♥Capítulo 11♥

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Narra Samuel.

Las semanas siguientes fueron buenas, las cercanías entre los dos siguieron, al igual que los besos, esos besos los cuales me volvían loco, cada día que pasaba junto a Willy me confirmaba cada vez más lo mucho que le quería, me atrevería a admitir que comenzaba a amarlo más. Habia veces en las que Willy se veía distraído y distante cosa que aún no me ha contado nada pero sé que algo le pasa. Quiero ayudarlo en lo que sea que le esté preocupando pero no me dice lo que le ocurre. Hoy tenía planeado hablar con él, intentar hacer que comparta conmigo sus preocupaciones y sus inquietudes.

Willy: Vegetta ya está lista la cena.

Vegetta: voy compañero. –salí de mi habitación y fui directo a la cocina en donde se encontraba el de espalda a la puerta. Me acerque, lo tome por la cintura y bese su mejilla. –¿Qué cenaremos compañero?

Willy: eres tonto. –respondió con una sonrisa. –cenaremos espaguetis.

Vegetta: que bien. –tome mi lugar en el comedor, Willy me paso mi plato y tomar asiento a mi lado. -¿Willy?

Willy: dime.

Vegetta: ¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué no me dices lo que te pasa?

Willy: -suspiro- no me sucede nada, simplemente estoy feliz por todo lo que estamos viviendo y me da miedo que todo se acabe el día de mañana.

Vegetta: Willy, mientras tú estés conmigo esto nunca se acabara, mientras en tu corazón haya espacio para el mío, el mío no dejara de tener uno para el tuyo.

Willy: estos días han sido muy buenos. Me encantaría que pasáramos asi todos los demás días.

Vegetta: ¿y porque no hacerlo?

Willy: es complicado, solo sigamos como hasta ahora sí.

Sonreí y me acerque a Willy le di un tierno beso en los labios y le dedique una sonrisa al igual que él, seguimos comiendo para después ir a dormir.

*Un mes después*

Narra Guillermo.

Todo iba muy bien a decir verdad, cada momento que pasaba al lado de Vegetta me encantaba más, he de decir que me siento atrapado entre el amor de dos Ángeles y lo menos que quiero hacer es lastimarlos a ninguno de los dos.

–Estás haciendo justo lo contrario. –menciono mi amigo.

Willy: pero no sé qué hacer.

–solo decide.

Willy: no es nada fácil hacer eso Luzu.

Luzu: estas mal Wilfred, no puedes estar con los dos a la vez.

Esas palabras no dejaban de repetirse en mi cabeza, eran ciertas pero mi corazón estaba muy confundido, no se decidía entre hacer lo correcto o lo que mi corazón sintiera.

Justamente hoy llevábamos un mes saliendo en otro plan que no fuese el de amigos e insistí en salir a celebrarlo a una feria que estaría en la plaza de donde vivimos. Después de pasar un agradable rato fuera, olvidándonos de todo y todos, llegamos a casa después de un beso algo apasionado cada uno se fue a su habitación. He de admitir que nunca llegábamos a más de eso porque yo tenía miedo, aunque después de una sesión de besos apasionados siempre terminaba dándome una ducha. En fin, era más allá de la media noche cuando tome el valor de levantarme e ir a la habitación de Vegetta, solo entrar lo vi algo adormilado.

Vegetta: ¿Qué pasa Willy?


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