La otra cara de Milo

Romance a medias...

Templo de Leo

La pelirroja caminaba apacible en el recinto, llevaba en sus manos una charola de plata con unos vasos de agua rebosantes de hielo

Su mirada soñadora observaba a lo lejos al caballero que era dueño del templo que practicaba sus mejores movimientos con sus compañeros dorados

Había decidido mudarse al templo del león, ya que era imposible seguir ocultandole a la gente que se amaban, quizá más tarde se casarian y tendrían hijos, pero por el momento vivirían juntos

La noticia no había sido novedad para sus compañeras amazonas, en especial para Shaina que pensaba que ya se habían tardado, los últimos días había estado más como ella la recordaba y le daba gusto, la amazona del águila juraba que los dioses se irían pronto

-Aioria, les traje esto, supongo que tendrán sed- los ojos de los caballeros dorados que entrenaban con el león se iluminaron al momento

-Seria maravilloso tener una mujer que te cuide de esa manera...- el caballero de la primera casa soltó un pequeño suspiro que quedo suspendido unos minutos en el aire

La peliroja miró con ternura al hombre, sabía que nunca había salido del Santuario y de su natal Jamie, que prefería no tener mucho contacto con las Amazonas, ya que era un hombre sumamente respetuoso

-Pronto vas a encontrar una mujer que te atienda como te mereces-
Una leve sonrisa se dibujo en su cara, muy en el fondo, el lemuriano sabía que eso no podría ser

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Templo de Acuario

El rubio muchacho camino hasta la cocina con decepción, la noticia de que había algo entre la bella chica de cabello verde que el tanto admiraba y el amigo de su hermano, se había esparcido como pólvora en el santuario, las últimas fotos de su álbum personal habían constatado esa información y por mucho que el sintiera rabia, sabía que no podría compararse con un hombre como Milo

-Quiero hacer un trato contigo- una voz áspera y fuerte sacó al hombre de sus cavilaciones

-Señor Angelo, un gusto recibirlo en este lugar- se sentía un poco apenado por como acabó la noche pasada

-Muchas gracias, y que me dices, ¿aceptarias una propuesta que tengo para ti?- el cangrejo ya sabía exactamente que el fotógrafo moría por su hermana

-Bueno, depende que es lo que quiera negociar-

-Lo unico que quiero, es que seas el pretendiente de mi pequeña hermana, te prefiero mil veces a ti, que al dorado ese- El rubio arqueó una ceja desconcertado pero le tendió la mano

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Olimpo

El padre de los dioses había citado a Hefestos, cada día lo veía más desmejorado, con profundas ojeras bajo sus ojos, un rostro cansado y cuerpo digno de un anciano. Estaba fastidiado de todo lo que se estaba suscitando en el Santuario y quería ponerle fin de un modo rapido: exterminar el santuario de Tajo.

-Supongo que esto bastará para calmar todo lo que está pasando, aún cuando el amado santuario de Athena desaparecerá- el herrero, ni siquiera levantó la mirada, a él no le importaba nada

-Haz lo que quieras, los Dioses no podemos morir-

-No es que quiera matarlos, simplemente deseo eliminar el lugar donde ustedes quieren hacer todo este embrollo- Zeus se acomodaba la barba, nunca le había agradado pero tenía que soportarlo al ser el herrero

-No importa lo que hagas, pronto terminaré mi venganza contra esa rubia estúpida...- el padre de los dioses se dio media vuelta y dejó hablando solo al horrible ser

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Templo de Virgo

El caballero dorado tenía días sin orar, aún no podía quitarse de la cabeza el incidente de la sacerdotisa de Hades

-Veo que te ha sentado mal esa fiesta- la rubia amazona se sentó en el piso junto al dorado

-Creo que no es correcto que una amazona se presente sola en el templo de un caballero dorado- el joven prefería evitar cualquier contacto humano

-Bueno, dado que no soy bien recibida, disculpe- June se dirigió a la puerta y cruzó el umbral sin mirar atrás

El hombre mas cercano a Dios, ya no se hallaba en el santuario, no soportaba la idea de saber que en el inframundo estaba la única mujer que lo había hecho sentir hombre

-Pandora...- el nombre escapó de sus labios con gran soltura, como si le urgiera salir de esa boca pero a la vez, quedarse sumergido en sus labios para toda la eternidad

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Templo de Aries

La morena se levantó de la cama, ni siquiera tuvo la intención de cubrir su desnudez, la idea de sonrojar al pelipurpura estaba más que planeada

Se había introducido al templo sigilosamente, escondiendo su su poder al máximo para que nadie notara su presencia pero las cosas surgieron de la nada

-Creo que es un error haber entrado aquí sin avisar- la sensual voz de Geist incómodo al santo dorado, pero como todo un caballero se giró para no mirarla

La líder de los Ghost Saints se acercó al lemuriano con suavidad, colocó sus manos en su armadura e incluso pudo notar cierto temblor en el hombre

-Seguramente te hace falta un poco de calor en esta cama- ella se sorprendió aun mas cuando los instintos le ganaron al inocente Mü

En una descarga de lujuria, el caballero de la primera casa devolvió a la cama a la joven, entre besos y ardientes caricias la poseyó en un instinto casi animal

Su cuerpo vibraba de deseo frustrado y la ardiente morena nunca había sentido algo similar, ni siquiera con Máscara de muerte, que ella aseguraba era el mejor amante

Juntos se fundieron en un remolino de sensaciones jamás pensadas siquiera, las manos de Mü recorrieron el cuerpo de Geist con maestría, se detuvo en sus pechos haciéndola arquearse de placer, sus rítmicos movimientos de cadera enviaron a la joven a otra dimensión, no supieron cuando tiempo estuvieron así, hasta que llegó el momento de liberar el clímax de aquel encuentro, ambos quedaron tumbados en la cama exhaustos y con la piel satisfecha de deseo

La pareja intentó evitar el contacto visual pero termino siendo inevitable, cuando por fin tuvieron el valor de mirarse, tragaron saliva sonoramente

-Esto no debió pasar - el lemuriano se escuchaba nervioso

-Yo considero que si no te ha gustado tanto como a mi, estas completamente loco... podríamos repetir en cuanto te haga falta una mujer que quite esos brios- Así la joven inicio un pequeño infierno en la cabeza del caballero dorado de Aries