A la moda

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Adkin's Dressmaker, era uno de los mas novedosos, suntuosos y caros establecimientos de moda femenina de Londres. Su taller adjunto a la mas exquisita de las tiendas, reunía a dos hermanos maestros, 8 oficiales y no se sabe cuantos aprendices.

La mayoría de mujeres de alcurnia y seguidoras de modas eran sus clientes. Ningún diseño se realizaba dos veces, cada vestido era único y especial. Fusionaban patrones de Paris, Vienna, Florencia y Venecia, para exagerarlos  a lo suntuoso del estilo isabelino. Otras veces, ideaban verdaderas piezas de arte especial para una dama. El tiempo habitual para la confección de uno de sus vestidos era una semana con urgencia, añadiendo el bonus doble por el trabajo. Pero se sabía que tanto la reina como algunas grandes nobles podían llegar a conseguir la pieza igualmente exquisita en la mitad de tiempo.

De modo que ahí estaba, con mi fascinada y extrañamente amable suegra acudiendo a la cita que ella y Lady Mary Le Fray se había encargado de organizar. Hubiera preferido ir con mis damas a la tienda de dos calles mas abajo, con vestidos procedentes de Paris. Claro que no era algo que pudiera compartir con Lady Henryetta.

-Bienvenidas a mi humilde tienda, Lady Le Fray, Lady Rochester y la joven lady, no tengo el gusto.- El hombre de unos cuarenta años exquisitamente vestido, hizo una reverencia especialmente florida.

-Señor Adkin, le presento a la esposa de mi hijo, Lady Saffort.- Sus ojos se abrieron rápidamente escondió su sorpresa con una nueva reverencia.

-Es cierto que se comentaba que Lord Saffort se había casado.  Enhorabuena.- Noté la tensión de su mandíbula, obviamente no creía para nada lo que estaba diciendo. Sabia que había una nueva Marquesa de Saffort pero en ningún caso parece que creyera que fuera yo, o tal vez que fuera como yo.

-No estoy aquí Sr. Adkin por un vestido de novia, vengo por un encargo urgente, si es usted capaz de realizarlo para mi. Incluso en mi Francia natal se habla de la calidad de sus vestidos.- Corté toda cortesía y apariencia por ambos lados con brusquedad.

-¡Querida, Lady Saffort, no hay que apurar las cosas así! Disfrutad de este ambiente puramente femenino.- Me amonestó con lastima encubierta por su buena capa de dulzura, Lady Le Fray, estaba recibiendo ese trato de ella desde nuestro reencuentro esa mañana.

-No he venido aquí a por una estancia. Necesito un vestido, ¿puede usted confeccionarlo o no?- Reté al hombre. Este había perdido toda sonrisa zalamera y me miraba con seriedad. Tal vez se sintiera ofendido por mis maneras. Para nada las maneras de una dama.

El señor Adkin sonrió como un predador al mirarme, puede que nadie se diera cuenta por que en seguida llamó: -Audrey , ven a agasajar a nuestras invitadas.- Una mujer con los cabellos de plata entrelazado con rubio dorado, se asomo y rápidamente hizo una reverencia y nos invitó a seguirla a la sala contigua. Me fije en el sencillo y elegante corte de su vestido. Obviamente, seria una de las señoras de la casa, esposa de uno de los dos hermanos, por lo que su vestido no podía ser uno de las exquisitas obras que ofrecía el local, pero la pieza que vestía aun siendo sencilla no dejaba de atraer mi atención.

En un vestido burdeos de tafetán sencillo pero fresco. La falda es mas estrecha que las nuestras e incluso las mangas de encaje eran como una segunda piel. De saya alta y con una abotonamiento  que salía del cuello rodeaba el busto a ambos lados y se perdía bajo la axila, marcando el poco pecho de la mujer ajustado por el corsé. Y aun así, la prenda es realmente favorecedora. Eso era un vestido sencillo que me moría por probar.

-Estabamos buscando un vestido lo mas suntuoso posible.- Empezó Lady Henryetta, acomodada en el diván del fondo de la sala de telas.

Las paredes, estanterías, el techo, las mesas, todo estaba cubierto con telas, de sedas a linos, de tafetanes a terciopelos, tules y encajes. Pero sobre todo estaban los colores. Los tintes eran tan brillantes como nunca los había visto en mis vestidos, parecían tristes en su lugar.

Bésame, obedeceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora