Capitulo 16: El Ritual

22 2 0
                                    

Me encontraba muy aturdida, ahora estaba totalmente segura de que Juanjo había metido algo raro en mi copa. Intenté levantarme pero mis pies y manos estaban encadenados en lo que parecía una especie de altar. Tenía el cabello suelto y llevaba una especie de camisón blanco que me llegaba hasta las rodillas. La sala donde me encontraba era una especie de santuario, donde yo me encontraba era justo el centro, las paredes estaban tapizadas de algún tipo de tela negra y colgados, había muchos candelabros con enormes velas negras iluminando la sala, a excepciona del altar, no había ningún otro mueble, tan solo algunos espejos, aquello me hizo reaccionar, espejos! Claro! Entonces comencé a verlo todo con claridad; Juanjo, Maya, Alma aquel lugar... todo había sido una trampa! Y la muy estúpida había caído de lleno. Miró el espejo que mas cerca tenía y vio los símbolos que había encontrado en el cuarto de Alma.

- Veo que por fin te has dado cuenta,- aquella voz la hizo sobresaltarse. Miró el espejo y en el, vio el reflejo muy demacrado de Alma. Los cristales de su ultimo encuentro habían rasgado el rostro de Alma.

- Alma...?- dije al espejo. Ella me miró pero no parecía tan malvada como nuestro último encontronazo.- Todo esto... todo esto es cosa tuya?- El semblante de Alma se ensombreció. Ya empezamos otra vez... pensé para mis adentros.
- Cállate y atiende. Si, todo esto es cosa mía, mía y de Dante. - Aquel nombre me chocó mucho.- Tu lo conoces como Juanjo. A cada una se le presenta de una manera.- y porque me contaba todo aquello Alma? No hacía ni 48 horas me quería muerte.- Se que te parecerá raro todo esto pero, yo también estoy atrapada, y la verdad era que tú ibas a reemplazarme en los espejos pero... - fuera de la habitación empezaron a escucharse ruidos y tambores.- Ya están llegando... no me queda mucho tiempo. Yo pensaba que me quería pero luego lo e visto con Maya...- no entendía nada de lo que Alma estaba intentando decirme.- Susi no tienen intención de traerme de vuelta! Nos quieren encerrar a las dos! -Aquello último lo dijo con un grito de desesperación.- Susana yo le hablé de ti a Juanjo, le expliqué que tus padres cuando eras mas pequeña te encerraron en el psiquiátrico por que oías voces. Al igual que yo...- aquel recuerdo me hizo estremecer... por supuesto que me acorvada de aquella época de mi vida... aun que una parte de mi la quería tener bien encerrada bajo llave, tirar la llave bien lejos y olvidar todo aquel infierno. Parecía que hubiese pasado una eternidad de todo aquello... Alma y yo podíamos tener entre trece y catorce años, compartíamos "cuarto" ya que no eramos problemáticas, al contrario, las dos teníamos pánico... y nos apoyábamos la una en la otra para superar todo aquel tormento, hasta que, un día...

"- Alma despierta...- grité a mi amiga desde la cama. Alma me miró malhumorada ya que odiaba que la despertaran.
- Que pasa Susi...? Aun es de noche...- pero yo, que ya me había levantado de la cama corrí a taparle la boca.
- Cállate y mira.- Alma siguió mi mirada y entonces la vimos, en lo mas profundo del dormitorio, allí estaba, una figura se alzaba frente a nosotras.- La vez Alma...?- pregunté casi entre susurros. La figura parecía una mujer con los cabellos desaliñados y largos con un vestido raído y viejo.
- Es una mujer con el pelo largo y un vestido...- dijo Alma con la boca seca por la impresión. Yo me la quedé mirando. Un ruido nos sobresaltó y cuando volvimos a mirar, la figura había desaparecido...
Los días siguientes, Alma y yo no paramos de hablar de lo sucedido. Ninguna de las dos volvió a tomar la medicación que nos subministraban los médicos. No estábamos locas!
Luego nos separaron y no volví a ver a mi amiga. Luego nos dieron el alta ya que según los médicos nos habíamos curado...
No volví a saber de ella hasta que..."

- Juanjo cree que si nos encierra entre los espejos, conseguirá comunicarse con el mundo de los muertos y tendrá poderes o algo así...- no sabía si fiarme de Alma pero... no tenía otra opción.
- Porque moriste Alma...?- necesitaba saber la verdad.
- Me dolió mucho ver como Pablo se acercaba a ti, así que llamé a Juanjo y se lo conté todo...
- Y él te convenció para que te mataras no es así...?
- Si, el me dijo que no me preocupara, y que hiciese todo lo que el me dijese, me dio unas instrucciones y me dijo que no tuviese miedo, que él me iba a devolver a la vida...- mis ojos se cruzaron con los de Alma. Las dos habíamos sufrido por culpa de ese malnacido.
- Y que tiene que ver Maya en todo esto...?- si tenia que morir, quería saber toda la verdad.
- De esto me enteré mucho mas tarde... la verdad es que lo descubrí hace poco. Fue por casualidad... para ser exactos, el día que Juanjo y tu os liasteis en la ducha.- aquello me puso alerta. Entonces, no me lo había imaginado. Si que estaba...- Si, y me viste... - dijo como si me leyese la mente.- Susana se lo que estas pensando, y no te juzgo si me quieres odiar, pero tienes que confiar en mi. Las dos podemos hablar y ver a los muertos, sino como explicas que eres la única que podía sentir mi presencia. Es porque estamos conectadas. Juanjo sabe que estoy allí por que yo le hago ruidos pero no puede verme. Solo tu puedes!
- Y que vamos a hacer...?- Alma se alegró al oírme decir eso. Estaba dispuesta a ayudarla una última vez.
- Recuerda, nada va a ser real a partir de ahora. No lo olvides! Es muy importante.- yo asentí.- concéntrate y dime si me escuchas.- Mire a mi amiga, no hablaba pero su voz estaba en mi mente. Acaso...?- si, te estoy hablando por la mente. Háblame tu. Necesito saber que...- pero su voz fue acallada.- mierda...- Su cuerpo empezó a desvanecerse.
- Alma?!- grité para mis adentros. Alma me miró sonriendo con tristeza. - Mi tiempo se agota Nita...- la miré con tristeza. Jamás nadie salvo Alma me había llamado así, la última vez que lo hizo fue cuando nos separaron en el psiquiátrico. Los tambores de fuera cada vez se oían mas cerca.- Nita están haciendo la invocación! Cuando terminen conmigo vendran a por ti. Recuerda. No creas nada de lo que veas y cree en tu instinto! -ya casi toda ella había desaparecido.- Lo siento Nita...- aquello fue lo último que escucharía de Alma... unas lagrimas comenzaron a salir de mi cara... los tambores cesaron y un grito que helaba la sangre resonó por la sala contigua. Aquello me sobresalto. Después silencio. Las puertas se abrieron y Juanjo, con una túnica roja y negra entró en la sala empuñando un puñal, de la hoja, goteaban gotas de un liquido rojizo. "Sangre? Pero de quien...?"

Juanjo entró en la sala seguido de su séquito, eran los mismos hombres y mujeres que la habían estado observando, conforme iban entrando en la sala, iban rodeándome en un circulo, las puertas volvieron a cerrarse al entrar los tambores. Juanjo, sonriendo de una forma macabra, subió hasta ponerse junto a mi en el altar. Dejó su puñal cerca de mi cara para que lo viese bien de cerca, para poderme intimidar. Al oler la sangre, mi cabeza comenzó a darme vueltas hasta perder el conocimiento.

Muy a lo lejos, como entre susurros, se escuchaba la voz de Juanjo que hablaba con una voz extraña...
-Ah llegado nuestra hora!- Gritó, alguien subió a su lado y le entregó un cuenco lleno de una sustancia viscosa y rojiza, que Juanjo depositó cerca de mi cara. Su ayudante colocó cuatro velas negras, una cerca de cada brazo otra cerca de cada pie, y una quinta que entregó a Juanjo. Aquellas velas, no eran normales, desprendían un olor extraño, no era nada común... una neblina comenzó a cubrir la sala. Juanjo tomó la vela entre sus manos y se giró ante el espejo que minutos antes había estado Alma. Por miedo, volví a cerrar los ojos, aun que me sentía muy mareada.

- Oh tu, que nos devuelves nuestro reflejo, tu que nos observas cuando te miramos, entrégame tu sabiduría, entrégame el poder del mal absoluto. Yo, tu mas humilde y fiel servidor te lo suplico.- mientras decía eso, los tambores resonaron, aquello era una invocación! Pensó la chica muy aturdida. Las personas de su alrededor se habían quitado las túnicas y habían comenzado a fornicar entre ellos como si de una orgía se tratase, mujeres y hombres teniendo sexo salvaje los unos con los otros...  Juanjo, que seguía con la invocación, se giró hacia mi subió encima del altar quitándose la túnica, noté su piel desnuda al ponerse sobre mi, rasgó mi vestido hasta los muslos y su lengua rozó mi cara, - lastima que tengas que morir, eres una zorra muy sexy y me pones mucho mas que aquellas dos estúpidas primas. Lastima, hubieses sido una perfecta esclava sexual. Pero antes, vas a dejar que me corra en tu cuerpo de una vez por todas.- y sin pensarlo dos veces, aun sabiendo lo indefensa que estaba, Juanjo no dudó en penetrarme pero, antes de que pudiese asestar su gran golpe, algo lo frenó... Gritos y gente que corriendo. Que estaba pasando? Abrí los ojos como pude... había una especie de neblina muy densa junto a Juanjo, y de repente, alguien lo derribaba del altar, comenzó a forcejear con... - Pa... Pablo...?- pero mi cuerpo ya no pudo aguantarlo más y me desmaye.

-------------------------------------------------------------

Dos horas antes...

- Pablo no hay forma de salir de aquí! Estamos atrapados.- Gritó Sarah desesperada.- Que vamos a hacer...- la pequeña iglesia que tenían cerca acababa de dar las ocho. El tiempo se les estaba agotando... Pablo miró una rendija por la que se filtraba una suave brisa de aire y como la luz de la luna llena iluminaba un poco la estancia.
- No te rindas Pablo...- aquello hizo sobresaltar al chico y notó como los pelos de la nuca se le erizaban.- Pablo, Susana te necesita...- aquella voz... parecía un susurro pero Pablo no alcanzaba a reconocerla. Una mano invisible tiró de él hacia la puerta. "Pero que...?" Pensó Pablo sin comprender... Sus amigos lo miraron sin comprender. Que narices estaba haciendo Pablo?- Pablo, tu puedes! Vamos ábrela!- otra vez aquella voz. Sin comprender el porque lo hacia, Pablo volvió a tirar de la puerta con todas sus fuerzas, solo que esta vez, una mano invisible y cálida también tiraba con fuerza de ella. Al ver el esfuerzo, sus amigos corrieron en su ayuda.
- Vamos, todos juntos!- Gritó Pablo. Quizás fuese magia o alguien les estaba ayudando pero, la puerto, cedió y consiguieron salir de la cripta.
- Corre Pablo, Susi te necesita!- Otra vez aquella voz.
- Pablo!- Sarah llamó a su amigo,- Creo que se donde está Susi.- Pablo corrió a ver que había encontrado su amiga. La chica le enseñó una invitación, y en nombre del anfitrión, Juanjo. Pablo quedó perplejo, o estaban teniendo muchos golpes de suerte, o una mano invisible les estaba ayudando. Sus amigos también lo habrían notado? No quiso preguntarles. Corrieron hacia la salida del cementerio y en la entrada, como si les estuviese esperando, apareció un todo terreno negro, vale, esto ya no era casualidad alguien les estaba ayudando.
- Pablo...- Dijo Marcos mostrando le unas llaves.- Pero quien nos estará...- todos miraron hacia un punto de la verja del cementerio, entre los barrotes, la figura fantasmal de Alma los miraba.
- Alma...?- Pablo se acercó con precaución a ella.- Porque nos...?- Alma le tapó la boca con la mano y negó con la cabeza. Acercando su cara a la del chico, Alma besó a Pablo en los labios, estaban fríos y todo el cuerpo del chico se erizó. "Salva a Nita" le susurró al oído y se desvaneció sin mas.
No había tiempo que perder. Pablo corrió al coche y todos lo siguieron.
- Vamos a por Susi!- Gritó poniendo el motor en marcha, y como si de un rallo se tratase, el coche salió disparado hacia la casa de Juanjo.

- Mucha suerte chicos...- dijo Alma mientras veía como la humareda de polvo que iba dejando el coche.

Ojos En La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora