, es más superficial. No hará falta coserle - al oír eso algo de alivio recorrió mi columna vertebral. - Hazme un favor y tráeme más gasas. Con alcohol - me levanté y busqué las gasas en la mesa. Cogí la que pude, las remojé en alcohol y se la tendí a Clint. Éste las cogió y siguió limpiando la herida.
- Las vendas - ordenó. Cogí el rollo de vendas, unas cuantas gasas secas y esparadrapo. Me acerqué y se las di. - Ayúdale a sentarse, por favor - le cogí del brazo y le ayudé a sentarse lentamente. Clint le puso las gasas secas en la herida y empezó a enrrollarle la venda alrededor de la barriga. Newt hizo una pequeña mueca de dolor.
- Ya está. Procura no moverte demasiado, Newt, o la herida podría abrirse más.
- De acuerdo - susurró. Tenía la cara algo pálida y una ligera capa de sudor cubriendo su torso. Al verle así, sentí mis mejillas volver a enrojecerse.
- Me voy un momento, tengo que hacer una cosa - murmuró Clint, a la vez que se iba cerrando la puerta. Newt y yo nos quedamos en un silencio incómodo unos segundos, que me parecieron horas. Cada uno miraba hacia un lado de la habitación.
- ¿Me pasas mi camiseta? - preguntó Newt detrás de mí. Giré mi cabeza para verle, me miraba con una mirada juguetona y una leve sonrisilla.
- Eh... Sí, claro, toma - le lancé su camiseta y le dediqué una pequeña sonrisa. Él me devolvió otra y volví a desviar la mirada. Por fuera de la sala se escuchaban gritos de dos personas discutiendo, pero no podía diferenciar qué decían. De repente, alguien empujó la puerta e hizo que ésta diera un fuerte golpe contra la pared. Newt y yo nos sobresaltamos al ver eso y al segundo ver entrar a Clint con una gran furia reflejada en su rostro, seguido de Jeff.
- Creo que mejor me voy - dijo Newt, y se fue. Yo me fui hacia un lado y me quedé callada, sin saber si irme o no.
- ¿¡En qué coño pensabas, Jeff?! - gritó Clint a Jeff.
- ¡No sabía que había pasado algo, podrías haberme avisado! - intentó defenderse Jeff.
- ¡Si te hubiese avisado habríamos perdido mucho tiempo, idiota!
Poco a poco y sigilosamente fui dirigiéndome hacia la puerta, pero la voz de Clint me hizo detenerme en mi sitio.
- _____, quédate - observé cómo se acercaba a mí, para parase a mi lado, ponerme una mano en el hombro y volver a encarar a un malhumorado Jeff. - Ella me ha ayudado, cosa que tú no has hecho. Antes me ha preguntado si podría ayudarnos, y pensaba preguntarte tu opinión, pero ya que se ve que no te importa ni el trabajo ni nada, me da igual tu opinión. Sí, _____, puedes quedarte a ayudarnos. Más bien dicho, ayudarme - fulminó con la mirada a Jeff, que se había puesto rojo de rabia.
- Perdóneme, su Majestad, por haber cometido un error - dijo con sarcasmo y yendo hacia la puerta.
- ¿Adónde vas? - preguntó Clint detrás de él con un tono frío.
- A donde no te vea la cara - los dos que estábamos en la sala nos quedamos en silencio, intercambiando miradas.
- Mmm... ¿Pasa esto muy a menudo? - dije con un poco de miedo a que se enfadara por mi pregunta.
- No, pero cuando pasa es así, como acabas de ver - hubo una corta pausa antes de que volviera a hablar. - Vete si quieres, ya ordeno yo esto.
- De acuerdo... Buenas noches - me despedí de él y salí de la sala. Fui directa a la cabaña que Gally y sus compañeros había hecho para mí, y la otra chica, si despertaba. Abrí la puerta cuidadosamente y entré. No era muy grande, pero lo suficiente para lo que la quería. Había una pequeña cama pegada a la pared y la caja con mis cosas en un rincón, pegada a la pared de al lado, había otra cama (como haciendo esquina con la mía). Al otro lado de la pared había una puerta que daba a un diminuto baño. Entré y vi una ducha, un váter y un lavabo, todo bastante apretado. Escuché pasos en la habitación y me asomé a ver quién era. Vi a Gally en la puerta.
- ¿Qué, te gusta?
- Pues sí, es... Acogedora. Muchas gracias.
- No hay de qué - me dedicó una sonrisa paternal. - Pues me voy. Disfruta de tu casa.
- Adiós - cerré la puerta cuando salió y vi un interruptor - << ¿En serio? >> - lo pulsé y una luz se encendió - ¿Tienen aquí electricidad? Qué guay.>>
Me acordé de que no había comido nada, pero al pensar en comida el estómago se me revolvió, así que decidí irme a acostar. Busqué en la caja algo que ponerme para domir, y de paso ver qué más contenía. Dentro había compresas de noche, tampones, el cepillo del pelo, un calendario en donde me indicaban los días que me venía el periodo, ropa interior... Vi un pequeño "vestido", si es que a eso se lo podía llamar vestido, que decidí usar para dormir. Me cambié de ropa, cepillé mi pelo un poco, apagué la luz y me acosté. Me quedé un rato mirando al techo, sin pensar en nada, hasta que por fin me dormí.
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EL CLARO | [Newt y tú]
FanfictionNo veo nada, sólo oscuridad. Hay un olor húmedo. Escucho el sonido metálico de algo subiendo. Algo como un ascensor. A mi lado distingo una figura humana, por las curvas de su cuerpo supongo que es una chica. El ascensor se para, se abren unas pue...