~Otra forma de hacer las cosas
Casa de los Robinson, 11:00 a.m.
Estos días que he pasado en la casa de los Robinson han sido, bueno la verdad no sé muy bien como debería describirlos son una mezcla entre raros e interesantes. Ahora solo queda un fin de semana para volver a prisión o instituto, como le quieras decir.
Los primeros dos días solo quería huir de esta casa de extraños, pero sucedió algo aun más extraño, así es, me fui acostumbrando a estar en esta casa de locos, hace mucho tiempo que no estaba en una casa a la que se pueda considerar un hogar, la mía dejo de serlo hace ya tiempo, a la casa de Chase solo voy cuando monta una de sus fiesta que es cuando no están sus padre y a la de Aiden ya casi no voy. Eso es algo que tenemos en común, que queremos estar el menor tiempo posible en nuestras casas porque no queremos estar en donde alguien nos esté diciendo cada cinco segundos que es lo que tenemos que hacer.
Pero la casa de los Robinson no es así, los padres de Katherine no le dicen que hacer, lo cual es extraño porque como quiera hace tareas del hogar. Sus padres son muy tranquilos, a su hermano casi nunca lo veo, nada más cuando se dedicaban a jugar videojuegos, Daniel siempre está con Christian, Katherine y Karla casi todo el tiempo están en la cocina preparando algo para comer y yo, pues me dedico a ver a todo y preguntarme porque sigo aquí.
Ni siquiera he tenido sexo con alguien desde la última vez que me tire a Katherine después de la cena de navidad hace como diez días, sabes que tan largos pueden ser diez día sin nada de sexo, para mi han sido eternos.
...
Me aburro de estarlos viendo jugar al Nintendo y me voy a la cocina en busca de algo para comer. Al entrar a la cocina se puede percibir el aroma a chocolate, seguramente están preparando algo para desayunar, pero no hay nadie más en el lugar más que Katherine, parada frente a la estufa y dándome la espalda.
Me acerco sigilosamente a ella, cual tigre a su presa, una vez cerca paso lentamente mis brazos por sus caderas y coloco mi cabeza sobre la de ella, se tensa un poco por lo repentino de la situación y después se relaja, mis manos empiezan a cobrar vida y se empiezan a mover de una forma lenta por encima del pantalón de su pijama, aunque no sé porqué tiene pantalones de este tipo si a ella le gusta dormir sin ropa, la pego más a mi mientras sigo teniendo mis manos en sus piernas, bajo mi cabeza para recargarla en su hombre izquierdo y mi mano sube para separar sus piernas y con la otra comenzar a masajear su entrepierna, un pequeño gemido sale de ella.
̶ Me emociona el que estés mejorando tus técnicas eróticas, Brandon ̶ apaga lo que está en la estufa y se voltea para que quedemos de frente haciendo que mis manos ahora estén en su trasero.
̶ Y no existe mejor forma de saber cuánto has aprendido hasta que te vea como lo pones en práctica ̶ se pone a delinear el tatuaje que tengo en el brazo derecho.
̶ ¿Qué insinúas? ̶ Mis manos aprietan sus nalgas y suben para ponerse entre su blusa y su piel.
̶ Esta noche avanzaremos un paso más en esta travesía en la que nos hemos montado, e iremos a un club nocturno a disfrutar de la noche.
Al fin iré al lugar en donde hago las cosas mejor, en un ambiente en donde hay música que te revienta los tímpanos, putas, alcohol, humo de cigarros o maría, y sexo, mucho sexo.
...
En el Mercedes, 10:00 p.m., en algún punto de Houston.
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Apariencias
Novela JuvenilApuesta + chica = confusión. Esta es la historia de Brandon Lander y de cómo paso de ser el mujeriego número uno, a una persona totalmente atenta. Mentira esta es solo la historia de este chico cuya vida es deseada por muchos, claro solo la vida que...