Pablo respiró y me miró, parecía que el relato ya había llegado a su fin. En mi cabeza, había un hervidero de preguntas sin respuesta, ¿todo lo que me había contado podía haber sido fruto de una paranoia colectiva? Había casos de miedo colectivo, los profesores me habían hablado alguna vez de ello, pero por alguna razón, algo en mi me decía que ese no era el caso, su voz, aquellos ojos, todo indicaba a que aquello era real, y que habían pasado mucho miedo por ello.
-Pablo, yo - mordí mi labio pensando como decir lo que pensaba sin molestarle. - ¿Alguna vez as hablado de esto con algún adulto cualificado?- Pablo me miró con cara de pocos amigos, - Quiero decir, después de todo lo que me as contado...- No sabía cómo seguir, aquel chico al que apenas conocía, me había abierto su corazón relatando me aquella historia, y yo, tonta de mi, solo se me ocurría preguntarle aquella estupidez. Estaba más que claro, que nunca jamás lo había comentado con nadie. -Disculpa, a sido una pregunta estúpida, y totalmente fuera de lugar.- Cuando iba a apartar mi mano, Pablo la retuvo y la apretó con fuerza.
-No te preocupes,- dijo casi en un susurro, y aflojó su mano. Miró su reloj y sin mirarme a la cara, comentó que se había hecho tarde; los dos nos levantamos al mismo tiempo y nos dirigimos a la caja, fue entonces cuando reparé en el bolso de Alma, aun estaba en la silla, ¡Alma! Es cierto, pensé yo, ya hacía rato que había ido al baño, ni Pablo no yo habíamos reparado en su ausencia.-Perdone, ¿me podría indicar donde quedan los servicios, por favor? - Pregunté atropelladamente a una camarera. Cuando me indicó el sitio, salí corriendo hacia el baño de señoras.
-¡Alma!- Grité en la puerta del baño, dando golpes sin cesár, al instante, llegó Pablo con la camarera.- Pablo no responde!- Grité presa del pánico. Pablo me apartó e intentó abrir la puerta a empujones.
- Algo esta obstruyendo la puerta.- Me dijo con la cara desencajada.-¡Alma!- Gritó él.-¿Alma me oyes?- Pero no hubo respuesta. Volvimos a empujar, esta vez con la ayuda de la camarera. Al fin, la puerta cedió aun que, no estaba preparada para lo que iba a venir a continuación. El pánico se apoderó de nosotros. El grifo del agua estaba abierto, había agua por todas partes, desparramada, un trozo de cristal del espejo, que estaba roto, estaba suspendido en el suelo, de la zona más afilada emanaba una sustancia roja que se mezclaba con el agua, entonces al vimos, en el suelo con las muñecas abiertas, y desangrada, el cuerpo de Alma yacía sin vida .
-¡Llame una ambulancia!- Hoy gritar a Pablo. Noté como mi cuerpo empezó a temblar, como se me iba la cabeza, y finalmente, perdí el conocimiento.
Cuando recuperé el conocimiento estaba en una cama que no era la mia, con unos cables que venían a parar al mi antebrazo, y justo a mi lado, se encontraba Pablo con la cabeza entre sus manos. Con la mano, le toqué el brazo y se sobresaltó de golpe.
-¡Eh, tranquilo, soy yo!- le dije lo más tranquila y humanamente posible. Matty me miró a los ojos y sin media palabra me abrazó fuertemente.
-¿Estas bien? ¿Cómo te encuentras?- Me dijo separándose un poco. Yo asenti despacio. -Los médicos dicen que fue por el impacto y que te pondrás bien. - Luego bajó la visita. - También me recomendaron que esto era mejor no decírtelo, pero yo creo que tienes que saberlo.- Volvió a mirarme a los ojos- Alma a muerto. - Yo me tape la boca horrorizada- Llevaba rato muerta cuando llegó la policía y los médicos. Tienen que hacerle la autopsia, pero todo apunta a un suicidio.
ESTÁS LEYENDO
Ojos En La Oscuridad
ParanormalTerrores de la niñez, fobias a lo desconocido, cosas que aún que lo desees, no puedes explicar ya que es imposible que te crean... Por mucho que lo intente, Isa, no cree en nada de esto, ya que cree que todo es producto de la mente infantil, o eso c...