Capitulo 10: La Presencia

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No se cuanto rato pase inconsciente pero notaba la presencia de Pablo a mi lado. Me dolía todo el cuerpo, lo notaba lleno de magulladuras y moretones. Cuando al fin desperté, Pablo seguía a mi lado, no se había separado de mi. Ya era de día y aun estábamos en el cuarto de Alma. Aquello me hizo recordar lo que había pasado en los espejos. Intenté levantarme pero no pude apoyar el brazo. Pablo, que estaba con los ojos cerrados despertó de golpe todo con la cara desencajada, y todo cubierto de sudor.

-Eh, estas bien?- le pregunte poniendo mi mano sobre la suya. Pablo me miró asustado.
-Susi? Has despertado?- y me abrazó con fuerza. Yo le devolví el abrazo. - estas bien? Que a pasado? - yo lo mire confusa. Podía decirle la verdad, que había visto a Alma y que había intentado atraparme en su mundo de tinieblas y que, finalmente, se había desvanecido, o quizás no... preferí no decirle nada y hacerme la loca. Le dije que no recordaba nada y todo era muy confuso. Por su parte, el me explicó que cuando toqué aquel tablero, un aura nos envolvió a Maya y a mi y que de repente, me desmaye. Y todo comenzó a saltar de su sitio. Que Sarah Carlos y Marcos se llevaron a Maya y el se quedó a mi lado. Que cada vez que intentaba acercarse a mi las cosas se abalanzaban hacia el pero que eso no le impidió llegar hasta mi.
Me abalance sobre el y le bese con todas mis fuerzas. Pablo me miro confuso, así que rápidamente me aparte de el. Acaso, había hecho algo malo besándolo? El me había besado dos veces y yo le había devuelto el beso, sin embargo... aquella vez no había pasado lo mismo y eso me preocupo.
Salimos del cuarto y Pablo sugirió que fuésemos al medico para que me examinaran. Bueno a mi y a todos ya que los otros también tenían golpes y Maya necesitaba que la examinaran.
Tomamos dos taxis y nos acercaron al centro.

Nadie dijo nada. En cuanto llegamos a la consulta, primero examinaron a Maya que, aparentemente, era la que estaba mas grave. Desde que había despertado no dijo nada y tenia la mirada perdida. Era como si le hubiesen arrebatado una parte de ella misma. Los médicos decidieron ingresarla. Los otros chicos salieron rápido, tan solo tenían magulladuras sin importancia. Luego le tocó el turno a Pablo. Le dieron puntos y le dijeron que si hacia movimientos bruscos se le podían abrir.
Cuando salio ni me miro, fue a sentarse junto a sus amigos.
Al instante, una enfermera me llamó y me condujo al box donde seria atendida. Me pidió que me sentara, que mi medico no tardaría en llegar. Mientras esperé, fui pensando que le diría, como explicaría los golpes. Una pelea callejera tal vez? No, entonces tendría que haber acudido a la policía, hacer una denuncia... demasiado papeleo. Donde narices estaba mi medico? Ya me estaba impacientando. Llevaba metida en el centro medico todo el día. No había comido nada. Mire mi móvil, eran mas de las cinco. Decidí mirar por un ventanal que había justo detrás de la mesa de mi doctor. El cielo estaba muy encapotado y amenazaba con tormenta. Un rallo me deslumbro y fue entonces cuando note que alguien me miraba. Me sobresalte y me di la vuelta de golpe. Allí estaba mi doctor mirándome fijamente. Aquello me hizo temblar. Tenia unos ojos negros muy penetrantes, de esos que te dejan sin aliento. Yo me quede paralizada. No sabia que hacer ni que decir. Sin embargo, mi cuerpo empezó a temblar.

- Disculpa la tardanza y no haberte dicho nada al entrar pero se te veía tan concentrada mirando por la ventana. - El chico se veía joven, quizás unos treinta como mucho. Era alto y muy atractivo.- era la imagen perfecta para hacer una fotografía y de ella, un cuadro. - yo le mire sorprendida. Guapo y encima entendía sobre arte y pintura.- Soy el doctor Juanjo D.- y me estrecho la mano.- Supongo que eres Susana.- yo asentí y le estreche la mano. Era cálida y fuerte pero, al mismo tiempo seguro de si mismo.
Alguien pico la puerta y una enfermera entró, Juanjo no soltó mi mano.

- Doctor ya no tiene mas visitas por hoy. Cuando termine ya puede irse. El doctor Ramos ya esta en su box. Que pase una buena tarde señor. - y se marcho. El doctor asintió y se quedo mirando la puerta. Fuera había comenzado a llover con fuerza.
- Así que tu vas a ser mi ultima paciente por hoy. Por favor, siéntate.

Los dos nos sentamos, el doctor no apartaba la vista de mi. Me sentía intimidada. Pero, algo en mi me decía que tuviese cuidado. Tenia un extraño presentimiento.

- y bien. Cuéntame. Como te has hecho daño. Que te a pasado. - yo intente re ordenar mis pensamientos, aun no sabia como contestar.- bueno, que te parece si mientras me lo cuentas voy examinándote. - nos levantamos y me pidió que me tendiera en la camilla.- por favor, indícame donde te duele. - una parte de mi quería gritar que le dolía todo el cuerpo pero tuve que relajarme. El doctor presiono en el lateral y mi cara se estremeció del dolor. - Susans puedes levantarte la camiseta? - dijo el doctor con preocupación. - yo asentí y cuando comencé a levantar la, unos gritos en el pasillo me detuvieron.

-Solo quiero saber como esta! Lleva mucho rato dentro!
- Por favor deténgase! El doctor la esta examinando!

Entonces, Pablo entro en el box. Sin embargo, no parecía el. Tenia los ojos llenos de ira. Un aura de maldad estaba alrededor suyo. Yo estaba tendida pero note como el aire se volvía mas frío al igual que cuando llegamos a casa de Alma. Aquello daba muy mala espina.

- Señor perdóneme, no e podido detenerlo.- Se excuso la enfermera que estaba muy alterada.
- No se preocupe. Yo me encargo. - Dijo Juanjo muy tranquilo. La enfermera se fue y cerro la puerta tras de si. - Soy en doctor Juanjo. Y tu eres...?
- Me da igual quien seas.- Grito Pablo, estaba descontrolado. Como si se hubiese tomado algún tipo de droga. Fue directo hacia mi y me hizo ponerme en pie agarrándome de la muñeca. Pablo se estaba comportando como un verdadero lunático. Y yo no sabia como reaccionar. Primero no me decía nada durante horas y ahora se había vuelto posesivo. Era como si tuviese algún tipo de trastorno bipolar.
- De aquí no se va nadie. - Dijo Juanjo poniéndose frente a la puerta. - Suelta a esta chica, le estas haciendo daño y aun no e terminado con ella.
Pablo me soltó y fue hacia el doctor. Parecía que iba a golpearle. Yo miraba la escena horrorizada. "Por favor, por favor. Haz que pare. Pablo no es así. Y yo lo se. Pero todo apunta a que es un bestia... dios mio que puedo hacer..." Pablo se detuvo de golpe y me miró. Algo en el había cambiado otra vez. Aquel aura de maldad se había evaporado y sus ojos volvían a ser normales. Que había pasado...?

-Susi? - me miro asustado. Vino hacia mi con cautela. Como si fuese un animalito asustado. De mis ojos no cesaban de salir lagrimas descontrolada mente. Su mano, tan cálida se poso sobre mi mejilla.- Susi que sucede...?- yo trague saliva. Estaba temblando de miedo. -Susi, que te he hecho?- yo negué con la cabeza y Pablo me abrazo. Fue entonces cuando entraron unos hombres de seguridad en la habitación.
- Señor, haga el favor de apartarse de la chica y acompáñenos por favor. - Pablo me miro confuso. - No se lo vamos a repetir.
Pablo me miro asustado. Que e hecho? Sus ojos me miraban con tristeza. Cuando se lo llebaron, una parte de mi se fue con el. Estaba destrozada por dentro. Entonces, volví a notar aquella presencia. Me gire y quizás fue mi imaginación pero, reflejada en la ventana, me pareció ver a Alma y como me sonreía con maldad desde el mismo infierno.

Ojos En La OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora