Stiles POV
Esa noche me costó dormir. Estar en la misma cama que Lydia era algo que no podía procesar, ni siquiera sabía cómo ponerme para dormir. ¿Debía pretender que ella no estaba ahí? ¿Abrazarla? No tenía ni idea, pero el silencio me estaba matando. Yo no sabía si Lydia estaba despierta, pero desde luego yo necesitaba levantarme a beber agua y despejarme un poco. Me levanté de la cama y salí con cuidado de la habitación. Me dirigí a la cocina de Malia y me serví un vaso de agua. Miré la hora. Las dos y media de la madrugada. Y yo aún sin poder dormir. Decidí ir al baño y después ya a dormir, quizá ahora sí pudiese. Al ir al baño escuché risas, provenientes de la habitación de Scott y Allison. ¿En serio, aquí? ¿Con tanta gente presente? Caray, si que necesitaban darse cariños. La habitación de Malia e Isaac tenía la puerta medio abierta y me pudo la curiosidad. Me asomé cuidadosamente y vi que estaban durmiendo juntos, no abrazados, pero sus espaldas se tocaban. Si Malia se enterase, probablemente mataría a Isaac. A ella le gusta dormir sola y si es abrazada, le gusta ser cuchara grande. Yo odiaba dormir con ella, porque tenía que ser la cuchara pequeña y yo no quería, pero me tocaba aguantarme. Cuantas cosas han cambiado desde entonces.
Después de haber dado un paseo por la casa, volví a mi habitación. Lydia me daba la espalda, tenía su cuerpo girado hacia el lado de la ventana. Por supuesto que tenía que dormir en ese lado de la cama, aunque a mí no me importaba, así vería algo bonito antes de dormir. Yo con mirarle a ella me bastaba. Sonreí ante mi estupidez y me metí con cuidado en la cama. Lydia se giró quedando frente a mí. Tenía sus ojos cerrados y respiraba profundamente. Llevaba puesto un pijama de tirantes con bastante escote y unos shorts extremadamente cortos, y como estaba destapada me fui imposible no mirarle. Stiles, contrólate. Decidí taparle con cuidado, antes de que ciertos pensamientos viniesen a mi cabeza. Aunque claro, después de haberla visto en bikini más de una vez y así vestida, esos pensamientos ya habían venido alguna vez.
—Stiles... —Susurró Lydia. Ella abrió poco a poco los ojos para mirarme. — ¿Dónde habías ido?
—A beber agua. ¿Estabas despierta? —Ella asintió. —Supongo que ninguno de nosotros puede dormir.
—El caso es que yo estoy cansada, pero no puedo dormirme, no sé qué hacer. —Yo acerqué mi mano a su rostro y le acaricié levemente. —Te... ¿te importaría abrazarme? —Preguntó tímidamente.
— ¿Para dormir, dices? —Noté que me puse un poco colorado, por suerte con la poca luz no creo que Lydia se hubiese dado cuenta.
—Sí... quizás así podamos dormir. Vamos, si no te molesta...
—Claro que no. Ven —Dije tocando el colchón. Ella se dio la vuelta dándome la espalda y se acercó un poco a mí. —No soy míster Fantástico, mis brazos no llegan hasta ahí. Tendrás que acercarte más.
—Oh... vale. —Lydia juntó su cuerpo al mío, de manera que ya podía abrazarla. Pasé mis brazos alrededor de su cuerpo. Ella al principio se tensó, pero enseguida se relajó. — ¿Te molesta ser la cuchara grande?
—En absoluto, odio ser cuchara pequeña. —Admití.
—A mí me gusta serlo. Me siento protegida.
—Y a mí me gusta protegerte. —Yo le di un beso en la mejilla. —Buenas noches, Lyds.
—Buenas noches, rey. —Yo abrí mis ojos sorprendido, aunque no dije nada. Me había llamado rey. Yo al principio le llamaba reina a modo de burla, pero acabó siendo un apodo cariñoso. Que ella usase el mismo apodo conmigo me ponía feliz. Desde luego que somos una buena combinación.
...
Allison POV
Me desperté debido a los rayos de sol entrando por la ventana. Abrí los ojos y lo primero que vi fue a Scott. Me acerqué a él y le di un beso en los labios. Él protestó un poco, pero me respondió, por lo que yo sonreí.
—Buenos días. —Dije feliz.
— ¿Por qué tan feliz? ¿Es por mí?
—Claro que lo es, tonto. Me encantó lo de ayer. —Dije sincerándome.
—A mí también. Aunque lo pasé un poco mal pensando en que podrían escucharnos.
—Nada, seguro que todos se quedaron dormidos enseguida. —Scott me quitó la sábana que estaba usando para taparme — ¡Scott! Estoy desnuda, por si no te habías enterado.
—Créeme, es imposible no notarlo. Pero... ¿ahora te entra la vergüenza? —Yo me sonrojé ante el comentario. Entonces recordé que él también seguía desnudo y me acerqué a él para taparme con la sábana que me había arrebatado.
—No, no es por eso. Lo que me preocupa es que pueda entrar cualquiera de los demás y nos vea así. —Dije y entonces me levanté, buscando mi ropa. — ¿Has visto mi ropa interior?
—Mira en la repisa de la ventana, creo que la dejé ahí. —Yo le miré mal e intenté quitarle la sábana para ir a por mi ropa, pero no la soltaba. Suspiré resignada y me levanté sin nada para taparme y me acerqué a la ventana. Notaba como Scott me miraba, por lo que cogí mi ropa interior y me la puse rápidamente. —Tú también deberías vestirte, por cierto. —Él protestó un poco pero me hizo caso. A los cinco minutos, ambos estábamos completamente vestidos. —Bien, ahora nadie podrá ver alguna sorpresa quizá desagradable para ellos.
—Oh vamos, todos nacimos desnudos, no es la gran cosa. —Yo le di un pequeño golpe. —Además, no creo que Isaac o Malia se fuesen a escandalizar. Creo que se tienen ganas.
— ¡Scott!
— ¿Qué? Podría ser así.
—También están Lydia y Stiles que por si no te has dado cuenta, hasta les da vergüenza dormir juntos. —Recordé.
—Cierto... veamos cómo están ahora. —Scott salió de la habitación y yo le seguí. Abrió un poco la puerta de la habitación de nuestros amigos y me miró, haciendo un gesto para que yo mirase también. Stiles abrazaba completamente a Lydia y Lydia agarraba las manos de Stiles. —Quizá les diera vergüenza, pero yo les veo bastante juntos. ¿Crees que ellos ya...?
—No. —Respondí antes de que acabase la pregunta. —Aún no.
—Tenemos que darles un empujoncito, yo sé que quieren pero les da miedo.
— ¿Ahora lees el pensamiento? —Pregunté a modo de burla. Scott rió. —Creo que tienes razón, pero... ¿cómo lo hacemos?
—Lo tengo todo pensado. Hoy por la tarde-noche tú y yo nos vamos a llevar a Isaac y Malia por ahí.
— ¿Y qué excusa hay para que no vengan ellos? Porque tienen tanta tensión que evitan estar solos el máximo tiempo posible.
—Pues... ahora haremos el desayuno para todos. Y en el suyo añadiremos una pequeña pastilla para que se encuentren un poco mal.
— ¿Quieres que droguemos a nuestros amigos? —Pregunté asustada. La mente de Scott empezaba a darme miedo.
—No, hará que les duela un poco la cabeza o algo. Entonces les diremos que se queden en casa descansando. Es un medicamento que usa mi madre en sus pacientes, el dolor serán 15 minutos o así, al momento estarán perfectos. Es un plan brillante y lo sabes. —Dijo sonriéndome. — ¿Lo ves? No puedes contradecirme, lo haremos.
—Está bien, pero si se enteran o pasa algo, la culpa será tuya. —Contesté amenazante.
—Allison, sabes de sobra que nunca serías capaz de hacerme cargar con la culpa a mí solo. —Dijo y me dio un beso en los labios. Maldito, tenía razón. —Anda, preparemos el desayuno... con condimento. —Yo reí levemente y negué con la cabeza, mi novio era un loco. Pero le quería. Ya veríamos si su plan tenía éxito o no.
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More than one step || Stydia
Fiksi PenggemarSe dice que del odio al amor hay solo un paso, pero, ¿es verdad? Stiles y Lydia están a punto de descubrirlo.