¿Qué Pasaria Si? (Homicidal Liu)

Cap9. Eres Libre

Narra Liu

¡No puedo! ¿Cómo rayos llegué a esto? Como rayos permito a mi corazón y a mi mente encariñarse tanto con esa niña, el cariño se queda corto. ¿Como pude enamorarme de esa estúpida niña que lo único que hacía era estorbarme en la vida?

¿Por qué? No debo.

Los sentimientos siempre juegan contra uno, con la persona que menos te lo esperas, sin importar quien sea, debí deshacerme de ella cuando tuve la oportunidad. Liu ¿Por qué se te ocurrió traerla aquí? Solo me Iba a traer confusión, solo me iba a traer desesperación en mi vida.

Ese beso, ¡Dios! Aún lo tengo presente, la forma en cómo nuestros labios encajaban, en como correspondió tan apasionadamente, no me lo puedo sacar de la cabeza, no fue un simple beso, fue algo más significativo, algo más intenso para ambos, fue especial. No sentía eso desde Susan.

¡Por favor! La estoy deseando y no de una manera sexual, la deseó en la forma de tenerla, de estar con ella, de verla dormir pegada a mi pecho, ver cómo se ve por la mañana, en como su rostro se tiñe de rojo con decirle algo lindo. Esto me está matando lentamente solo quiero que acabé de una vez.

La cabeza me está matando. No puedo pensar bien, he estado todo el maldito día en mi habitación con una botella a un lado, casi se termina y aún no he logrado quedarme dormido.

¿Cómo es que no quiere saber nada? Evade el tema totalmente, es algo raro pero parece estar más tranquila así. Me pregunto que pensará ella, que pensamiento pasa sobre su cabeza por esto, en por qué me correspondió de esa forma, lo más lógico era que me empujara, pero no lo hizo. Tal vez se avergüenza por eso y no quiere tocar el tema.

¿Por que ella? Debo hacer algo antes de que empeore.

Miré por la ventana que estaba a punto de anochecer, salí de mi habitación, la puerta del cuarto de Linccy estaba abierta, ella no estaba ahí.

Bajé a la cocina, ahí estaba tomando una taza de café, tomé varias de mis armas y me acerqué a decirle.

-Saldremos.

-¿A donde?- preguntó ella.

-Te hace falta más entrenamiento.

Caminamos por el bosque, realmente no sabía hacia donde, muchas cosas pasaban por mi cabeza en ese momento. En un instante determinado me di cuenta que habíamos cruzado, era la hora, no pasaría mucho tiempo para encontrar un par de humanos. Y efectivamente tuve razón, no muy lejos encontramos un pequeño campamento de unos adolescentes de no más de unos 18 años, ambos nos escondimos entre las ramas un par de minutos, ella en todo el camino no dijo ni una sola palabra.

Ese trabajo era solo para ella, solo eran 3 chicos, no será muy difícil, le hice la seña y empezó a atacar, uno por uno, los mataba relativamente rápido, aún sentía el miedo de quitar vidas, pero le empezaba a gustar, sus expresiones lo demostraban, en como temblaban sus manos al clavar un cuchillo varias veces aunque ya estuviera muerta esa persona, además de esa pequeña sonrisa que se forma en su rostro. Terminó con todos, y se sentó frente a los cuerpos, yo me acerqué aplaudiendo lentamente hacia ella.