Mi desmayo como evento público y habladuría de la semana.
No había pisado la escuela y ya sentía miradas sobre mi y cotilleos distantes.—Así que... ¿todos lo saben?- Pregunté mientras caminaba lentamente por los pasillos.
—Técnicamente... Si— Respondió un incómodo Logan, revoloteando su cabello
—¡Genial!— Bufé y choqué mis brazos contra mis caderas. —Esto es sencillamente genial.
Entre cosa y cosa llegamos a nuestros casilleros, lo cuales era relativamente cercanos. Saqué mis libros del primer periodo y me dirigí a la clase.
Una vez entrando noté la despectiva mirada de algunos y los murmuros de otros, todos estos apuntando directamente hacia mi. Me intimidé un poco, pues todo el mundo calló al verme. Me quedé allí parada por un momento, con la mirada un tanto confundida y una inocente torpeza. Trascurrieron 10 segundos, pero parecían un millón de años.
—Camina, Agnes— Sentí un empujón constante en mi espalda. Afortunadamente era Logan quién rompía el hielo y mi rigidez.
—Te lo agradezco, Lerman— Susurré mientras me acomodaba en un pupitre, justo a su lado en la parte trasera.
—No fue nada— Respondió amigablemente mientras el salón se inundó de voces nuevamente.
Después de unos minutos el maestro ingresó y dio inicio con su clase. No era una fanática de la filosofía exactamente, pero al menos me ayudaría a distraerme de las "pequeñeses" que me atormentarían por estos días.
Noté como las personas perdían importancia en mi. Cada quién andaba en lo suyo, incluso Logan, quién texteaba en su celular como de costumbre. Logré recobrar la calma, la postura...—Favor presentarse en dirección los siguientes estudiantes: Agnes Martinez, y Harry Styles. Ahora. —Pronunció en bafle que se hallaba en una esquina del salón. Adiós a la serenidad, a la tranquilidad y a la paz interior que comenzaba a recobrar. Otra vez, todas esas miradas se posaron en mi. El silencio incómodo reinaba nuevamente. Mi desgán no podría ser más grande. Tomé mi mochila de mala gana, y salí con paso firme y acelerado de allí.
¿Y ahora en qué demonios me había metido? ¿Acaso sería retada por alterar el orden público y desmayarme dramáticamente en biología? ¡Que rayos digo! La afectada fui yo. Tendré cicatrices mentales por el resto de mis días, jamás dormiré bien en mi vida, todo gracias a esa estúpida broma de Harry y sus estúpidos amigos. Él debería pagar por todo esto, no yo.
—Ya puedes seguir—Dijo la secretaria de oficina, sacándome de mis pensamientos inmediatamente. Acomodé un poco mi ropa y me enderecé exageradamente. Tranquila,Agnes,es solo el director.
—¡Agnes!—Dijo con entusiasmo el principal. —¡Pasa, siéntate por favor!
—Gracias, creo— Respondí tanto incómoda mientras tomaba asiento. —Ammm, disculpe director, señor. Yo... ¿Hice algo malo, estoy en alguna clase de problema?
—¡Por supuesto que no, niña! Hablaremos de eso pronto, esperemos al que señor Styles aparezca y...—Y casi como invocar al demonio, ingresó Harry a la oficina. Parecía bastante desinteresado, en realidad, contrarío a mi que era todo un manojo de nervios. Tenía su mochila a medio colgar y su lujoso teléfono en sus manos.
—¿Qué pasa?— Dijo con un tono "fresco". Me impresionaba su aparente desinterés.
—Styles, tome asiento, ahí es tan amable— Respondió la autoridad, esta vez cambiando increíblemente de semblante y señalándole el asiento que se encontraba justo a mi lado.
—¿No podría sentarme un poco más lejos? Es que si me hago allí podría contagiarme de enanés extrema— Soltó una carcajada. Yo rodé mis ojos. Era realmente uno de los comentarios más estúpidos que había dicho.
—Harry...—Gruñó el director; este por fin tomó asiento con desagrado. —Chicos, supe sobre el incidente con la araña de ayer.
Harry comenzó a reírse por lo bajo, yo agaché mi cabeza, me sentía algo avergonzada por mi exagerada odisea de ayer.
—Tu madre llamó, Agnes. Está preocupada por tu situación en la escuela.
—¿Mamá hizo qué?—Exclamé completamente sorprendida y apenada. Fantástico, ahora mis padres eran parte de esto. Harry tapaba su boca con sus manos, parecía que estallaría de la risa.
—Está bien, ya me encargué de eso. Le prometí que tomaría medidas.Harry dejó de reír.
—Harry, no es el primer problema que tienes en la escuela. y creo que entenderás que...
—No lo veo como un problema, señor. La pobre arañita no hizo nada malo- Interrumpió el crespo.
—¡Pusiste esa cosa en mi cabeza!- Reclamé.
—No era para que te asustaras y fingieras un desmayo, kindergardeana.
—¡No fingí un desmayo!- Lo pensé por un momento. —¡Y no me digas kindergardeana!
—Vuelve a preescolar, enana.
—¡BASTA!- Gritó el director. —Harry, es suficiente. No podré pasar esto por alto. Debes cumplir con una sanción.
—¿Qué clase de sanción?- Preguntó este un tanto molesto.
— Quedarás suspendido una semana. No podrás asistir a clases y...
—¡Oh! ¡Gracias! ¡Ya me hacía falta un descanso!- Interrumpió Harry nuevamente, recostándose en la silla y acomodando sus brazos en su cabeza cual acto placentero. Insisto, no comprendo el desinterés total de este hombre por absolutamente todo.
—... Ni a las actividades extracurriculares- Complementó el principal. Harry levantó una ceja. —Y con actividades extracurriculares me refiero a todas...Harry saltó de la silla e hizo un gesto de sorpresa.
—No se referirá a...
—Sí, Harry, no podrás participar en el juego del viernes.
—¡Pero señor, es uno de los juego más importantes de la temporada! ¡No puede dejarme por fuera!- Gritó.
—Lo siento mucho. Pero esto no puede ser pasado por alto.
—Vaya...- Articulé, finalmente. Estaba realmente sorprendida, Harry, además, era intocable en la escuela. "Tenía un carisma natural" y el que fuera sometido finalmente me dejó perpleja. Styles me fulminó con la mirada
—Oh, claro- Dijo el director, recordando mi presencia allí. —Puedes decirle a tu madre que ya todo está bien. Y puedes seguir con tus clases con normalidad.
—Gracias, yo...
—¡Espero que estés satisfecha!- Exclamó Harry.Me levanté rápidamente de allí y salí a toda velocidad, no sin antes escuchar un: "¡Me las vas a pagar!" al fondo.
Dios mío, ¿qué he hecho?
ESTÁS LEYENDO
Bullied |H.S| ✔️EDITANDO
FanficAmbos se detestaban. El era el odioso engreído jugador de fútbol americano y ella la típica chica nerd. Pero todo cambia con una serie de acontecimientos inesperados. Comenzarán a sentir algo más que odio el uno por el otro. ¿Amor? Imposible. Bueno...