23. Rubelangel es REAL

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P.O.V Rubius

Me hallaba flipando y sumamente sorprendido. Era lógico que Zoe entendiera todo lo que la fama de ser Youtuber conllevaba pero nunca me imagine que sería así de fácil. Cuando estaba con Jenn, de verdad trataba de no salir a la calle con ella porque automáticamente si me reconocían, ella se enojaba y hacía un escándalo en donde sea que estuviésemos.

En parte era algo entendible, aunque nunca compartí su forma de demostrarlo. Ella hacía berrinches como niña pequeña. Cosa que no me apetecía soportar. Nuestra relación era buena al principio, pero luego sus celos insoportables por cualquier persona que se acercase eran algo difícil de soportar y terminaban por arruinar lo bonito que vivíamos.

En cambio Zoe, lo entendía. Compartíamos eso, el amor por la gente que nos seguía y era algo asombroso y super guay.

Hablando de Jenn, hacía días que ella venía insistiendo con hablar conmigo y pues, yo no quería eso. Había optado por ignorarla y no darle importancia a sus constantes mensajes, de verdad eran constantes. Pero preferí no contárselo a nadie para no darle una magnitud que el asunto no merecía.

No la odiaba a decir verdad. Me había hecho muy feliz en su momento y no podía odiarla aunque así lo quisiera. De hecho la quería pero como persona, no como pareja. Sabía que a pesar de todo ella era buena tía y no había estado en sus planes que todo terminara mal. O al menos eso creía hasta que me enteré que me había engañado.

Una vez más, ignoré su mensaje borrandolo directamente y me decidí a llamar a Mangel para quedar.

—Hola Rubiuh —pude escuchar del otro lado del móvil —Hasta que por fin te acuerdah de mi

—Oh mi Mahe, siempre me acuerdo de ti —dije riendo a lo que el también rió —¿Nos vemos hoy?

—Pueh claro —dijo, o eso entendí ya que parecía que estaba comiendo.

—¿Estas comiendo? —pregunté y escuché algo como ''mjh'' que no pude identificar —Puto gordo —bromee y el rió —Como sea, ven a casa hoy. Tengamos tarde de hamijos.

—Vale nos vemoh luego mi Rubiuh —dijo y colgó. Lógicamente iba a ser la primera persona en saber lo que pasaba. Siempre lo fue y esta vez no cambiaría.

Decidí darles un poco de amor y comida a mis gatos, ya que tenía planeado grabar pero como iba a ver a Mangel, se me hacía mejor idea grabar algo con el. Entonces preferí quedarme haciendo el tonto un rato hasta que el llegara.

Zoe me había dicho algo de que iría a grabar a no recuerdo exactamente que lugar, un vlog, por lo que no la vería ese día. Da igual, de todas formas gracias a la belleza de la tecnología, nos encontrábamos hablando por Whatsapp todo el día. No era lo mismo que tenerla cerca mío y poder besarla y ya saben, esas cosas, pero algo es algo y la verdad no podía quejarme. Todo iba bastante bien para mí hacía tiempo y eso me parecía genial.

Aunque para seros sincero, en el fondo sentía que era demasiado bueno para ser cierto y temía que algo arruinara todo lo que había vivido este último tiempo. Si, debo admitir que a veces era un tanto pesimista y me rayaba con facilidad por cualquier cosa.

Total, que luego de un rato me encontraba en el sofá revisando mi móvil y riéndome por los ocurrentes tweets de mis criaturitas, mientras Wilson intentaba morder mis manos. Reí por eso también, es que últimamente reía demasiado.

—Dejame en paz, gato gordo —dije tomando su cabeza en mi mano y moviendola suavemente. Sabía que eso le molestaba y no había nada mas divertido que un Wilson cabreado.

El timbre sonó por lo que me paré del sofá, viendo como mi gato se estiraba y clavaba sus filosas uñas en este para luego acostarse muy cómodo. Es que era tan mono.

Game Over 》RubiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora