Capitulo 7

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-Qué dulzura es ese Harry Styles- Suspiró mamá recostándose en el marco de la puerta de mi habitación.
-¿Disculpa?- Dije, desviando mi atención de mi teléfono hacía ella y su inusual afirmación.
-Que no es tan malo como parece, sabes, hablé un momento con él cuando se iba y me pareció tan... Pasional.
-¿Pasional?- Me senté al borde de mi cama. -Mamá... Hablamos del chico que me ha hecho la vida imposible durante años en la escuela, y puso una peligrosa y horrible araña en mi cabeza, me aterra de solo pensarlo. El mismo chico el cual, apenas llegó a casa hace un rato, por poco y lo sacas a patadas. Harry Styles ¿recuerdas?
-Oh, querida. Pero es porque no le había dado una oportunidad
-¿Qué, acaso lo conociste a fondo en un minuto?- Cuestioné molesta
-No...- Rió. -Sólo sé que está arrepentido y que te quiere cerca.
-¿Cerca de un auto a toda velocidad?
-¡No seas paranoica, Agnes! Es un buen chico, además...- Movió las cejas. -Dice que eres linda.
-No bromees mamá...- Reproché.
-Él mismo lo dijo- Encogió los hombros y con una picara sonrisa siguió de largo por el pasillo.
Quedé pasmada en mi habitación.

¿Harry Styles, el mismo que no pierde oportunidad alguna para burlarse de mi y de lo poco atractiva que le parezco, le había dicho a mi propia madre que yo era linda? Esto es... Esto es...

-¿Por qué le dijiste a mamá que yo era linda?- Pregunté enfada, parándome junto a un acompañado Harry en el pasillo de la escuela.
Me miró de arriba abajo, rió engreídamente y me dio la espalda.
-¡Styles! ¡Te estoy hablando!
-¿Qué quieres?- Volteó.
-¿Por qué le dijiste a mamá que yo... Era linda?- Respondí, bajando el tono al final, cuando todo su grupo social clavó sus intimidantes miradas en mi.
-Porque eres linda- Sonrió.
-¿En-enserio?- Balbuceé torpemente. ¿Sería posible?
-¡No!- Me empujó a un lado con su brazo y cortando la poca esperanza que empezaba a creer ridículamente. -Así que no estorbes, y no hables conmigo en la escuela- Continuó como si nada.

Estabas dispuesta a no irme sin una verdadera respuesta, sobre eso y sobre como logró convencer a mamá de su "inocencia". Pero, claro, toda mi voluntad se fue al demonio cuando todo su grupito comenzó a reírse de mi en cuestión de segundos. Sentí que me achiqué más de lo que ya, de por si, soy. Me di vuelta y salí avergonzada. Una vez más Harry había logrado humillarme en público. Diablos, Agnes ¿en qué momento consideraste esto buena idea?

-¡Agnes!- Gritó un chico a los lejos
-¿Sí? Ah... Eres tu- Dije, con desgán al encontrarme con Logan, volviendo rápidamente a formular la combinación de mi casillero.
-¿Qué, sigues enfadada?- Preguntó mientras se recargaba en los casilleros de un lado.
-Claro que no, estoy de mil maravillas.
-Sabes que odio que seas sarcástica- Respondió seriamente.
-Y yo odio que te hables con Harry Styles.
-¿Qué? Oh, vamos. Estás exagerando.
-Claro que no- Lo miré de frente. -Logan... ¿Has escuchado que "el enemigo de mi mejor amigo es mi enemigo".
-¿Eh?- Sacudió la cabeza. -Agnes, es "el enemigo de mi enemigo es mi amigo".
-Lo que sea- Musité mientras me dirigía nuevamente a mover en círculos imprecisos la cerradura.
-Oye, si realmente aplicara eso, tu serías mi primera enemiga.
-¿Ahh?- Me exalté con mis ojos apunto de salir de su órbita apuntando hacia él. -¿Es que acaso eres el gran amigo de Harry?
-Bueno... Hemos salido a algunas fiestas, nada fuera de lo común- Rascó su nuca.
-¡¿Nada fuera de lo común?! ¡Logaaaaan! ¡No es común! ¡Haz sido testigo de todo lo que me ha hecho y piensas que no es importante!- Renegué, sin dejar de mover la cerradura frenéticamente.
-¡No he dicho que no lo sea! ¡Es algo entre ustedes dos! No pienso que debería meterme.
-Fantástico. No lo hagas- Enfurecí momentáneamente, regresé la vista a mi cerradura y combiné los números violentamente, y al momento de abrir mi casillero todas mis cosas se desplomaron a mis píes. -¿Pero qué demonios...?

Una multitud de personas comenzó a reír inmediatamente. Los rodeé con la mirada hasta encontrarme con Harry, quien no paraba de reír y de señalarme con el mismo grupo de hace un momento. Qué bien... Más humillación.
Tomé aire y me dispuse a recoger todas mis cosas, en medio de un coro de burlas y habladurías.
Logan me ayudó con algunos libros y se fue a sus clases, sin decir palabra alguna.


***


Estaba desplomada en mi cama, más bien agotada del día tan abrumador al cual me enfrenté, con mi teléfono en las manos, la ventanilla de mensajes de Logan lista para escribir, y un poco de Creep - Radiohead para hacer el momento más deprimente todavía. Quizá debía disculparme por aquello de enfadarme e intentar meterlo en todo este asunto de Harry y yo. También por eso de ser amigo de él. Tenía que aceptar de alguna manera que ambos eran populares, y que no andaran en el mismo grupo social de vez en cuando sería extraño e inusual.

-Qué desastre de chica- Pronunció con tono devastante Harry asomándose a mi habitación
-¿Qué haces aquí?- Respondí levantando mi cabeza de las almohadas y mirándolo curiosamente.
-Te dije que vendría- Soltó su mochila en el suelo y saltó en mi cama, quedando a un lado mío.
-¿Podrías, por favor, quitarte los zapatos? Ensucias mi cama- Reclamé.
-¿Qué? ¿Así?- Movió sus píes con brusquedad sobre las sabanas.
-Gracias- Suspiré con cansancio y volteando mi cuerpo al otro lado.
-¿Piensas quedarte holgazaneando allí toda la tarde? ¡Anda a hacer las guías!- Movió sus brazos hacía ambos costados de su cabeza.
-Son TUS guías- Le recordé. -Además, no tengo porque ayudarte. Destrozaste mi casillero.
-Te lo merecías- Carcajeó.
-¿Ah sí?- Dirigí mi cabeza hacía él. -¿Por qué? ¿Por intentar hablarte y que me humillaras frente a todos?
-No. Por enana.
-Eres un tonto- Puse los ojos en blanco.
-Agnes, esto no funciona así, estás quebrando las reglas.
-¿Reglas? ¿Qué reglas?
-Las de esto. -Se acomodó con sus brazos apoyando su cuerpo, mirándome fijamente. Notó mi expresión confusa. Suspiró con fastidio. -Presta atención, las reglas son:

-No porque estés ayudándome puedes hablarme en la escuela.
-No somos amigos.
-Yo soy el que da las ordenes aquí.
-Harás lo que yo te diga sin reprochar.
-Seguiré molestándote si se me da la gana.
-Nada ha cambiado entre nosotros, ni lo hará.



Cap. 7.parte 2


-¿Esas son las reglas?- Hice una pausa silenciosa de casi un minuto cuando, inevitablemente, me eché a reír como loca. Ahora, además de que le estaba haciendo un favor, tenía que seguir las reglas de su juego. Qué descarado. Cada carcajada no era fingida ni en absoluto. En verdad Harry si que me había hecho gracia esta vez. Sujetaba mi cara, daba vueltas en el pedazo de mi cama que estaba acomodaba. Reía y reía, no podía detenerme, la respiración me faltaba... Y de repente unos pies me empujaron fuera de la cama haciéndome golpear con el suelo.
-¡Oye!- Protesté casi sin aire gracias a que caí boca abajo.
-¡Eso es para que te calles!
-Lo siento- Me apoyé al borde de mi cama. -Pero es que...- Iba a volver a reír, pero noté su mirada fulminante sobre mi, así que opté por guardármelo. -Ejem... No sabía que habías impuesto unas reglas.
-Pues ahora lo sabes, así que te aconsejo que las sigas si no quieres que las cosas se pongan feas.
-¿Qué, vas a golpearme?- Lo reté con la mirada.
-No...- Harry rió. -No golpeo animales.
-Tonto- Me levanté del suelo y me dirigí al escritorio. Su último comentario me había quitado hasta el último gramo de gracia que había en mi cuerpo hace apenas un minuto. Odiaba cuando se ponía tan ofensivo y duro conmigo. Aunque siempre lo había sido, estas últimas semanas me afectaba aún más, inexplicablemente.
-¿Cómo entraste?- Recordé.
-Tu madre me dejó seguir.- Dijo, recostado en mi cama con los ojos cerrados y sin prestarle importancia a mi pregunta
-Ah... Claro. Giré nuevamente... Pero, ¡HEY ESPERA!
-¿Cómo y por qué te ganaste a mamá?- Voleé violentamente hacía él.
-¿Por qué demonios haces tantas preguntas?- Respondió molesto.
-Porque... por...- Balbuceé. -¡Porque tiene que ver todo conmigo!
-Agnes, basta.
-Sólo quiero que me digas.
-¿Sí respondo a tus preguntas podrías dejarme en paz de una buena vez?- Asomó su cabeza por sobre su cuerpo con los ojos medio abiertos.
-¿En serio?- Harry levantó una ceja en señal de esperar una respuesta. -Está bien...- Retomé.
-¿Qué quieres saber?- Suspiró mientras se acomodaba al final de mi cama con los brazos apoyados a la altura de sus muslos.

Lo pensé muy bien, finalmente Harry había bajado la guardia. Debía aprovechar esta oportunidad.

-Primera: ¿Por qué te ganaste a mamá?
-Porque me gusta agradarle a todo el mundo- Habló rápidamente. -Y asumí que te molestaría mucho, y acerté. Siguiente.
-Emmm... Este... ¿Cómo lo lograste?- Necesitaba saberlo, toda mi vida había tratado de averiguar como hacer que mi mamá me creyera tonterías.
-Es latina. Muchas de las madres latinas aman el drama y la pasión de las telenovelas. Así que actué como tal.
-¡Vaya!- Exclamé. ¿Cómo no se me ocurrió antes? -Harry...- Centré mi mirada en él y tomé un suspiro.

-Harry, ¿por qué eres tan malo conmigo?- Pregunté sin pensarlo dos veces.
-Porque no me agradas- Cambió la mirada de su rostro.
-Pero...
-¡Shh!- Me interrumpió mientras recibía un mensaje en su teléfono y enfocaba toda su atención en este.
Volvió a lo mismo de ignorarme todo el tiempo. Supe que sería inútil tratar de hablarle. Giré nuevamente en la silla y continué con su trabajo, cuestionándome de a momentos porque tenía que hacerlo. Harry reía de vez en cuando, se texteó con sus amigos hasta que pareció tener un mejor plan para pasar la tarde y, sin previo aviso, se marchó, solo despiendóse de mi madre en el primer piso.




***




-Hola...- Dije, junto a Logan quien centraba su total atención en su casillero, igual que yo el día anterior. -¿Podrías mirarme?
-Estoy ocupado- Respondió cortante.

Cuando Logan se molestaba, ni siquiera se molestaba en escucharte. Podían pasar semanas, meses, incluso años
antes de que el agachara su cabeza.

-Escucha, Logan- Proseguí, sin importarme lo anterior. -Lo siento, sé que nada de esto es tu problema es sólo que...- Puso sus ojos en mi. -... Aveces me siento sola en la escuela, y bien sabes que eso de tener "amigos" no se me da muy bien y yo...
-¿No habrás venido a disculparte así no más, eh?- Me interrumpió con un tono gracioso.
-Claro que no- Reí y saqué unos Ferrero Rocher de mi mochila.
-Eres una enana celosa- Pasó sus manos por mi cuello, en una especie de abrazo... más bien intentó asfixiarme.
-Y tu eres un terrible amigo, a menos que compartas los chocolates conmigo- Dije casi ahogándome y pasando mis manos por su espalda.
-¡Ni lo sueñes!- Me soltó y arrebató los chocolates de mis manos. -Solitos para mi- Rió y salió corriendo como un niño pequeño.

Sacudí la cabeza con una enorme sonrisa en mi rostro, mientras cerraba el casillero de Lerman,pues de tanto afán lo había olvidado. Haría lo que fuera por no pelear con Logan, y si eso implicaba sacrificar Ferreros, pues bien valían la pena.

-Y ese fue el primer abrazo fraternal-masculino de la enana de Agnes, damas y caballeros- Escuché a Harry a mi espalda. Me giré hacía él y vi como había una gran multitud de personas a su lado estallando en risas.
-¿Qué?- Respondí, sin saber que ocurría.
-¿Ahora le vas a negar a toda la escuela que ese fue el primer abrazo que recibiste por parte de un hombre, fuera de tu abuelo o tu padre?- Dijo cinícamente, mientras pasaba su brazo por mis hombros, paradójicamente en forma de "abrazo".
-Claro que n...
-O, quizá, que jamás has llevado a un chico a casa- Me interrumpió. Puse mis ojos como platos, me quedé sin habla... ¿Cómo demonios el sabía eso?. -... En las propias palabras de tu madre...- Complementó mientras mordía sus labios.

Simultáneamente, las personas allí rieron aún más y con más fuerzas, todas apuntaban con sus asquerosos dedos hacía mi mientras Harry los animaba más. Los miré uno por uno, con una expresión que le daría lastima a cualquiera... A cualquiera menos a ellos. Esto era una pesadilla. Me solté de los brazos de Harry y salí huyendo de allí, intentadome esconder donde fuera, no importaba donde, con tal de jamás volverme a enfrentar a esto.

Bullied |H.S| ✔️EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora