Una habitacion blanca toda acolchada, no habían mesas ni sillas, ni tan siquiera una ventana, solo un camastro viejo y polvoriento. La alarma me despertó, había sido todo un sueño? La casa de Juanjo, mi visión de Alma... abrí los ojos, una luz cegadora entraba desde algun lugar. Entonces me di cuenta, estaba en mi habitacion de cuando había estado en el psiquiatrico.
- Oh no, no no no!- dije lebantandome corriendo de mi cama. Miré la puerta de acero puro, y un cristal lo suficientemente duro como para no poder romperlo de un puñetazo.
- Buenos días Susana.- dijo una voz que resonó por mi habitación. Me giré buscando el lugar por donde venía, en una esquina, apartado, pude ver el altavoz junto con una camara de videovigilancia.- Porfavor Susana, apartate de la puerta y sientate en la cama con los brazos en la espalda. Ya sabes el procedimiento. No me hagas repetirlo.- mansamente, ovedecí aquella voz. Al instante la puerta se abrió y entraron dos celadores. Sacaron unas bridas y me ataron las manos a la espalda. "Pero que...?" Miré asustada lo que estaban haciendo.- Es por tu seguridad Susana, ya lo sabes, no podemos permitir que te autolesionea y mucho menos que vuelvas a mandar a nadie al hospital.- dos minutos despues, un joven con bata blanca y mascarilla entró en el cuarto, -Hola Susana, soy el doctor Dante Juanjose, te acuerdas de mi no?- dijo quitandese un momento la mascarilla. La sangre se me congeló al ver el rostro de Juanjo. Mi rabia no pudo se contenida y me abalance sobre el con todas mis fuerzas dandole un fuerte cabezazo contra la lariz. Corriendo, los celadores de abalanzaron sobre mi para sacarme de encima del doctor, pero lo que no esperaban era que yo le siguiese dando patadas. Finalmente, uno de los celadores me pinchó un calmante y mi cuerpo se volvió rigido.
- Esas bridas no aguantaran mucho!- dijo la persona por el altavoz.- Colocarle la camisa de fuerza antes de que pueda volver en si!- los celadores, no se hicieron de rogar, salieron del dormitorio y corrieron a buscar lo que les habían pedido mientra Juanjo se lebantaba algo aturdido por el golpe.
- Eres una zorra con mucho caracter pero tranquila, aqui te bajaremos los humos.- dijo acercandose demasiado a mi entrepierna. Por fortuna, los celadores ya estaban de vuelta y Juanjo se apartó de mi.
- Señor, no hemos encontrado las camisas pero hemos traido esto.- dijeron lebantando unas ataduras reforzadas con cadenas.- colocaron cada una de las ataduras a un extremo de la cama y luego, me ataron a ellas. Todo mi cuerpo estaba tensado. Aquella situacion era horrible. Cuando terminaron con su trabajo y despues de asegurar bien las correas para que no pudiese escapar, salieron del cuarto dejandome a solas con Juanjo.
- Doctor, le dejo solo, me necesitan en otro departamento, cuide bien de esta paciente. Fin de la conexión.- y la voz se apagó.
- Ya era hora.- dijo mirandome con maldad.- Ahora vas a pagar por haberme pegado!- gritó con ira en sus ojos, por suerte, yo no iba a ser consciente de sus actos. Noté su fría mano enguantada y como se escurria por mi camison, y que, por mas que quisiera, no podía cerrar mis piernas por las estupidas correas... -no te preocupes querida, esto no te va a doler, y noté como sus fríos dedos penetraban en el interior de mi bajina, aquello me hizo sobresaltarme, aquello hizo que Juanjo apartase la mano de golpe.- así que aun estas algo consciente,- segiró y de un bolsillo extrajo un pequeño baso en el que inyectó una jeringuilla, y mientras extraia su liquido me miró divertido.- sabes que es la necrofilia? Algunas personas dicen que es una profanacion del cuerpo muerto, yo lo encuentro excitante. - y mientras decía eso, clavaba la aguja en mi piel. Noté como el liquido entraba en mi cuerpo.- Esto no te matará, solo te dejará inmovil, cariño. Podrias ver y oir pero no moverte ni gritar. Así que estas a mi merced.- y tenía razon, por mas que intentase gritar, de mi boca no salió nada... estaba perdida... Juanjo sin prisa empezó a tocar mis muslos, frios. Mi piel se erizó al notar su contacto. Me abrió la boca y su lengua entró en la mia, pero, al estar inmovil, pronto la sacó. "Quizas ya se canse..." pensé pero no fue así, para mi horror, comenzó a quitarse el pantalon. - ni te imaginas las ganas que tengo de follarte nena. Desde el momento que te internaron y te vi. Oh, tenías una cara de psicopata..., tubiste mucha sangre fría aquella noche de halloween nena.