-No, gracias- Intenté sacar la vuelta, pero me volvió a su pecho.
-Te dejaré un punto claro. Yo no te pregunto las cosas, yo afirmo. Te dije que te llevaría a casa, y eso es todo.
-¿Ah sí?- Lo miré con fuerza y me solté de él. -Y dime, Harry Styles, ¿cómo piensas llevarme a casa contra mi voluntad?
-Hasta que te relajaste- Dijo Harry rompiendo el silencio y saliendo por la calle de la escuela... En su camioneta.
-Cállate- Respondí con desgán, atada por el cinturón del copiloto, manos cruzadas y la peor de las caras.
-No me retes, Agnes. No puedes contra mí- Rió.
Desvié mi vista hacía la ventana, recordando cómo me había levantado, acomodado en sus hombros, me había llevado hasta su vehículo y me había introducido a este sin yo poder defenderme o moverme. Cómo me había amarrado al asiento, y la pataleta que hice para que me dejara ir, sin resultado alguno. Maldito Harry, consigue todo lo que quiere.
Durante el trayecto no lo miré ni por un momento, fingía estar molesta y abrumada con la situación. Sí, fingía. Viéndolo desde otro punto de vista, contaba con tanta suerte siendo que no había planeado nada y, de alguna manera, las cosas resultaban por pura inercia. Quizá la desastrosa cita de Logn no había sido del todo en vano, y si solo podría compartir este momento con él, más vale que no notara que me estaba muriendo de la felicidad por dentro.
Y el panorama cambió.
No nos metimos por la calle donde queda mi normal y clase media hogar, sino por una parte más adinerada de la ciudad.
¿Harry se habrá perdido? ¡Claro que no! ¡Todo el tiempo está en mi casa! ¿Qué demonios ocurre?
-Harry...- Dije apartando mi rostro de la ventana. -¿Dónde estamos?
-Llegando a casa.
-¡Pero por acá no es mi casa!
Me miró con humor.
-Nunca especifiqué a que casa iríamos- Y el auto se detuvo en su adinerado y lujoso hogar.
Aparcó fuera del garaje y salió como si nada, dejándome atrás anonadada.
-¡Harry Styles!- Salí detrás de él. -¡Llévame a mi casa, ahora!
-No- Dijo sin desinterés y caminando sensualmente.
-¡No te lo estoy preguntando!- Me encantaba repetir ese chiste.
-¿Pero qué pasa contigo?- Giró a verme. -Estás en mi casa, aún no sabes la suerte que tienes.
-¿Suerte? ¡Me trajiste aquí con artimañas!- Rió y se giró de nuevo caminando. -¡No me ignores, Edward!
-No lo hago, solo dejo que pelees sola.
-Pu-pu- pues me iré.
-Anda- Se giró nuevamente. A ver si no te da miedo salir a esta hora por un vecindario que no conoces- Tenía un desgraciado punto a su favor. -Sí no, siéntete como en casa.
Cuando eché un vistazo ¡había seguido a Harry hasta el interior! ¡Estaba en todo el recibidor! Me quedé perpleja y justo cuando pensaba reclamarle se escondía su sombra en una habitación.
Por Dios, estaba sola, en su casa, parada en medio de todo como una tonta. Era el momento más patético de mi vida. ¿Podría emporar?
-¡Oh!- Dijo una voz que entraba por la puerta principal y me veía sorprendida. -¿Hola?
-Ehhh... Ammmm- Sí podía empeorar. ¡Era la mamá de Harry! -Hola, ¿señora Styles?
-Sí... ¿Eres amiga de Harry?
-Ahhh, sí, algo así.
-¿Algo así?- Se me acercó riendo amigablemente. Soy Anne- Estrechó mi mano.
-Soy Agnes.
-¿Agnes? Espera, ¿no serás la chica a la cual Harry le arrojó una araña a la cabeza?
-Sí, de hecho- Dije apenadamente.
-Oh, cuanto lo siento, mi hijo fue muy grosero contigo.
-No importa, en verdad. Fue hace un tiempo.
-Sí, mamá- Irrumpió Harry volviendo con un vaso de agua en las manos. -Fue hace tiempo, ¿recuerdas? Ya me reprendiste, ¿recuerdas?
-Sí, pero no sabía que era una chica tan adorable y linda- Hizo que me sonrojara.
Harry rió de medio lado y el adorable ahora era el, me abrazó por lo hombros y le dijo a Anne que iríamos un rato a su habitación. Esta siguió hacia lo que suponía que era la cocina y nosotros a el destino anteriormente nombrado.
-Disculpa a mamá, a veces está loca.
-¿Loca?- Pregunté sentándome un su cama.
-Sí, imagina decir que eres linda.
-Qué gracioso- Dije con sarcasmo mientras paseaba la mirada por todo su cuarto, el típico de un adolescente.
-¡Cuida tu tono señorita!- Se refería al sarcasmo, y aventó todo su cuerpo sobre mí.
-¡Demonios!- Dije sin aire. -¡Quítate!
-No, hasta que te disculpes.
-¿Disculparme por qué?
-¡Por el sarcasmo!
-¿Qué tiene?
-No me gusta que hagas eso.
-¡Tú lo haces todo el tiempo!
-Pero yo sí que puedo- Sonrió. -Discúlpate ahora, enana.
-¡Jamás!
-Está bien, tú lo quisiste- Empezó a rodar en mi cuerpo, dejándome sin aire.
-¡Harry! ¡Estás aplastándome!
-Eres tan cómoda...
-¡Agh! ¡Lo siento!- Dije desechando toda mi voluntad.
-Muy bien, ahora di: "Harry, eres el rey de la escuela, eres tan guapo".
-¡Olvídalo!- Me resistí.
-¡Muy bien!- Empezó a saltar sobre mí.
-¡Me vas a matar! ¡Estás loco!
¡Dilo!- Gritó como niño.
-¡Harry! Eres...- Hacía pausas para tomar aire, pues seguía siendo su trampolín humano. -El... Rey... De la... Escuela. Eres... Tan... ¡Guapo!- Solté lo último junto con todo mi aire corporal.
-¡Lo sabía!- Ubicó su abdomen sobre el mío y su rostro tan cerca al mío que podía sentir su respiración. -Crees que soy guapo...- Dijo con un tono más bajo.
-Ni creas...- Y, en un esfuerzo sobrehumano, me aparté de allí y me senté al borde de su cama, mientras él se quedaba acostado boca abajo.
Sí de alguna manera quería conquistarlo, tenía que empezar por hacerme desear, y no hay nada que les moleste más a los chicos como Harry Styles que no les hagan caso.
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¡Hola! Espero les haya gustado el capítulo, mañana subiré otro pero enserio fue una semana difícil, por suerte no reprobé ninguna materia ¡SI! Bueno les mando un abrazo psicológico y responderé sus preguntas o sugerencias. CHAP CHAP
Comenten y Voten.
Créditos a Cece
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Bullied |H.S| ✔️EDITANDO
FanfictionAmbos se detestaban. El era el odioso engreído jugador de fútbol americano y ella la típica chica nerd. Pero todo cambia con una serie de acontecimientos inesperados. Comenzarán a sentir algo más que odio el uno por el otro. ¿Amor? Imposible. Bueno...