Estúpida.
Así me sentía. ¿Por qué? Porque le dije que no quería verlo más pensando que iba a ser lo mejor aun cuando no sabía si era lo correcto. Tenía miedo. Miedo de volver a sentir cosas... En el sentido ''romántico'' por la persona equivocada.
Miedo de volver a sufrir, aunque por apresurado que parezca, lo estaba padeciendo. El haber terminado la especie de relación ''Sin sentimientos'' me hizo darme cuenta de que terminandolo o no, los sentimientos ya estaban ahí.
Que ya había perdido la absurda apuesta de mierda que maldita sea la hora que la acepte. A la mierda la apuesta esa. No había sacado nada de bueno de eso.
Te acostaste con Ruben, eso es algo bueno.
Callate estúpida consciencia. ¿O a caso crees que el no poder olvidar ni por un instante la sensación de tenerlo dentro mío es algo bueno?
Estaba tan enojada conmigo misma y triste a la vez que ya no podía mas.
Hacía exactamente dos semanas que no lo veía. Dos semanas que no veía a mis amigos. Dos semanas que no sabía nada de ninguno de ellos ya que había optado por no estar activa en mi Whatsapp. No revisaba Twitter, no hacía nada. Afortunadamente mi hermana pudo inventar una especie de ''enfermedad'' para nada grave y eso hizo que mi ausencia en las redes sociales no alarmara a nadie. Pero tampoco estaba siendo sincera con ella. Solo le decía que no sabía que me pasaba pero que en algún momento iba a dejar de sentirme así.
Me encontraba acostada en mi cuarto, como ya era usual. Nunca me imagine que lo que sea que haya tenido con Ruben iba a ser tan intenso como para terminar así. Deprimida.
No lo entendía porque fue algo muy corto. Pero no era algo muy difícil enamorarse de alguien como él. ¿Enamorarse? Aún estaba tan confundida.
—Mira, vos sabes que yo te aguanto todo. Pero esta actitud de pendeja que estas teniendo no me la banco mas —mi hermana entró alarmandome, y haciendo que ahogara un leve grito por el susto que me había dado —Levantate, move el culo. No aguanto mas que estés deprimida por lo que sea.
—¿No podías golpear, Clara? Casi muero —dije algo enojada.
—No me ibas a dejar entrar, como lo haces hace días —dijo y yo bajé mi mirada —Me duele que no confíes en mí. Somos hermanas —dijo con un deje de tristeza en su voz —¿Qué te pasa? —negué. Como lo había hecho todo este tiempo.
—No me pasa nada —no quería decirlo porque temía que mientras mas veces lo dijera, mas real se volvieran esos sentimientos.
—Ok, no me vas a contar —dijo dándose la vuelta para irse pero antes de cerrar la puerta volvió a hablar —En un rato vienen los chicos, cambiate, o algo así los ves, a lo mejor ellos te importan un poco mas que yo —dijo seca y se fue.
Suspiré profundamente. Se que estaba siendo sumamente injusta, pero no me sentía bien para hablar del tema. Simplemente quería dejarlo estar un tiempo.
Me levanté de la cama y abrí mi armario del cual saqué una blusa blanca, una camisa a cuadros, y unos jeans rasgados. Finalmente divisé mis borcegos y también los saqué.
Cuando ya me encontraba cambiada, me miré al espejo. Me veía horrible, tenía mis labios resecos y unas leves ojeras bajo mis ojos. No me maquillaría ya que solo eran mis amigos y... probablemente Rubius. Cerré mis ojos intentando alejar esos pensamientos y finalmente até mi cabello.
Podía escuchar voces abajo, así que supuse que mis amigos ya habían llegado. Respiré hondo armándome de valor, y finalmente abrí mi puerta y bajé las escaleras.
—El oso salió de su cueva, dios mio no puedo creerlo —dijo mi hermana y aunque aún podía notar un poco de recelo en su voz, se veía que no estaba tan enojada conmigo.
Pude ver que solo Alex y Ruben estaban en casa. Genial *notese el sarcasmo*
—Coño, pero si ha llegado aquí la desaparecida del año —dijo Alex abrazándome. Yo reí al ver que era un poco mas bajo que yo.
—Te extrañé, enano —dije. El se separó de mí y supuse que era el momento de saludar a Ruben.
Me acerqué a él, iba a darle un beso en su mejilla, pero el hizo un paso atrás disimuladamente y simplemente habló.
—Hola, Zoe —su mirada me mostraba confusión y estoy segura de que la mía mostraba lo mismo.
—Uhm, hola —dije y luego de escuchar a mi hermana diciéndonos que la sigamos a la cocina, le di la espalda a los chicos y me dirigí allí.
Al llegar a la cocina mi hermana sirvió unos cupcakes que había cocinado, probablemente con la ayuda de Sophie. Ofreció café a lo que todos asentimos excepto Ruben. Lógicamente el se decidió por un jugo de naranja.
Todo era incomodo, demasiado tenso. Pero al parecer solo nosotros dos lo notábamos ya que mi hermana y Alex conversaban animadamente.
—¿Tu que opinas? —me preguntó Alex quitándome del duelo de miradas con aquellos ojos verdes que tanto me gustaban. Yo asentí sin saber de que me hablaba y el rió.
—¿De verdad grabarías un vídeo porno? —dijo riendo aún mas a lo que yo fruncí el ceño haciendo que todos rieran menos yo.
—¿Qué? —pregunté confundida.
—Nada nada, es coña —dijo cesando su risa —Es que no me estabas prestando atención, ve tu a saber porque —yo me encogí de hombros.
—Los demás vendrán en un rato —dijo mi hermana con una sonrisa en su rostro. Todos asentimos.
(...)
Me encontraba fumando un cigarrillo en el patio de la casa. Ya era de noche, por lo que no podía ver mucho más que las luces de dentro. Me senté en el césped porque amaba esa sensación y mis ojos se posaron en la puerta en cuanto esta se abrió dando paso a ni más ni menos que la persona que había provocado que me comporte de una manera tan extraña los últimos días.
Vi que sacó un cigarrillo del bolsillo de su chaqueta y lo llevó a sus labios para luego encenderlo. No podía quitar mi mirada de su accionar. Era realmente adictivo observarlo hacer cualquier cosa. No fue hasta que su mirada conectó con la mía que me pareció mas interesante observar fijamente el verde césped que se encontraba bajo mis pies.
Podía escuchar como se acercaba lentamente hacia donde yo me encontraba y también sentir mis nervios a flor de piel.
Finalmente esos ojos verdes se posicionaron en mi campo de visión debido a que su mano elevó mi rostro. Me estremecí debido a ese contacto que tanto extrañaba.
—¿Qué pasa?—dijo finalmente. Esa pregunta que tanto me habían hecho estos días. La escuchaba una vez más.
—No sé, no sé que me pasa —dije una vez más.
—Tu has dicho que seríamos amigos, no entiendo porque te alejaste.
—Yo... Perdón, necesitaba tiempo.
—Te quiero.
—¿Qué?—pregunté no queriendo creer lo que había escuchado.
—Te amo, y odio hacerlo pero joder, lo hago —yo negué con mi cabeza como si de una broma se tratase —Me gustas y que la follen a la jodida apuesta
—Eso no es cierto. ''El amor es una mierda'' —dije recordando una de nuestras conversaciones.
Me paré del suelo, y sin darle una última mirada salí disparada de allí. Dejándolo solo, mandando a la mierda a mis sentimientos una vez mas.
Todo mi cuerpo temblaba aún conmocionado por esa declaración. Al entrar a la casa me encontré con una Clara pegada a la ventana.
—Ahora entiendo todo —dijo comprensiva y yo fruncí el ceño —Tu actitud de mierda —aclaró —Era por Ruben. Estas sufriendo por ese idiota y yo recién me entero —dijo abrazándome.
Ese abrazo que tanto necesitaba...
ESTÁS LEYENDO
Game Over 》Rubius
Fanfiction➳El se llamaba Ruben. ➳Ella se llamaba Zoe. ➳El era un famoso Youtuber Español. ➳Ella era la Youtuber mas conocida de Argentina. ➳El tenía amigos. ➳Ella tenía los mismos. ➳El había sido engañado. ➳Ella también. ➳El ya no creía en el amor. ➳Ell...