Apariencias

Capítulo XVI

~Entrenamiento

---Christian---

   Colegio Veterans, 1:00 p.m., Houston, Texas.

Las personas en este salón son tan insulsas, es que no hacen nada se la pasan tonteando, supongo que los veo así porque los estoy comparando con mi clase de Cálculo. Así es, dije cálculo.

Con los número soy casi un prodigio, es por eso que estoy en una clase avanzada, lástima que es solo en ésa. Según los directivos no podían hacer que adelantara algunos grados porque aún no estoy preparado para eso, pero que eventualmente si demuestro signos de madurez puede que se lo piensen mejor.

Volviendo a la cuestión de que me encuentro rodeado por insulsos, lo único que puedo compartir con ellos, es que hoy estoy ansiando por salir de este recinto, cual bestia salvaje a la que le acaban de abrir la puerta de la jaula.

Es que hoy Katherine me llevará a uno de sus entrenamientos, y eso me hace mucha ilusión.

Al escuchar la campana indicando el inicio de fin de semana, las personas salen disparadas de sus asientos, yo salgo con algo más de emoción de la que presente los días anteriores.
Recorro la longitud del recinto para dirigirme al estacionamiento en dónde se que ella me estará esperando.

Después de una exhaustiva búsqueda, de cómo dos minutos, logro divisar su auto con Katherine sentada en el asiento de piloto.

Abro la puerta de los asientos traseros, porqué la del asiento del copiloto no es apropiada para alguien de mi edad. Una vez dentro, dejo mis cosas a un lado y me coloco el cinturón. Ella enciende el motor y arranca rumbo a nuestro destino, que es, el centro deportivo más grande de Houston.

El resto del camino fue tranquilo, con las preguntas correspondientes de lo relevante que aconteció en el transcurso del día.

...

    Centro deportivo Star, 2:00 p.m. Houston, Texas.

Una vez arribado al lugar, el cuál he de mencionar tiene un amplio estacionamiento, nos vamos hacía las canchas de tenis. El sitio es muy amplio, con grandes jardines que lo adornan. Aparte de las canchas de tenis tiene un ciclo-pista que recorre todo el lugar y un edificio de 4 pisos, en donde tengo entendido se encuentra el gimnasio, el área médica y una cafetería. Todo muy especializado en mejorar el rendimiento de sus tenistas.

Al ver entrenar a Katherine puede darme cuenta de que le tengo algo de enviada, por el hecho de que ella está ahí arriesgando mucho al estar practicando, por el simple hecho de que tuvo una recuperación muy lenta y dolorosa después de que una lesión la dejara fuera de las canchas por más de un año.

Envidio ese coraje que tiene para hacer las cosas, esa determinación que se le ve. Yo no tengo nada de eso, quizás es la etapa de la vida en la que me encuentro, pero eso no debería de ser un factor para que carezca de determinación.

Pero lo que más que más envidia me da, es que ella con tan solo unas horas de conocer a mi hermano, él ya le prestaba toda la atención del mundo. Quizás no es cosas de ella, quizás tampoco es cosa de mi hermano, puede que solo sea mía. Que sólo es mío este sentimiento de que todos me han abandonado solo por el hecho de haber nacido. Puede que solo sea que al ver que ellos se alejaban de mí, lo acepté, dando escusas como, Quizás soy yo el del problema. Nadie me quiere. Solo soy un estorbo y pensamientos de ese tipo, lo que provocó que yo también me alejar de ellos y no buscará ganármelos, decirles algo como, he mirarme estoy aquí.

Eso es lo que me molesta realmente, no el que ella se lleve mejor con mi hermano, que yo.

Quizás es más fácil decir que otros tienen la culpa. Pero a veces ambos lados son los que tienen la culpa. No sé, eso es lo que pienso.

La mayoría de las personas con las que he platicado piensan que saco muchos problemas de la nada, que no debe de preocuparme por nada, o que alguien de mi edad no entendería lo que son los verdaderos problemas. Tal vez tenga razón aun me queda mucho por afrontar, pero eso no le quita peso a los problemas que tenía en ese entonces, no porque aun sea muy joven no quiere decir que mis problemas no tengan importancia.

Cuando me ocurrió el último ataque de asma, lo primero que me mencionaron los profesores al siguiente día es que no me iban a reponer la dado ese día, porque según ellos lo mío no era nada serio como para abandonar el plantel. Las personas pueden ser tan ignorantes a veces.

El punto es que todo lo visto en ese día lo he "perdido", aunque no es del todo correcto porque todo lo que se vio en ese día yo lo sabía de antes, lo que sí es cierto es que ese día ya no lo voy a poder recuperar, y aquí hablo en una cuestión de tiempo, y eso es lo que más me hizo reflexionar sobre que toda envidia que tenía hacia Katherine se debía ni más ni menos al motivo de que todo el tiempo que perdí al echarle la culpa de mi distanciamiento con mi familia, a un tercero, con don en realidad gran parte dependía de mi, de que yo quisiera acercarme más a ellos. Claro que para cuando me di cuenta, ya había desperdiciado muchos años. Y eso es lo que en realidad envidiaba de ella, que tenía tiempo de calidad que yo quería.

No te diré que cuando Katherine llego a mi vida, todo era un desastre y ella lo soluciono, no te diré eso. El hecho es que si todo en mi vida antes de que llegara ella era un desastre, pero ella no lo soluciono hizo algo mucho mejor. Me hizo abrir los ojos y darme cuenta de que era un desastre. Quizás estés confundido del porque pienso así, la respuesta es simple. Ella hizo que dejara que esa venda que me había colocado en los ojos se cayera y me dejara ver que mi vida era un desastre y que al final del día si quería que mi vida siguiera de ese modo no debía de achacarle la culpa a otra persona, sino que debía hacerme responsable por mi elección. Decirle eso a alguien quien tiene un limitado contacto con otras personas, puede causarle una gran impresión y más si solo tiene seis años. Y eso fue exactamente lo que me causo, una gran impresión, como si lo que me estuviera diciendo fuera el secreto del universo.

   ̶  Campeón, campeón, ¿me escuchas?  ̶   estaba tan sumergido en mi propio mundo que no me di cuenta de que se acerco a donde yo estaba.

   ̶  Sí. ¿Qué pasó?

   ̶  Te mencionaba que iré a tomar una ducha, para después dejarte en tu residencia  ̶  el sudor en su frente caía casi a chorros.

   ̶  Me parece una buena idea, ¿te importaría hacer la cena?  ̶  El estar aquí todas estas horas, aunado a las del colegio hace que mi apetito se dé a notar.

   ̶  No me molesta, sirve que cenamos juntos  ̶  paso una toalla por su frente para retirar el sudor  ̶ espérame aquí, tardare unos 20 minutos en asearme.

Tomo sus cosas y se dirigió a lo que supongo yo son los vestidores. Mas o menos una hora después ya nos encontrábamos en mi casa, esa casa que está vacía aunque esté llena de objetos, aquella a la que no puedo llamar hogar, en porque carece del calor humano con la cual se le puede considerar como tal. En fin, llegamos.

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