Game Over 》Rubius

2. No todo es lo que parece

Willy nos había contado que se quedarían una temporada en España y no pude evitar gritar de felicidad cuando me enteré. Pero eso no se comparaba con el grito que di cuando dijo que había alquilado un departamento con Vegetta. 

Su excusa fue que se les daba bien la convivencia porque estaban ya acostumbrados, pero yo y Clara estábamos sumamente emocionadas. Queríamos que Wigetta se confirmara.

Porque sí, eramos sus amigas, los habíamos visto algunas pocas veces en eventos, y hablábamos prácticamente a diario por Skype y por Whatsapp e incluso habíamos grabado una gran cantidad de videos juntos. Pero, al igual que todos. La respuesta a lo que nos preguntaban en cada juntada que hacíamos con nuestros suscriptores en Argentina era ''No lo sé''. 

Era la pregunta que todos, y absolutamente todos, nos hacían a los Youtubers del mismo entorno, por así decirlo, siempre. 

Como todos, suponíamos y queríamos que Wigetta fuera real, pero nadie lo sabía en realidad. Cuando se lo preguntábamos, solo daban miradas nerviosas o vergonzosas, pero nunca nos daban una respuesta en concreto. Y cuando digo nunca, es de verdad nunca. 

Luego de que habláramos por teléfono con el y que quedáramos de acuerdo en que íbamos a ir a su departamento por la tarde a ver algunas películas y quizás grabar algo, bajé a preguntarle a Úrsula si necesitaba algo, pero me encontré con la chica que venía a ayudarla un poco con los quehaceres del hogar. 

Ella estaba preparando el desayuno por lo que estaba de espaldas y aún no podía ver su rostro, pero podía jurar por su altura que tenía poco mas de 15 años. 

—Uhm, hola ¿Necesitas ayuda? —le pregunté y ella se tensó. 

—No. Me. Lo. Creo —dijo y al instante que se giró comenzó a gritar —Oh por dios, oh por dios. E-e-eres... Tú. —reí y ella me abrazó —Eres tú, eres Zoe, eres real.    

—No respiro —dije y ella me soltó. Reí —Bueno... Al parecer, me conoces. Voy a estar viviendo un tiempo acá 

—¿Es en serio? —asentí —No creí que de todas las ciudades de España, justo vendrían a vivir a la casa en donde trabajo, de verdad no me lo creo —pellizcó su brazo y yo reí 

—Acostumbrate, nos verás seguido y no querrás que mi tía te llame la atención por actuar raro. Suele ser un poco... Molesta a veces. 

—No puedo creer que sean las sobrinas de doña Úrsula —dijo mientras me miraba con detenimiento. Yo negué divertida.

—Me quedaría hablando mas con vos, pero de verdad necesito una ducha —le dije y ella asintió. —Mi hermana bajará en un rato y seguro va a tener mucho hambre, su preferido es... 

—El café con muffins, lo sé. —dijo interrumpiendome y yo reí. La locura de los fans, como me gusta.

Me despedí de ella y fuí hacia las escaleras pero antes de subir recordé que no sabía su nombre. 

—Casi me olvido ¿Cómo te llamas? —le pregunté 

—Me llamo Sofía, pero me dicen Sophie 

—Bueno, Sophie, nos vemos después, que tengas buen día —dije y ella asintió sonriendo. Escuche que pronunció un ''Igual tú'' Pero yo ya me encontraba subiendo las escaleras. 

Cuando llegué a la puerta de mi habitación vi a una muuuuy dormida Clara. 

—Holis —le dije y ella rodó los ojos. Odiaba que le dijera eso —Desayuna algo y cambiate, hoy vemos a Wigetta —antes de que respondiera me metí a la habitación. 

Elegí lo que me pondría, que consistía en una remera de Harry Potter que me había regalado un suscriptor super adorable, si era muy fan. Unos jeans ajustados, unos zapatos negros también y mi chaqueta de cuero que no podía faltar nunca. 

Luego de seleccionar todo salí y me dirigí al baño. Puse música de mi celular y me metí bajo la ducha. Amaba ducharme escuchando música, era mi momento para no pensar en nada.  

(...)

Ya eran las dos de la tarde, y estábamos listas para irnos, así que luego de llamar a un taxi y de decirle la dirección que nos había pasado Willy, se puede decir que habíamos llegado a nuestro destino. 

Tocamos el timbre del departamento donde vivían momentáneamente y luego de unos minutos Willy bajó a abrirnos. Grite de alegría y corrí a abrazarlo ¿Qué puedo decir? Extrañaba a mis amigos. 

—Joder, me aplastas —dijo y yo reí.

—Wiiiilly —dije bromeando y el rió. Clara reaccionó mas o menos parecido a mí y luego de decir algunas tonterías entramos a su departamento. —Wow —dije al entrar. Había mucha gente. Bueno, conocía a casi todos. Estaban mis amigos, es decir, Willy, Vegetta, Alex y StaXx, pero también estaba Rubius. Si se quien era, no soy un extraterrestre que no sabe quien es Elrubius, pero no lo conocía. No como a mis amigos. Nunca había hablado con el, había visto algún que otro video suyo pero a decir verdad, hay algo de el que nunca termina de convencerme. 

—Mis niñas —dijo Vegetta mientras nos abrazaba —Las he extrañado mucho 

—Yo también —dije mientras saludaba a Frank y a Alex —No veíamos la hora de poder verlos de nuevo.  

—Y ahora viven aquí —dijo Vegetta —¿Casualidad? 

Reí y me acerqué a Rubius para saludarlo, su rostro mostraba desinterés por nuestra visita, pero no me importó. 

—Hola —dije y me senté en el espacio que quedaba a su lado. 

—Hola —sonrió y nos saludo. Mi hermana se sentó a mi lado así que estaba entremedio de los dos.    

—Así que vos sos el famoso Rubius. Yo soy Zoe y ella es mi hermana Clara —dije señalándola. El asintió. 

—No es como si no supiera quienes sois —dijo algo indiferente. 

—Puede que sepas quienes somos pero no nos conoces, por eso nos presento. 

—Vale —dijo y posó su vista en su teléfono. Fruncí el ceño.    

 No era tan simpático al parecer. 

(...)

Ya era de noche, mi hermana se había ido hacia unos minutos para ver si nuestra tía necesitaba algo pero yo decidí quedarme un rato más ya que nos habían invitado a cenar. 

Solo quedábamos Willy, Vegetta, Frank y yo. Los demás se habían ido porque tenían algún compromiso y no podían quedarse. 

—¿Qué onda con el Rubius ese? —automáticamente todos comenzaron a reírse por mi notorio acento Argentino —Pelotudos  

—¿Qué pasa con Rubius? —dijo Willy, que ya no se reía de mí como hacía hace unos segundos. 

— No se... —dije pensativa —Pensé que era mas simpático. 

—Está teniendo unos días horribles últimamente, pero no es nada personal. —dijo Frank. Yo asentí. 

—No lleva muy bien lo de enamorarse —dijo Vegetta. Yo reí sin gracia. 

—Lo entiendo mas que nadie —dije