- "Noche de Halloween? De que esta hablando?" Aquello brotó como un relampago por mi mente.- Aquella fiesta tubo que ser muy grotesca no? Toda aquella sangre... cuando la policia te encontró estaban en un charco de sangre. Decian que solo repetias en nombre de Pablo, o algo así... supongo que sería el chico que tenías entre tus brazos.- Que que?, que yo había hecho que? Aquello me mató. No podía creer nada de lo que me decia aque capullo. No era cierto...- y mira tu que bien, hoy justamente hace un año de tu masacre querida!- dijo riendose. Ya tenía los pantalones bajados.- me pone mucho montarmelo con una psicopata como tu nena. Seguro que eres una fiera en la cama!- y volvió a besarme. Subió a la cama y se puso sobre mi, y me penetró con fuerza, parecía que aquella situación le excitara porque no paraba de gemir. Sus manos cogieron mis pechos y los manosearon todo lo que quisieron y mas, en mi cabeza solo se oian gritos de socorro, pero nadie podía oirlos. Finalmente, paró, bajó de mi cama riendo se subió los pantalones, me besó y me susurró en el oido "Nos vemos esta noche Susi" aquello me puso en alerta, vi como se alejaba y reía mientras cerraba la puerta de golpe. No podía gritar pero si lloré como jamás había llorado en años. Estaba atrapada.
El tiempo passaba muy lentamente en aquel lugar. Podía desde la ventana como el día iba pasando, y rezaba para que no llegara la noche, pero, inevitablemente, la noche llegó, el aire era gelido, se oia como las ramas de los arboles golpeaban los cristales con furia. Fuera, se oian los pasos de los celadores, fue entonces cuando escuche con atencion como mi puerta se abria. "Juanjo!" Pense poniendome alerta. Pero, en realidad, era una celadora. Tenía el pelo recogido y una mascarilla. Cerró la puerta tras de si y del bolsillo de su bata sacó una geringuilla. Con rapidez y algo de torpeza buscó una bena y sin pensarlo inyectó el contenido. Yo noté como el liquido penetraba en mi interior como si de un rio se tratase. Que me había metido?-No hay tiempo de explicaciones Nita. Recuerda, no es real!- Me dijo la chica mientras desatava mis ataduras. Aquella voz... Alma? Mis ojos se abrieron como platos. Alma me ayudó a incorporarme.- Vamos Nita, pon un poco de tu parte, lo que te e metido tendría que empezar a hacer efecto de inmediato.- y como por arte de magia, mis miembros volvieron muy lentamente a recuperar movilidad.- Susana atiende porque no tenemos mucho tiempo. Yo ya no existo. Eh venido aqui para hacer que vuelvas. Todo esto es una ilusion. Juanjo te a encerrado aqui porque sabe que es tu mayor temor.- y mientras me decia esto iba quitandose la ropa.- Vamos, a que esperas. - dijo entregandomela. Entonces lo entendí todo, Alma iba a reemplazarme. -Alma no...- aun que había recuperado la movilidad, mi abla estaba parada.- Susana escuchame. Yo ya no puedo volver. Y si estas aqui es por mi culpa. Deja que arregle esto, almenos una parte. Date prisa, la camara del cuarto volverá a encenderse de un momento a otro!
Al cabo de un rato...
- Ah, por fin, llebo todo el día esperando este momento nena.- Juanjo, había entrado en el cuarto y contempló con malicia como la chica estaba tal y como la había dejado.- Que ganas tengo de darte tu merecido. Pero primero...- Cogió la cara de la chica que estaba mirando hacia la pared y...
- Sorpresa capullo.- Dijo Alma clabandole unas tijeras en el costado. El doctor gritó de dolor y retrocedió.
- Pero seras hija de...! Encendió las luces y vió que estaba solo en la habitación.- Donde esta?!- tapando la emorragia, corrió a pulsar la alarma.
Aunque para cuando sonó, Susana ya estaba lejos de sus zarpas...
Corrió como pudo por el edificio buscando una salida y, al fin, allí estaba. Puede que fuese su imaginación pero aquella puerta. La estaba llamando a gritos.
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Ojos En La Oscuridad
ParanormalTerrores de la niñez, fobias a lo desconocido, cosas que aún que lo desees, no puedes explicar ya que es imposible que te crean... Por mucho que lo intente, Isa, no cree en nada de esto, ya que cree que todo es producto de la mente infantil, o eso c...