Capitulo 8: La Sesión

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Estaba perpleja, no podía creer lo que veían mis ojos, el cuarto estaba repleto de velas negras todas ellas encendidas, y, justo en el centro, Maya sentada en el suelo jugando con el tablero. Ni se había inmutado por nuestra presencia. Tras ella, un espejo estaba apoyado en el suelo y estaba cubierto por una fina capa de vaho.

- Maya estas bien?- Grito Sarah poniéndose delante de su amiga, pero esta no contestó, la chica seguía moviendo la peana en círculos parecía como si estuviese en trance. Su cara ensombrecida, no apartaba la cara del tablero - Maya me escuchas? - Dijo Sarah levantando le la cara a su amiga. Al mirarla, Sarah chillo y todos fuimos junto a ella, lo que vimos era grotesco, la cara de Maya estaba desfigurada. Sus ojos eran totalmente blancos y tenia una extraña sonrisa de psicópata, nada que ver con la chica que había conocido horas antes...

- Maya pero que...?- ninguno de nosotros entendíamos nada, la temperatura había disminuido considerablemente pero ninguno lo notó.
Entonces, pasó algo que nos hizo retroceder a todos. El cuerpo de Maya comenzó a convulsionarse, cada vez de forma mas violenta y de repente, se tornó rígido, estaba estirada boca arriba, pero aquello no había terminado, de la boca de Maya comenzaron a salir palabras sin sentido ni aparente relación. Al principio parecían susurros, luego pasaron a ser alaridos, siempre lo mismos sonidos.

- ¡Raguj ajiuo sortosov dadrev sierbas. Raguj ajiuo sortosov dadrev sierbas. Raguj ajiuo sortosov dasrev sierbas!

Estaba estupefacta. Aquella voz no era humana. Entonces, un escalofrío recorrió mi espalda. Parecía una locura pero saqué mi móvil sin pensarlo y gravé lo que Maya o lo que fuese estaba diciendo. Acercándome con cautela a ella. Tenia los ojos cerrados así que puse mi móvil muy próximo a ella. Después de haber obtenido la grabación me levante con cuidado para volver junto a mis compañeros, todos ellos estupefactos por lo ocurrido pero, Maya abrió los ojos en ese instante y agarro mi muñeca con fuerza. Me miró directamente y acercándose a mi oído me susurro algo que me puso la piel de gallina.

- Alma te saluda desde el infierno y dice que vendrá a por ti...- y me lamió la mejilla con su lengua bífida. Yo intenté apartarme de ella pero ella no cedía entonces noté como Pablo tiraba con fuerza de mi. Y junto a el, los otros. Al fin conseguimos que me soltara. Fue extraño ya que no hizo nada. Solo mirarnos con una sonrisa malévola... Pablo me saco del cuarto y una vez retirados me miro a los ojos.

-  Tu estas loca o que te pasa? - tenia los ojos muy enojados. - Como se te ocurre acercarte a ella?- Realmente estaba muy enfadado por mi acto de locura pero yo no le conteste. Aun seguía pensando en lo sucedido con Maya y sus palabras me taladraban la mente... entonces vi que aun sujetaba el móvil con mano temblorosa. - No te das cuenta de que si te pasara algo no me lo perdonaría nunca.- Aquello fue como un cubo de agua fría para mi. No esperaba aquella reacción por parte de Pablo. ¿Le importaba realmente...?
- Pablo necesito tu ayuda. - Le dije entregándole mi móvil. Pablo me miro perplejo. - Quiero que escuches atentamente lo que dice.- di al play y del celular comenzó a reproducirse aquella feroz voz que salia del cuerpo de Maya. Pablo seguía sin comprender.- ¡Pablo, creo que esta hablando del revés!
- Espera, como que del revés? A que te refieres?- Pablo me miró sorprendido. Le conté a Pablo lo que a duras penas podía ser una simple corazonada, algunos pacientes con trastornos hacían cosas así, pero no era justamente psicología lo primero que me vino en mente.
- Recuerdas la película de "El Exorcista"? Cuando Regan ya poseída le comienza a hablar al padre Karras en un "idioma" aparentemente desconocido y en realidad lo que hace es llamar al padre Merrin. Pues no me preguntes el porque pero estoy convencida de que aquí pasa exactamente lo mismo.- Pablo me miró con desconfianza pero aun así se quedo a mi lado. Le di al play y escuchamos atentamente. No se cuanto rato pasó pero mentalmente comencé a separar cada una de aquellas palabras e intentar encontrar algún tipo de pauta o algo. - Pablo saca tu móvil! - pedí a mi compañero y este a su vez me lo paso. Busque en notas y comencé a apuntar lo que a mi entender, podían ser palabras sueltas:
Sortosov

Raguj

Sierbas

Dadrev

Y por ultimo...

Ajiuo

Pablo me miró desconcertado, eran palabras sin sentido, como las que dicen los dementes... Aquello me deprimió muchísimo, pensaba que tenía algo. Me quede sentada en el suelo absorta en mis pensamientos, no me di cuenta de que Pablo había vuelto a la habitación... Eran mas de las 3'00 y no teníamos ni idea de que hacer con Maya. Fue entonces cuando Pablo vino corriendo hacia mi. Yo me levante de un salto, tenia la cara roja como si hubiese corrido un maratón.

- Pablo que sucede todo...- y antes de dejarme terminar la frase, Pablo me beso en los labios. - ¿Que...?
- Susi tenias razón! Eres un genio!!- Dijo abrazándome con fuerza. Y sacó de su móvil la nota con las palabras sin sentido. -Tu misma lo has dicho. Me e dado cuenta al ver el espejo. Tenemos que mirarlas de derecha a izquierda. Esa es la clave!

Sin perder un minuto, los dos nos pusimos a mirar de nuevo las palabras.

Sortosov --> Vosotros

Raguj --> jugar

Sierbas -->Sabreis

Dadrev --> Verdas

Y por ultimo... aun que no hacia falta transcribirlo porque ya estaba todo claro...

Ajiuo --> OUIJA

" jugar ouija vosotros verdad sabréis" o como tendría que leerse ya que estaba todo desordenado:
" Vosotros sabréis la verdad, jugar a la ouija".

Pablo me miró preocupado... la solución era esa, jugar a su macabro juego.

-Tenemos que decírselo a los demás...- dije yo en un suspiro por el cansancio y la preocupación. Y los dos nos dirigimos con paso cansado hacia la habitación. Cuando entramos, Maya se encontraba en el suelo maniatada. Y no paraba de reírse sonoramente. - Chicos, hemos descubierto algo... - dije sin quitar la vista de Maya. Entonces les contamos lo que habíamos descubierto. Por votación, decidimos que fuese Pablo el que llevara la voz cantante en el asunto.
- Así que es eso, quieres que juguemos con el tablero. - Maya se puso seria de golpe. Pablo fue a coger el tablero y el objeto para poder mover lo por el tablero. Pero Maya se puso sobre el bloqueándolo para que no lo pudiese tocar. Todos quedamos atónitos al ver como Maya me miraba a mi. No podía entender el porque pero me daba la sensación que ella ya tenia claro de que fuese yo la que tendría que hacerlo.
- Ella lo tiene vosotros no, ella lo tiene muy escondido. Vosotros sois peones, ella tiene la marca. Ella lo tiene vosotros no...- Comenzó a repetir seguidamente. Por instinto, levanté la manga del jersey por donde Maya me había sujetado, hasta ahora no había reparado en ella pero, efectivamente, bajo ella me había dejado una marca como si me hubiesen quemado con fuego. Era como si alguien con las manos ardiendo me hubiese tocado la piel y me dejase la marca de su mano. Todos la miraron y luego me miraron a mi.
Pablo volvió con los otros y yo me arrodille para coger el tablero, Maya no hizo nada. Pero, cuando quise arrebatar le el objeto para poder moverme por el tablero su cara se puso muy seria.
- No! Solo tu y yo. Ellos no nos comprenden, ellos no son especiales.- Yo mire a los otros con preocupación... no quería estar allí ni quería jugar a ese estúpido juego, solo quería irme a mi casa y olvidarme de todo aquello de una vez por todas. - Empecemos...- Dijo por fin. Puso el objeto sobre el tablero y dos dedos sobre el. Yo la imite, al notar el contacto con su piel me sobrecogió lo fría que estaba. - Haz las preguntas necesarias y no vayas de lista.- Aquel comentario me sorprendió pero así lo hice. Inspire tranquila y cerré los ojos.
- Si algún espíritu hay en esta sala, por favor, manifiesta te.- dijo Maya con voz ronca. Quizás por temor, yo me puse a rezar, algo que no hacia desde hacia muchos años. Abrí los ojos despacio y ante mi sorpresa, ya no estaba en el cuarto de Alma. Estaba en una sala en penumbra, había una neblina muy suave pero, lo mas sorprendente de todo, era que estaba rodeada de espejos.

Ojos En La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora