--- Veamos, ¿por qué no hablas con Minho o con algún corredor y que te cuente cómo es? --- sugirió.
--- No tengo suficiente confianza como para preguntarles --- respondí.
--- ¿Y qué? No es algo personal, además la propuesta te la hicieron ellos, lo justo es que te expliquen lo que es, no vas a meterte sin saber nada acerca del Laberinto.
--- Supongo que llevas razón. Aunque por otra parte no quiero dejar esto, ni dejarte solo.
--- Está Jeff. Y en caso de que no estuviera me las apañaría como pudiera. No te preocupes por eso.
Suspiré. Iría esa misma noche a hablar con Minho. Clint me sonrió y me acarició la mejilla.
--- Seguro que serás la mejor en lo que hagas --- me dijo. No me gustó eso, no me gustaba que me hicieran la pelota. O al menos que fuera él.
<<¿Por qué, _________, por qué?>>Un clariano que no conocía entró a la sala con un corte que le llegaba desde el antebrazo a la muñeca y le chorreaba la sangre, dejando todo el suelo lleno de manchas oscuras.
--- _________, encárgate tú, por favor, tengo que hacer una cosa --- dijo Clint y salió por la puerta.
--- Siéntate --- le dije al clariano. Éste obedeció. Examiné la herida, era más profunda por un lado que por el otro.
--- ¿Cómo te has hecho esto?
--- No me he dado cuenta de que había un cuchillo y he apoyado el brazo.
Cogí unas cuentas gasas y alcohol, limpié la sangre de la superficie y le di un trapo para que hiciera presión y cortara la hemorragia. Después cogí una aguja e hilo. Los desinfecté con alcohol y al darme la vuelta para coserle el brazo vi la cara de horror que tenía el clariano.
--- No duele tanto como parece --- mentí. --- ¿Listo?
--- Sí --- contestó, apartando la mirada. Cogí su brazo y pasé la aguja.
--- No necesitarás muchos puntos. Puedes hablarme y te distraes, si quieres.
--- Buena idea --- hizo una pequeña pausa. --- ¿Clint y tú estáis juntos? Jeff dice que sí.
No contesté, me limité a mirarlo y a volver a bajar la mirada a su herida. Él suspiró, pero no se rindió.
--- ¿Es guapa la otra chica?
Tampoco contesté.
--- ¿Cómo es el Laberinto?
--- Te voy a coser la boca como no dejes de hacer esas preguntas --- le advertí, me estaba poniendo nerviosa tanta curiosidad. Él hizo caso y ya no habló más que para agradecerme la curación. Una vez que se fue limpié la sangre del suelo y de la camilla y tiré las gasas usadas. Al poco rato entró Clint.
--- ¿Se te ha dado bien? --- preguntó.
--- Sí. Por cierto, a Jeff le gusta mucho hablar, ¿no?
Él giró a mirarme con el ceño fruncido.
--- ¿A qué te refieres? --- preguntó.
--- A que va pregonando por ahí que tú y yo estamos saliendo.
Él suspiró y puso los ojos en blanco.
--- Hablaré con él, cuando se enfada hace muchas tonterías.
--- Está bien.
A lo largo de la mañana pasaron otros cinco clarianos. A la hora de comer tenía mucha hambre y muchas ganas de salir de allí para hablar con Chuck.
--- ¿Te traigo algo de comer? --- preguntó Clint.
--- No, voy a salir, me apetece hablar con Chuck y que me dé un poco el aire.
Clint pareció decepcionarse, pero no puso objeciones. Salí y busqué a Chuck. Como era de esperar me lo encontré donde siempre, sentado en el árbol, pero esta vez había alguien con él. Me acerqué a ellos y vi que su acompañante no era otro que el mismísimo Gally.
--- Está bien, gracias Chuck --- alcancé a escucharle decir. Se dio la vuelta y se cruzó conmigo.
--- _______, ven conmigo --- me cogió del brazo y me apartó un poco del resto.
--- ¿Qué pasa? --- pregunté cansinamente. Sabía lo que quería y si iba a ser así con todo lo que pasara en mi vida me gustaría que no fuera mi hermano.
--- Dime de una vez qué te traes con Clint. No me gusta ese gilipullo y menos aún que tú tengas algo con él.
--- Mira, Gally, no me traigo nada con él y en caso de que lo hiciera ni te va ni te viene, deja de meterte en mi vida --- contesté enfadada. Ese día parecía que todos se habían puesto de acuerdo para tocarme las narices. Me zafé de su agarre y fui con Chuck.
--- ¿Qué te ha dicho? Pareces cabreada --- me preguntó, dándole un bocado a su bocadillo.
--- Que si tengo algo con Clint.
