-¿Qué pasa, Harry?- Dije con timidez acercándome a su auto.
-Hey, hola- Sonrió.
-Hola- Respondí con seriedad, por más segunda oportunidad de la cual él no está enterado, no podía demostrarle debilidad. -¿Qué necesitas, o qué quieres? Recibí tu mensaje y... Bueno, no dijiste nada específico.
-Sólo quería llevarte a casa.
-¿En serio? ¿O me vas a volver a llevar a tu casa?
-No...- Rió de medio lado. ¡Como odio/amo que haga eso! -A la tuya; a menos que quieras ir conmigo.
-No- Negué rotundamente.
-¿No quieres que te lleve?
-No... Bueno, no... Digo, no tengo problema con caminar. Además, eres el peor conductor del mundo- Me burlé de él.
-Oh... Es que yo no voy a conducir- Aventó sus llaves en el aire, las cuales cayeron milagrosamente en mis manos. -Lo harás tú.
-¡¿Disculpa?!
-Vamos, sube- Me rodeó hasta llegar al lugar del copiloto.
-No, no, no- Le perseguí. -Sabes que no conduzco, Harry.
-¡No seas gallina, Agnes!
-¡Soy gallina! Me da miedo...
-... ¿Te da miedo o tu novio no te deja venir conmigo?- Soltó de repente levantando una de sus cejar. ¿Novio? ¿De qué novio habla?
-¿Cuál novio?- Cuestioné confundida.
-Sí... Tú nuevo y enorme novio.
-Ammm... Harry, ¿de qué hablas?
-Nada- Agachó la cabeza y comenzó a caminar lentamente. -Digo, tú y Big John no hacen exactamente la mejor pareja del mundo, pero si te gusta...
-¿Qué? Harry... No me gusta Big John.
-¿No te gusta Big John?- Abrió los ojos como platos mirándome fijamente. -Vaya, es bastante raro que no te guste tu propio novio, pero tu...
-¡Harry!- Lo interrumpí. -Big no es mi novio- Este último abrió aún más los ojos. Parecían a punto de salirles
-Pero... Te vi en las pizzas con él y en la escuela.
-Oh, bueno eso es porque él estaba ayudándome a superar...- Cerré mi boca de repente. ¡Dios mío Agnes,controla más tus palabras!- Superar... Emmm... Mi... Ammm- Harry me miró con intriga. -Mi... Emmm... ¡Fobia a conducir!
¿En serio acabo de decir eso?
¿Ahora cómo me voy a zafar de tener que aprender a manejar?
-Oh- Dijo sorprendido. -Así que eso era lo que hacían...
-Sí- Sonreí fingidamente.
-Está bien... Entonces continuemos- Se montó al copiloto. -Apúrate.
Tallé mis ojos con mis manos. ¡No puedo creer que me haya metido en este problema por mi poca capacidad de pensar rápidamente!
-¡Lo siento!- Dije después de frenar en seco con las manos paralizadas en el volante.
-Oh, tranquila... Está bien. Al menos ya avanzamos... ¿qué? ¿Unos dos metros de la escuela!
-¿En serio? ¡Me han parecido kilómetros!
-¿Kilómetros, Agnes? ¡Llevas adelantando y frenando el auto de repente durante media hora!
-¡No me pongas nerviosa, Styles!- Grité con nerviosismo.
-Está bien, relájate...- Se acomodó en su asiento. -De nuevo, como te enseñé. Solo pisa el acelerador...- Hice caso, el auto comenzó a moverse. -Muy bien... Ahora un poco más rápido...- Pero frené bruscamente... Otra vez.
-¡Lo siento!- Lo miré con algo de humor, pero aquella expresión desapareció cuando vi sus fulminándome. -¡No me mires así! ¡Sabes que soy un desastre en esto!
-... ¿Sabes? Empiezo a creer que no alcanzas el pedal- Rió, a lo que yo solo agaché mi cabeza. Ya me sentía lo suficientemente avergonzada. Quizá esta "segunda oportunidad" no era buena después de todo. Harry se cayó por un momento y luego continuó. -Okay, de nuevo...
-¡No! ¡Ya no quiero conducir más!- Lloriqueé.
-No seas niñita.
-...Harry, soy una niña- Lo miré con obviedad.
-Lo que seas, adelante.
Me quedé intacta, mirando fijamente el manubrio. Temía que si volvía a arruinarlo me enfurecería conmigo misma.
-... Agnes ¿Estás bien?- Cuestionó ante mi silencio. Sólo lo mire con duda. Él lo entendió todo. -Haber... Vamos a hacer una cosa.
-¿Qué cosa?
-Cierra tus ojos.
-¿Para qué?
-Para que no estés nerviosa.
Lo pensé por un segundo, pero terminé accediendo.
-Ahora... Pisa el acelerador.
-¿Qué?- Volví a abrir mis ojos. -¿Estás loco? ¿Quieres que nos estrellemos?
-No nos estrellaremos, yo conduciré tus manos.
-Pero Hary...
-Agnes, ¿confías en mí?- Me interrumpió rápidamente.
¿Confiar en él? Ese chico había hecho mi vida un infierno desde el tercer grado, sus bromas hacía mi eran crueles y despiadadas. No tenía muchos amigos gracias a él (bueno, mi falta de ánimo por la interacción social también contribuía un poco), era una rechazada en la escuela y, como si fuera todo, se metió en mi cabeza y corazón para luego romperlo cada vez que se aburriera mí.
A pesar de todo esto, confiaba ciegamente en él... Literal.
-S-Sí- Tartamudeé.
-Cierra... Los ojos.
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Bullied |H.S| ✔️EDITANDO
FanfictionAmbos se detestaban. El era el odioso engreído jugador de fútbol americano y ella la típica chica nerd. Pero todo cambia con una serie de acontecimientos inesperados. Comenzarán a sentir algo más que odio el uno por el otro. ¿Amor? Imposible. Bueno...