Capítulo XXX

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    Cafetería, Instituto Harrison, 12:00 p.m., Houston, Texas.

Me encontraba pasando la mirada de una mesa en otra hasta que por fin encontré a Aiden que tenía una chica sentada en su regazo. A muchas de las de aquí les encantan los chicos malos y como acabamos de volver después de haber provocado una pelea estaba más que claro que se nos iban a acercar.

    ̶  Piérdete zorra, quiero hablar con Aiden ̶   la chica se para y se vea, quizás la intimide demasiado pero no es mi culpa tener una mirada de matón.

    ̶  ¿Vienes a rogarme que te perdone? ̶  Su arrogancia es tanta como la mía.

    ̶  Que no se te suba a la cabeza, recuerda quien ha pateado tu culo más veces ̶  entre él y yo aprendimos a defendernos de la vida, después se nos unió Chesa y le enseñamos a él también.

    ̶  Yo fui quien te enseño a pelear.

    ̶  Ya quisieras, por cierto ̶   conecto uno de mis puños con su mandíbula y él solo se gira ̶  aun sigues golpeando como joto.

La gente nos mira esperando que comencemos una nueva pelea pero eso no va a suceder. Me siento a un lado de Aiden y tomo el pudín que está en su bandeja.

    ̶  ¿Qué mierda siguen viendo? ̶  grite porque todos nos seguían viendo, se estremecen por lo grave y profunda que sonó mi voz y vuelven a lo suyo.

    ̶  ¿Tu esquina yo no tenía clientes, o porque tenías ese humor? ̶  dice Chase mientras come de su pastel.

    ̶  ¡Vete a la mierda fosforo! ̶  comenzamos a reírnos.

Esta era, esta era la pieza que faltaba en mi vida, estos bastardos que siempre están conmigo.

...


    Casa de los Lander, 9:00 p.m. Houston, Texas.

Hoy hay una fiesta para que se des-estresen de todos los exámenes de admisión que han tenido en estas últimas semanas. Yo no he tomado ninguno, porque no me interesa la universidad.

Tomo unos jeans negros, una camisa blanca, unas botas tipo militar en color café, y mi chaqueta de cuero. Me coloco algo de loción, desodorante, y un paquete de condones en manos y estos preparado para ir a la fiesta.

...


Antes de llegar a la puerta el olor a chocolate inunda toda la casa. Voy hacia la cocina y me descoloco porque veo la isla repleta de comida; pasta, albóndigas, puré de papas, ensaladas, galletas y algunas bebidas y vino, el vino nunca puede faltar cuando hay tanta comida.

    ̶  ¿Qué es lo que pasa aquí? ̶   Les pregunto a los responsables de esto, que solo pueden ser dos personas.

    ̶  El origen del festejo dicta que él festejado es quien debe ofrecer un banquete a las personas que vengan para que festejen con él, en donde se elogia el gozo de poder celebrar un año más de vida ̶  dice Katherine mientras saca del horno un gran pastel de chocolate.

    ̶  ¡Cumpleaños!, ¿de quién? ̶   ella ni levanta la vista del pastel, lo está decorando con algunas fresas y algo de betún.

    ̶  De Katherine, ella fue quien preparo todo esto, yo so le ayude a comprar las cosas ̶  dice Chris mientras entra en la cocina. Trae una camisa de vestir negra y uno pantalón gris. Parece mayor con esa ropa.

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