--- A mí me parece que hacéis buena pareja...
--- No sigas, deja el tema. ¿Sabes? Me aburrís, ojalá volviera a donde sea que antes estuviera y no haber vivido todo esto ni haberos conocido --- en cuanto esas palabras salieron de mi boca me arrepentí. Vi la cara de Chuck y se me cayó el alma a los pies, ver su cara de tristeza y dolor me rompió el corazón. --- no, Chuck... lo siento, no quería decir eso...
--- No hace falta que te disculpes --- me contestó con voz apagada mientras se levantaba y se iba.
--- ¡Chuck no te vayas! --- le pedí, pero el daño ya estaba hecho. Me ignoró y siguió andando, yo me quedé ahí sentada, sintiéndome estúpida por lo que había hecho. Me sentía impotente, no sabía por qué había dicho eso, pero sí sabía que sería difícil arreglarlo.
Me levanté y volví a la sala de mediqueros. Cuando salí del Laberinto, Chuck estuvo conmigo.
<<Eres tonta, _______.>>
Abrí la puerta y vi a Clint. Él me miró un segundo y volvió a lo que estaba haciendo.
--- Holaa --- me dijo, como solía hacer, alargando la "a".
--- Hola --- intenté responderle lo más alegre posible, aunque al parecer se dio cuenta de que estaba fingiendo y giró a verme.
--- Oye, de verdad, ¿qué te pasa? Llevas todo el día seria y ahora tienes incluso peor cara.
--- He dormido mal, eso es todo, pero no me pasa nada.
Se acercó un poco a mí y me cogió de la cintura.
--- Sabes que puedes confiar en mí --- me dijo. No me gustaba el contacto de sus manos en mi cintura, pero mi subconsciente me impedía apartarme para no seguir haciendo daño a más gente.
--- Lo sé, pero es que no me pasa nada.
--- Bueno, pero si te pasa algo cuéntamelo --- me dio un beso en los labios. No quería que esto siguiera así, me aparté intentando no ofenderle. Me caía bien, pero no lo veía como algo más que un amigo.
Pasó un buen rato sin que nadie viniera necesitado de ayuda. Hubo algún intento de entablar una conversación, todos fallidos. El aburrimiento se apoderó de nosotros y eso me hizo pensar. Si fuera corredora no pasaría eso, no me aburriría. En un momento me miré la pierna: la herida seguía fea pero iba mejor y ya no me dolía, aunque seguía cojeando un poco de vez en cuando.
Por fin entró un clariano con una herida grande: trabajaba en el matadero y un cedo le había mordido, dejándole un gran jirón de carne colgándole del brazo. Rápidamente lo tumbé en la camilla. Clint preparó todo lo necesario para arreglar el brazo. Tras desinfectar la herida y las herramientas se dirigió a mí.
--- ______, cósele tú la piel.
--- Pero...
--- Sé que puedes, te ayudaré cuando lo necesites.
Me pasó la aguja y el hilo. Miré al clariano, quien estaba sudoroso, blanco y lleno de dolor. No estaba segura de poder hacerlo. Me senté a su lado y coloqué suavemente el jirón en su lugar. El chico soltó un gemido. Mis manos temblaban como nunca lo habían hecho. Tomé aire para intentar calmarme. Al meter la aguja en su carne soltó un pequeño grito, cosa que me puso más nerviosa todavía.
--- Vas demasiado lenta --- dijo Clint tras de mí, cogiendo él la aguja y terminando él el trabajo. Tardó unos minutos y el sufrimiento en la cara del chico me dejó mal cuerpo.
<<Yo para esto no valgo...>>Al fin se fue, aún algo aturdido por el dolor. Clint giró a verme y pude ver que estaba enfadado.
<< Oh, sorpresa.>>
--- ¿Se puede saber por qué estabas así? No es la primera vez que coses una herida.
--- No sé, me he puesto nerviosa.
--- Eso ya lo he visto.
--- No te enfades tú también.
--- Si vas a seguir así va a ser mejor que dejes de ayudarme.
No contesté, no sabía qué decir.
--- Perdóname --- rectificó, acercándose y pegándome a él --- me gusta que me ayudes. --- Le correspondí el abrazo, pues me reconfortaba.
--- Esta noche voy a hablar con Minho, creo que va a ser mejor que sea corredora, para coser heridas no sirvo.
Él permaneció en silencio.
<<Lo siento.>>
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EL CLARO | [Newt y tú]
FanfictionNo veo nada, sólo oscuridad. Hay un olor húmedo. Escucho el sonido metálico de algo subiendo. Algo como un ascensor. A mi lado distingo una figura humana, por las curvas de su cuerpo supongo que es una chica. El ascensor se para, se abren unas pue...