Dos salto y a entrenar

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El suelo era duro y frío, Azura buscaba por todos lados a su madre. Después de buscar por una hora cayó en la cuenta de que no había ningún árbol a kilómetros, ya no estaba en el bosque.

En el cielo empezaron a aparecer nubes negras que amenazaban con una tormenta, Azura busco un refugio donde protegerse de la lluvia que había empezado a caer. De repente vio unos lobos que se acercaban, se escondió detrás de una roca. Los lobos hablaban sobre un ataque, Azura agudizo el oído.

- Así que han encontrado la pista de su campamento - dijo un lobo negro con una cicatriz en el hombro.

- Si - confirmó una loba blanca azulado - ¿Cuándo vamos a atacar, Shanik?

- Pronto, Chira, pronto - respondió Shanik - primero habrá que enviar un espía para saber como responderían a un ataque, debemos preparar todo si queremos tomar el bosque.

Azura despertó de golpe, ¿Un ataque? ¿Un espía? ¿A que se referían aquellos lobos? "Que sueño tan extraño" pensó Azura. Su madre seguía durmiendo, así que Azura se levanto sigilosamente y fue a la entrada de la cueva.

Había dormido bastante, el sol estaba en su punto mas alto, se dirigió al arroyo a tomar un poco de agua. "Esto sienta bien" pensó después de tomar agua, de repente se le acerco un cachorro de no más de dos meses de edad de color marrón oscuro con una cicatriz en el hocico.

- Hola - la saludó.

- Hola - le devolvió el saludo - ¿Qué te paso? - le preguntó al ver la cicatriz que tenía. Al lobo le brillaron los ojos de emoción.

- Bueno, hace tiempo salí a explorar fuera del campamento y me atacaron unos tigres.

- ¿En serio? - dijo Azura sorprendida - ¿Y cómo escapaste?

Azura había oído que los tigres eran criaturas muy grandes, rayadas y de garras y colmillos afilados. Había oído historias de lobos que tuvieron que luchar contra tigres pero que habían muerto en el intento.

- Esa es la parte impresionante. Tenía dos por detrás y uno delante, saltaron sobre mi pero yo fui mas rápido y los esquivé. Mordí a uno con todas mis fuerzas en la pata traerá y salió corriendo como cachorro asustadizo, a otro lo mordí en la cola y al ultimo... - no pudo terminar.

- No le hagas caso a Fants, solo se tropezó con una piedra en el entrenamiento y rodó colina abajo - lo interrumpió una cachorra de la edad de Azura de color gris plata - le da vergüenza admitirlo.

- Wendy... - dijo Fants bajando la cabeza - por que lo mencionas.

- Por que es verdad - dijo Wendy mirándolo severamente y dirigiéndose a Azura añadió - soy Wendy, como ya oíste y el es Fants, un poco torpe.

Azura vio que Fants bajaba aun más la cabeza, entonces decidió cambiar de tema.

- Yo soy Azura - se presentó - ¿Para qué entrenan?

- Para convertirnos en guerreros, para proteger a la manada - respondió Fants.

- Pero sois muy jóvenes - se extraño Azura

- Solo nos enseñan lo que debemos hacer en ciertas situaciones, cuando tengamos seis meses empezamos con defensa y ataque - le explicó Wendy.

Azura se imaginó poder entrenar como esos cachorros y poder convertirse en guerrera. Si solo su madre la dejara, estaba segura de que lograría llegar lejos.

- Me gustaría entrenar, pero no se si me dejen - dijo Azura.

- Kanish te dejaría entrenar - le aseguró Fants.

- No es por Kanish, sino por mi madre - dijo Azura - no me deja hacer nada.

- Entonces ven con nosotros al entrenamiento, le decimos a Kanish que estas con nosotros y que se lo diga a tu madre y cuando ella te vea de seguro accederá a que entrenes - le dijo Fants.

- Bueno, si, tal vez tengas razón - dijo Azura.

- Entonces vamos a decirle a kanish - dijo Wendy.

Fueron a la guarida de Kanish que estaba detrás de la cascada, pero no estaba en la cueva así que decidieron esperar. En el arroyo había unas piedras que sobresalían y Fants las retó a saltarlas, Wendy y Azura lograron saltarlas con un poco de dificultad, pero Fants resbalo en la tercera piedra y cayó al arroyo. Unos minutos más tarde llegó Kanish.

- Hola, ¿Qué hacéis aquí? - les preguntó Kanish.

- Solo queríamos preguntarte si Azura puede venir al entrenamiento de esta noche - dijo Wendy.

- ¿Tu madre lo sabe, Azura? - preguntó Kanish.

- Bueno... No - respondió Azura mirándose las patas.

- Pero se nos ocurrió que su madre la viera entrenar, tal vez así la deje entrenar - dijo Wendy.

- Y si no la deja ¿Se les a ocurrido esa posibilidad? - inquirió Kanish. Pero nadie respondió - ¿Y bien?

Azura miro a sus amigos, se habían quedado callados mirándose las patas. Azura respiro hondo.

- No, pero no me deja hacer nada, creí que podría funcionar el plan de Fants y que podría entrenar - logró responder Azura.

- Esta bien, puedes ir. Yo le avisare a tu madre - dijo y mirando el cielo, que se estaba oscureciendo, añadió - será mejor que os apuréis, ya va siendo hora.

- Si, vamos Azura - dijo Fants.

Y Azura siguió a los dos cachorros después de darle las gracias a Kanish. Llegaron al río en el que había conocido a Sira, Drek y Scott, Azura se preguntaba lo primero que tendrían que hacer.

- ¿Qué hay que...? - iba a preguntar Azura.

- Ssshh - la silenció Wendy y le susurro al oído - parte del entrenamiento es ser sigiloso.

Caminaron en silencio hasta llegar a un árbol hueco en el suelo, Fants y Wendy se escondieron allí, Azura los imitó.

- Deberíais ser mas sigilosos - llegó una voz desde las sombras. Azura se sobresaltó - vamos, salgan.

- ¿Cómo nos ha visto? - preguntó Fants mientras salían de su escondite.

- Bueno, no fue difícil después de encontrar sus huellas - respondió la voz y una loba marrón claro salió de entre las sombras - ¿Quién es ella? - preguntó al ver a Azura.

- Es Azura, llegó esta mañana y la invitamos a unirse al entrenamiento - respondió Wendy.

- Ya veo, será un gusto entrenarte Azura - dijo la loba - yo soy Jade.

Azura la loba blancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora