Capítulo 28.

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Victoria se despertó cómodamente entre los brazos de Chace, este seguía durmiendo tranquilo, pero él le prometió llevarla con Ruth antes de las once y poder preparar el almuerzo junto con ella, ademas, tenia que admitir que estaba muy emocionada por conocerla.

Se inclinó un poco hacia adelante para ver la hora del reloj el cual marcaba las diez en punto, solo tenían una hora para desayunar y arreglarse, y claro, el tiempo que le tomaría sacar a Chace de la cama.

Victoria suspiró y miró a su novio, él no daba señales de estar vivo y eso le preocupo, por lo cual, pellizco una de sus mejillas y este frunció el ceño para posteriormente abrir los ojos.

- Cuanto amor - Se quejó con voz ronca.

- No me diste señales de vida - Victoria sonrió burlona.

Chace rodó los ojos.

- Muy graciosa. Dame un beso - Exigió como un niño de cinco años exige un juguete nuevo.

- Despertaste malcriado - Chace hizo un mohín y Victoria rodó los ojos divertida - Solo un beso.

- Terminaran siendo diez, ya lo verás - Dijo y no espero más para besarla.

Le dio un largo y profundo beso a su novia, Victoria no pudo evitar sonreír y corresponder el beso de la misma forma.

En cuanto se separaron, ambos se miraron y Victoria sonrió, acarició su mejilla con barba de pocos días, Chace se dio cuenta de aquello e inconscientemente se rasco la otra mejilla.

- Creo que debo afeitarme - Victoria rio y lo besó, bajo sus besos por su barba hasta su oreja y la mordió - O tal vez no.

- Yo creo que si - Se alejo de su oído para mirarlo a la cara - Me molesta un poco cuando te beso, aunque debo admitir de que te ves muy sexy.

Chace rió y la besó.

- Te amo.

- Y yo a ti - Victoria sonrió y luego miro el reloj, ahora marcaba las diez y cinco - Oye, tenemos que levantarnos, prometiste llevarme con Ruth antes de las once.

- Cierto, vamos.

Y se levantaron, ambos se pusieron en marcha rápidamente, cada uno se fue a bañar en un baño diferente como cada mañana, se vistieron lo más rápido posible y se encontraron en la sala para ir al auto y salir lo más rápido posible ya que pronto serian las once y Ruth empezaría a preparar el almuerzo sin ellos.

- ¿Crees que le caiga bien? - Preguntó Victoria.

Chace rió.

- Claro que sí - Dijo como si fuera lo más obvio - Ella también está ansiosa por conocerte, se que le encantaras.

Victoria respiró hondo, no sabía con exactitud porqué estaba tan nerviosa, tenía que relajarse.

Entonces lo comprendió, no estaba nerviosa por conocer a Ruth o por caerle bien, sabía que se llevarian de maravilla. Estaba nerviosa por contarle todo a Chace, no sabia cuando o como hacerlo, ni siquiera sabía por donde empezar o como se lo tomaría, tal vez le daria asco y la enviaria de vuelta en el primer vuelo a Estados Unidos, quizas se lo tomaría bien y la apoyaria, pero eran muchas las posibles reacciones...

Y había algo más...

Chace es un hombre...

Necesita tener sexo ¿No?

No habían hablado nada al respecto, Chace suponía que era virgen y que no estaba lista y en parte era así pero... Había algo más profundo, más allá de la inseguridad y el miedo.

El internadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora