El internado

Capítulo 23

- Victoria Montgomery ¡Abre la boca! - Ordenó Chace

- ¡Te he dicho que no! ¡No lograras meter esa cosa en mi boca!

Chace la miro molesto.

- ¡Abre!

- ¡No, joder, me da asco!

Chace suspiro irritado.

- Abre la boca, tienes que comer - Dijo - Tú también me obligaste a comer en repetidas ocasiones ¿No es así?

Victoria lo fulmino con la mirada, tenía media hora peleando con Victoria para que abriera la boca. La Sra. Hoffman le había preparado una sopa de pollo para almorzar, la favorita de Victoria, pero ella no quería comer, y Melissa había dicho que tenía que comer.

- Abre - Ordenó.

Victoria se cruzó de brazos, abrió la boca a regañadientes y Chace le metio la cucharilla. Sonrió satisfecho.

- ¿Ves? No fue muy difícil - Dijo

- Te odio - Gruñó

- Si, si, abre la boca

Cuando por fin terminó de darle la comida a Victoria, dejó el plato a un lado y comenzó a comerse su emparedado.

- Esta delicioso - Dijo - ¿Quieres un poco?

Victoria lo fulmino con la mirada, Chace rio.

- Solo bromeaba - Le dio un mordisco al emparedado.

Melissa entró a la habitación, sonrió al ver el plato vacío de Victoria.

- Al fin comiste - Dijo

- Me obligaron

Melissa le dio una palmadita a Chace en el hombro.

- Buen trabajo, tienes madera - Dijo

- Muchas gracias - Chace sonrió orgulloso

- Para que veas que soy buena contigo, te dejare ir esta tarde - Le dijo Melissa a Victoria - Pero no puedes dejar de comer ¿De acuerdo?

Victoria suspiró

- De acuerdo

- Perfecto - Sonrió - Volveré para darte de alta, portate bien

Victoria rio y Melissa se fue.

- Oye ¿Qué dijo Julia? - Preguntó Victoria

- Dijo que llegaría mañana - Chace le dio otro mordisco a su emparedado - Estaba muy preocupada

Victoria suspiro

- Lo se...

El silencio se hizo presente, Chace se terminó su emparedado rápidamente y se levantó para desechar el envoltorio en la papelera, luego volvió a sentarse junto a Victoria en la camilla

- ¿Cómo te sientes? - Preguntó Chace

- Bien - Dijo - Estoy aburrida.

- Se lo que se siente - Victoria rio - Cierto, te tengo una sorpresa

- ¡Es verdad! ¿Cuál es? - Preguntó Victoria

- Cierra los ojos

Victoria cerró los ojos, segundos después, sintió las manos de Chace en su cuello, le estaba colocando un collar.

- Ya - Dijo - Abrelos.

Victoria abrió los ojos, un collar colgaba de su cuello. Era de plata, sin duda, tenía un dije de un corazón diminuto de diamante rosa de fantasía....