Game Over 》Rubius

7. Te gusta Rubius

Estaba en shock. Mis padres ya se habían ido hacía un momento. Habían decidido quedarse una semana, por lo que pasamos varios días en familia y no vi a mis amigos en todo este tiempo. Pero aún así, continuaba en shock y sin poder creer que había besado a Rubius. 

Me encontraba dando vueltas por mi habitación, con un pincel en la mano, ya que habíamos comenzado a pintar hacía unos días, debatiéndome mentalmente entre contarle a Clara o no lo sucedido. 

Probablemente ella se pusiera como loca o me diría algo del tipo ''Yo te avisé'' y no es lo que quería en ese momento. Aunque debía admitir que necesitaba esa especie de contención que me daba mi hermana siempre que algo me pasaba por insignificante que fuera. 

Así que finalmente la llamé para que fuera a mi habitación. 

—¿Qué pasó hermanita? —me preguntó y yo la miré con una mueca mientras jugueteaba con el pincel que aún tenía en mis manos.  

—Eh... Yo... Tengo que contarte algo ¿Importante? —dije algo nerviosa.

—Ay me asustas, no me digas que pasó algo malo porque me pongo loca —dijo bromeando pero yo no reí por lo que al parecer se preocupó —¿Pasó algo grave?

—¿Te acordas el día de mi cumpleaños? —ella asintió —Yo... salí a fumar afuera pero no fui sola —ella frunció el ceño.

—No, no me acuerdo. Posiblemente estaba en la cocina con Sophie, ¿Qué pasó? 

—Besearubius —dije prácticamente en un susurro.  

—¿Qué? No te escuché 

—Besearubius —ella me miró y rodó los ojos.

—¿Podés hablar bien Zoe? Pareces idiota —dijo ya algo irritada por mi acción.

—¡Bese a Rubén, boluda! Me quiero morir —ella comenzó a reir. Realmente empezó a reírse como una loca —No es gracioso, Clara.

—¿Qué hiciste que? —dijo entre risas tirada en el suelo —¿En que momento? Explicame el contexto de eso por favor. —yo me senté en el suelo a su lado y comencé a hablar.

—No se, solo se que pasó. No reaccioné. 

—Bueno, no es nada de otro mundo, es lo que hacen dos personas cuando se gust...—la interrumpí.

—¡NO ME GUSTA, CLARA! —dije prácticamente horrorizada por lo que ella estaba diciendo. Realmente no era cierto. 

—¿Lo besaste, no? —yo asentí —Entonces en lo mas profundo de tu ser, te gusta —yo negué y tape mi rostro con mis manos. 

Lógicamente un NO era la respuesta correcta. No me gustaba Rubius, nunca lo haría.  

(...) 

Luego de terminar de pintar mi habitación y de acomodar todas las cosas en su lugar, sonreí con el resultado. Limpié todo lo que había utilizado y me tiré en la cama exhausta. 

Agarré mi teléfono y revisé mis redes sociales. Al entrar a Twitter, publiqué una imagen de mi nuevo cuarto. 

@ZoeRiosYT: Lo más hermoso del trabajo duro son sus resultados.