No Eres Una Mas (Justin Bieber) (Terminada)

Capítulo 30:

-¿Ahora me dirás que sucedió?- pregunto Justin aun preocupado, mientras frenaba en un semáforo rojo.

-Los padres de Chelsea sufrieron un accidente, Justin- sentía como un nudo apretaba fuerte mi garganta haciendo que se me dificultara respirar y hablar.

-¿Automovilístico?- preguntó mientras aceleraba.

-Supongo- dije mordiendo mi labio inferior y pensando en la agonía que debe de estar pasando Chelsea.

-La tormenta era muy fuerte- dijo mientras me miraba por una fracción de segundo. Yo no respondí, me quede pensando en que hubiera sucedido si Justin se hubiera ido como se lo pedí. Si se hubiera enfrentado a la tormenta. Probablemente no estaría aquí conmigo, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo. –Llegamos- dijo el aparcando el auto, salí a toda velocidad del coche, sin esperar a Justin ni nada, solo corrí.

-Disculpe- le hable a la señorita que estaba detrás del mostrador, mientras sentía la presencia de Justin a mi lado – ¿Los señores Morgan?

-¿Es algún familiar?- pregunto la enfermera, mientras buscaba algo en una gran carpeta.

-Algo así- no tenia su tiempo para andar respondiendo preguntas tontas, solo quería saber en donde se encontraban. La enfermera me miro mal pero aun así me dio la información.

-Cuidados críticos, pasillo cinco a la izquierda- ¿cuidados críticos? En esa sala solo ponían a las personas que estaban gravemente heridas, enfermas o con riesgo a perder la vida. Me flaquearon las piernas y tuve que contener el aire para no llorar por Chelsea y sus padres que son su todo.

Corría por los pasillos, con Justin detrás mío, pasaba demasiados nombres de salas y pasillos hasta que encontré el cinco, di la vuelta a la izquierda como la enfermera me dijo y vi la sala de espera, observe a todos los familiares de las personas que se encontraban ahí y en una silla en la esquina del cuarto vi a Chelsea con los codos sobre las rodillas, la cabeza abajo y sus manos en posición para orar, definitivamente estaba rezando por sus padres. Camine hacia ella pero el brazo de Justin me detuvo.

-Iré por café o té, ¿Quieres algo?- él no quería estar ahí, sabía que era un momento muy incómodo y triste para Chelsea, y para mi, y nunca fueron muy buenos amigos que digamos. –Trae té para las dos- el asintió y  se fue por donde llegamos. Me senté alado de Chelsea no dije ninguna palabra sólo me senté ahí, en silencio, pero ella ya sentía mi presencia, alzo un poco su cara viendo a lo lejos, pude ver las lagrimas que caían por sus ojos como cascadas, exhalé el aire que llevaba conteniendo por un largo tiempo y sentí como el cuerpo de mi mejor amiga se apretujaba al mío mientras ella susurraba varios “¿Por qué ellos?” con un timbre de voz lleno de dolor.

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