Veintinueve

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Lydia POV

Bajé del jeep y respiré profundamente. Un ambiente puro inundó mis fosas nasales. Se podía escuchar perfectamente el sonido de las olas al romper en la orilla, lo que me resultaba completamente relajante después del viaje. Salí un poco más afuera para contemplar el paisaje. Malia tenía una casa literalmente junto a la playa, era increíble. Aprecié a lo lejos la playa, la arena clara, el mar más allá, que estaba de color azul, agua cristalina. Era precioso, incluso hipnotizante.

—Lydia, ¿vamos? —Me dijo Allison. Yo asentí, tendría mucho tiempo para contemplar esa preciosa playa.

Nos acercamos a la casa, aunque más bien era un apartamento de la familia de Malia. No era extremadamente grande, pero para nosotros era perfecto. Malia nos abrió la puerta sonriente y nos saludó dándonos un abrazo a cada uno, lo más gracioso fue cuando tocó el turno de Isaac, creo que fue el abrazo más incómodo que haya visto jamás. Nos enseñó un poco el apartamento y las habitaciones. Yo tenía claro que si se podía elegir, quería una con vistas al mar, como si de un mismo hotel se tratase.

—Bueno, puede que haya algún problema. —Dijo Malia —Por las habitaciones, digo. Hay que compartir, todas tienen camas de matrimonio.

—Somos seis. —Contó Scott — ¿Algún problema en que duerma con Allison? Bueno, ya sabéis...

—No hace falta que digas nada Scott, te dejamos dormir con Allison. —Dijo Stiles rodando los ojos, por lo que yo sonreí.

—Malia, si quieres duermo yo contigo. —Dije ofreciéndome. El resto de personas me miraron sorprendidos. —Bueno ¿qué pasa? Las otras posibles combinaciones pueden acabar en desastre.

— ¿Lo dices porque Stiles es su ex y ella y yo no nos llevamos? —Preguntó Isaac. Yo me di una leve palmada en la frente, incrédula. —Era lo que estabas pensando, yo lo sé.

—Gracias por tu aportación, Lahey. —Respondió Malia. —Y la respuesta es no, Lydia. —De repente, Malia se acercó a Isaac, echándole una mala mirada —Ni se te ocurra acercarte a mí por las noches, muerdo, podría matarte. —Advirtió.

— Oh, ¿tú y yo, eh? No lo harías, te gusto demasiado, lo sé. —Dijo el aludido. Malia le golpeó y rodó los ojos.

—Entonces... ¿yo duermo con...? —No sabía si quería acabar la pregunta, aunque todo el mundo sabía la respuesta.

—Conmigo, al parecer. —Contestó Stiles. — ¿No te importa, no? —Yo negué. —Estupendo.

Cada uno fue a su habitación correspondiente con su equipaje, al final me había tocado una de las habitaciones con vistas al mar. Lo primero que hice al entrar, fue ir corriendo a la ventana, quería verlo de nuevo.

—Veo que alguien está muy emocionada por la playa. ¿Con ganas de volver a tu hogar, Ariel? —Preguntó Stiles. Yo reí y le di suavemente en el hombro, provocando su risa.

—Nunca debí haberte dicho eso. Seguro que hasta por las noches me lo vas a recordar. —Me quejé.

—Vamos, sabes que lo digo de broma. Me encanta picarte, me recuerda tanto al principio de nuestra relación. —Yo recordé entonces esos momentos. Habíamos avanzado mucho habíamos pasado de odiarnos a esto.

—Ya sabes lo que dicen, del odio al amor solo hay un paso. —Dije yo, sin darme cuenta de lo que decía.

—No creo que sea cierto. Por lo menos, no es nuestro caso. —Podía notar que estaba empezando a ponerme nerviosa, no me gustaba hablar mucho de mis sentimientos por Stiles con Stiles. Me gustaba hacer como si esas conversaciones no hubiesen pasado. —Nos odiábamos, bueno, tú a mí. Después pasamos a tolerarnos por nuestros amigos. Nos convertimos en amigos.

More than one step || Stydia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora