Cuando leí el mensaje de Rubius era por la mañana, ya que el día anterior me había dormido al instante de acostarme.
Me encontraba acostada en la cama con mi hermana. Recién nos habíamos despertado y estábamos hablando de la vida. La verdad es que el poder descargarme por fin y contarle todo lo que me había pasado había sido la mejor idea de todas. Sinceramente no se porque no lo había hecho antes pero definitivamente valió la pena hacerlo.
—Creo que de verdad te quiere —dijo ella devolviendome mi celular, luego de leer el mensaje. Yo suspiré profundamente sin saber que decir.
—¿Qué se supone que tengo que hacer? —le pregunté mientras leía una y otra vez el mensaje de Ruben.
''Eres demasiado orgullosa''
Si, tenía razón. Pero ¿Cómo no serlo? ¿Cómo no tener miedo? Después de que una persona te engaña es obvio que no quieras admitir sentimientos hacia alguien más y mucho menos dejarte querer por alguien. Cuando eso pasa, el engaño, automáticamente sentís que no es posible que alguien te quiera exclusivamente para hacerte bien. Llegas a pensar que solo quieren lastimarte, y eso es mal. Porque podemos llegar a perder la posibilidad de ser felices, solo por miedo.
—Hablar con él, en primer lugar —dijo mirándome a los ojos —Sincerate con el, decile todo lo que sientas sin temor al futuro. Total, pase lo que pase, habrá valido la pena y yo voy a estar ahí para vos.
—Tengo miedo, Clari —le dije abrazandola y ella me correspondió.
—Es normal, hermana. Pero ¿Qué ganas con eso? —yo me encogí de hombros —Nada. Solamente lamentarte por no haber hecho lo que querías.
—Tenes razón, simplemente no se como empezar —dije sincera y automáticamente ella se paró de la cama a lo que yo la miré extrañada.
Loca.
—Levantate —dijo ordenándome.
—¿Qué? —pregunté
—Levantate, te cambias, le escribís a Rubius y vas a su casa para hablar con el —dijo mientras quitaba las sábanas que me cubrían.
No, no, no, no y no. Negué sumamente decidida. Era demasiado pronto para afrontarlo y no quería hacerlo por un impulso. Definitivamente no.
—Clara, va a pensar que soy una loca bipolar. No.
—Dije que si y es una orden, así que dale, apurate. Yo voy a hacer el desayuno... O el almuerzo —dijo viendo la hora en su celular. Reí por eso y tapé mi rostro con la almohada que ella había estado usando.
A ver, analizando la situación, las contras que podía tener esto es que él me mandara a la mierda por ser tan insegura y... Bipolar. O que realmente lo que el sintiese no fuera real y que yo termine sufriendo por eso. O que llegue un momento en el que se aburra de mí por ser tan idiota. O que los fans se lo tomaran mal y no aceptaran lo nuestro. Eso no me lo perdonaría. Mis fans son mi vida y mucho más.
Y los pro, de la cuestión, mejor dicho, el pro de la cuestión, sería simplemente ser feliz. Ser feliz con la persona que uno quiere definitivamente no tiene precio y creo que vale la pena arriesgarse por eso. Por ser feliz de una vez por todas.
Pensar en mí como persona y en el como Ruben, no como Rubius. Ese Ruben inseguro y tímido al igual que yo. Ese Ruben que le teme al amor igual que yo, pero que aún así se había arriesgado conmigo. Creo que lo mínimo que el merecía era que yo le correspondiera. Y si eso estaba bien para los dos, si eso nos hacía felices, estar juntos... ¿Por qué no intentarlo?
Decididamente quité la almohada de mi rostro y sin pensarlo dos veces me cambié de atuendo, ya que llevaba mi pijama, lógicamente.
''El amor me vuelve estúpida y bipolar'' pensé.
Luego de ir al baño a hacer mis necesidades, ya me encontraba lista para almuerzayunar, si. Inventos de mi hermana, para no sentirse tan culpable de haberse levantado lo suficientemente tarde como para un buen desayuno.
—Te veo arreglada —dijo al verme. La verdad es que simplemente llevaba unos jeans, con zapatillas y una camisa, pero estaba bien —¿Vas a ir?—preguntó con algo de emoción en sus ojos.
—¿Por qué de repente te interesa tanto Rubius y yo como ''Pareja''? —pregunté haciendo comillas en la palabra pareja.
—Porque me di cuenta de que ambos se quieren y que la pasan mejor juntos que separados —dijo encogiéndose de hombros.
(...)
Ok, mis manos sudaban, mi pelo se encontraba despeinado de tanto que había pasado a las nombradas anteriormente por este, mi corazón latía a mil por hora y mi boca se encontraba totalmente seca.
¿Por qué? Pues porque simplemente me encontraba en un taxi, yendo a la casa de Rubius. Había optado por no avisarle, no creí que eso fuera de mucha importancia.
—Si el muchacho vale la pena, quédese con el. No cualquiera hace que nos pongamos así de nerviosos —el taxista habló luego de que yo le pagase haciendo que sonriera por la dulzura de sus palabras. Me impactó un poco de todas maneras.
¿Ruben valía la pena?
Negué mentalmente. No era tiempo para dudar. Me bajé del taxi y al ver que unas personas entraban al edificio me apresuré para entrar con ellos y evitar la vergonzosa situación de avisarle por el portero que me encontraba allí.
Automáticamente me posicioné en el ascensor y cuando este llegó al piso del susodicho, mis piernas flaquearon y todo el nerviosismo que venía sintiendo en el coche se intensificaron. Pensé en huir, pero eso ya lo había hecho demasiado y no estaba en mis planes esta vez.
Toqué el timbre de su departamento y minutos después lo vi abrir la puerta. Su cabello y su rostro me demostraron que acababa de despertar. El sonrió y antes de que fuera a hablar lo interrumpí.
—No. Dejame hablar a mí porque después no puedo y me quiero morir por ser tan pelotuda. Me gustas mucho. Dios nunca creía que iba a volver a decir eso, es... Patético, pero se siente bien. Me gusta estar con vos, me gustas vos, me gusta Ruben y también Rubius. Ambos. Quiero estar ahí para vos cuando me necesites, quiero compartir momentos con vos y me chupa un huevo lo que diga el resto. Viví toda mi vida pensando en los demás y dejé millones de cosas siendo influenciada por el resto. Y esta vez quiero pensar en mí... y en vos. En nosotros. —dije todo eso prácticamente sin respirar y mirando al suelo.
El me tomó de la cintura acercándome, haciendo que nuestras miradas se unieran. En su rostro pude encontrar una sonrisa sincera, de verdad. De esas que podrían hasta incluso hacerme desmayar. Pero... Eso sería, raro e idiota. Por lo que volví a ver sus ojos. Los ojos mas lindos que vi.
Simplemente me besó. Con dulzura y amor. Creí que cualquier palabra que dijéramos en ese momento, iba a sobrar. Pero sin embargo el dijo algo que creí no poder responder aunque finalmente lo hice.
—Te amo
—Yo... También te amo, Ruben.
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Game Over 》Rubius
Fanfic➳El se llamaba Ruben. ➳Ella se llamaba Zoe. ➳El era un famoso Youtuber Español. ➳Ella era la Youtuber mas conocida de Argentina. ➳El tenía amigos. ➳Ella tenía los mismos. ➳El había sido engañado. ➳Ella también. ➳El ya no creía en el amor. ➳Ell...